"Los fondos extraordinarios para el vino son una prioridad"

Gustavo Basurto
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La defensa del sector del vino, reto demográfico, ganadería extensiva, la PAC, un nuevo marco normativo y proyectos de regadío son algunos de los asuntos que la consejera de Agricultura Eva Hita tiene en cartera y que repasa con El Día de La Rioja

La consejera Eva Hita, en la sala de barricas de la bodega institucional de La Grajera. - Foto: Ingrid

Sobre la mesa de la sala donde se desarrolla la entrevista, en la bodega institucional, la consejera de Agricultura, Eva Hita, echa mano de un sinfín de datos anotados en sus papeles. No es para menos, dadas las amplias competencias y la enorme complejidad de un departamento que gestiona ayudas, traza planes agrícolas y ganaderos y además pilota la estrategia de reto demográfico. 

 

El Gobierno riojano ha pedido a la UE fondos extraordinarios para el sector del vino por el daño de la Covid. El consejo europeo de ministros de agricultura responderá en abril. ¿Confía en que lleguen?
Las ayudas extraordinarias son una prioridad. He hablado con el ministro y le he dicho que necesitamos esos fondos extraordinarios, porque el modelo de Rioja, que es bandera de viticultura de calidad, ha sido el más dañado por la crisis de la Covid, que ha visto perjudicadas sus ventas por la situación del canal horeca. Es una posición rotundamente apoyada por la presidenta Concha Andreu. El ministro nos pidió que manifestásemos nuestro apoyo a España, lo que hicimos a través de la Asamblea de Regiones Europeas Vitivinícolas, y la presidenta lo hizo en el Comité de las Regiones. Creo que es una buena noticia que la Comisión Europea no se haya cerrado en banda y se haya comprometido a estudiarlo y a debatirlo a finales de abril. Ahí seguiremos peleando y defendiendo los intereses del sector siempre. 

 

¿El ministro le trasladó qué sensación tiene al respecto?
Es pronto para decirlo. Lo malo hubiera sido una negativa en rotundo. Creo que esa apertura al estudio y al diálogo es una buena noticia. 

 

¿Sin fondos extraordinarios, peligraría la rentabilidad del sector?
La viabilidad del sector no depende de esto. Se trata de paliar una situación coyuntural como consecuencia de una pandemia, que ha afectado  de manera más dura a un modelo de viticultura de calidad, como el nuestro, enfocado al canal horeca. Hay otros tipos, de otro nivel de calidad, que en el segmento de alimentación de supermercados se han defendido mejor. Pero el sector riojano del vino funciona muy bien estructuralmente y siempre ha apostado por la exportación. La viabilidad no depende de estas ayudas. Lógicamente, en una situación de crisis como la que estamos viviendo será una ayuda imprescindible y necesaria. 

 

¿Se compensaría con ayudas del Gobierno central en el caso de una negativa europea?
Sería una cuestión que habría que explorar con el Ministerio, pero lo que está ahora sobre la mesa es pelear y conseguir que se habiliten estos fondos europeos.

 

¿Condiciona esa llegada de fondos la puesta en marcha de medidas como la vendimia en verde o el almacenamiento privado?
El año pasado se habilitaron las medidas de crisis. La Rioja fue la que consiguió la cosecha en verde, que en principio no estaba prevista. Y fue un éxito. De los 90,5 millones que se habilitaron, La Rioja consiguió para la región un tercio del montante total para almacenamiento privado y un décima parte para cosecha en verde. Este año está aún sobre la mesa lo que va a pasar, si se volverán a habilitar estas medidas o no. 

 

¿Cuál le conviene más al Rioja?
He solicitado al ministro que, en el caso de que se habiliten estas medidas de crisis, sean las de cosecha en verde y almacenamiento y se prescinda de la destilación, que ha sido un fracaso. La Rioja no se benefició el año pasado de esa medida, porque no se puede hacer Rioja para destilar. El almacenamiento ayuda al sector, que tiene stocks de vino que no puede sacar por la situación del mercado. Y la cosecha en verde es además muy sostenible, porque evita que la uva siquiera llegue a bodega. Es una media perfecta para equilibrar oferta y demanda.

 

Las bodegas familiares alertan de la desaparición del 10% de bodegas en 10 años y recriminan al Gobierno de La Rioja falta de apoyo.
Somos conscientes de que estamos expuestos a críticas que cualquier entidad, empresa o individuo quiera manifestar en el ejercicio de sus plenos derechos. Pero como Gobierno de La Rioja, nuestra apuesta es por la ayuda y la defensa del sector en general. No entendemos una contraposición entre grandes y pequeñas bodegas, porque La Rioja es lo que es gracias a esa diversidad, y tienen tanta importancia unas como otras. Las bodegas pequeñas están muy ligadas al patrimonio, con esos lagares, esos chozos...para nosotros es una prioridad absoluta la defensa de sus intereses y no entendemos por qué dicen que no hay apoyo, porque por supuesto que lo hay.  Además, desde Presidencia se ha mantenido contacto con más de 150 pequeñas bodegas de cara al proyecto de Enorregión.

 

¿Y qué conclusión se ha extraído de esa consulta?
La respuesta ha sido muy positiva. Hemos canalizado sus necesidades y si este proyecto de Enorregión llega a buen puerto, que entendemos que sí, las bodegas pequeñas tendrán un papel fundamental por su vinculación con el modelo tradicional de elaboración de vino, el enoturismo y la rehabilitación de elementos tradicionales y el asentamiento de población en el medio rural. 

 

El proyecto de Enorregión es  una de las grandes apuestas del Gobierno riojano. ¿Cómo ha sido recibido por el Ejecutivo central?
Es un proyecto estratégico de región totalmente vinculado a nuestra identidad vitivinícola y por el que pelearemos de manera contundente. La presidenta ya se ha reunido con varios ministerios para presentarlo y yo también he hecho parte de ese trabajo apoyándola en las reuniones con el Ministerio de Agricultura. El ministro Planas nos dijo que si alguien tiene que liderar un proyecto de enorregión, esa es La Rioja. Lo que le presentamos allí ha tenido una acogida fantástica y me consta que también en los ministerios de Industria y de Ciencia. Es un proyecto transversal que aborda la sostenibilidad de toda la cadena de valor del vino, desde la viticultura hasta el enoturismo, y pretende que La Rioja sea referente mundial en enología, en enoturismo, en formación, investigación y cultura del vino.   

 

Menciona la investigación y a eso se dedica el Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino. ¿Está previsto potenciarlo?
Es un centro referente nacional e internacional, pero entendemos que hay que potenciarlo y nosotros tenemos mucho que decir en la generación de conocimiento, que entronca con la sostenibilidad en la agricultura. Para la Consejería, la investigación es fundamental y vamos a crear una oficina de transferencia de resultados de investigación, que tendrá relevancia en el proyecto de Enorregión, porque se trata de que la investigación se focalice en relación con las necesidades del sector. Y esa oficina hará esa labor de nexo con el sector.

 

UAGR ha denunciado recientemente la venta de graneles de vino por debajo de precio de coste. ¿Actuará la Consejería para evitarlo?
En La Rioja hemos sido pioneros en la puesta a disposición del sector del Observatorio de Precios. No establecemos precios mínimos, pero sí una referencia de costes de producción y proporcionamos al viticultor la metodología para que pueda calcular esos costes sobre la base de sus características. En cuanto a que haya empresas que compren vino por debajo de precio de coste, ahí tiene mucho que decir la Ley de Cadena Alimentaria, que pretende establecer márgenes justos y aborda prácticas desleales como la venta a pérdidas; y desde la Consejería seguiremos trabajando para que el sector tenga esta herramienta y la utilice para defender sus intereses.

 

El Gobierno Vasco acaba de respaldar otro paso de la asociación ABRA en su pretensión de crear la Denominación Viñedos de Álava. ¿Le preocupa?
El tema ya viene de atrás y el Gobierno de La Rioja siempre respalda al Consejo Regulador en la defensa de la unidad y de la unicidad de la Denominación de Origen Calificada Rioja. El sector es soberano y está perfectamente legitimado para defender sus intereses y la ingerencia política no es beneficiosa ni inteligente. Hacer política de esto no beneficia a nadie. Pero entendemos que no existe una diferenciación ni agronómica, ni en el paisaje, el clima e incluso en los factores humanos que puedan avalar la existencia de otra Denominación.  

 

¿En ese conflicto no cabe un recurso o algún tipo de acción legal por parte del Gobierno de La Rioja?
No. El Consejo Regulador y el sector están legitimados en la defensa de sus intereses y nosotros lo que hacemos es apoyar el modelo de viticultura de Rioja por su excelencia y el nivel que tiene en el mercado.

 

La campaña agrícola más próxima es la de la espergura en la viña. ¿Cómo se garantizará la seguridad sanitaria contra la covid?
La campaña pasada fue un éxito conjunto y fruto de la anticipación. Desde el Gobierno de La Rioja, en colaboración con la Delegación del Gobierno, el año pasado justo antes de decretarse el estado de alarma establecimos una metodología de trabajo para asegurar la actividad agraria segura. Y este año tenemos el conocimiento y la experiencia del año pasado, y se ha avanzado mucho en la metodología de analítica, por lo que entendemos que las campañas tienen que ir bien.

 

La nueva PAC viene determinada por la ‘arquitectura verde’, una apuesta por las prácticas sostenibles. ¿Es una carga o una oportunidad para el campo riojano?
Siempre decimos que la PAC no es una política medioambiental; es una política agraria con un componente medioambiental muy potente. La Unión Europea exige tener en cuenta todas las cuestiones relacionadas con el medio ambiente y establece unos criterios. Pero además, la sociedad y el consumidor también demandan la producción alimentaria sostenible. Por eso lo entendemos como una oportunidad. Los agricultores tendrán que asumir esos compromisos medioambientales, pero exigimos que haya una transición justa y un margen para adaptarse. Queremos ir hacia un sector agrario cada vez más inteligente, resiliente, diversificado e innovador. En este sentido, estamos trabajando en el anteproyecto de la Ley de Agricultura y Ganadería, con intención de tener un primer borrador en las próximas semanas. 

 

¿Qué supondrá para el campo riojano esa futura ley?
No existe un marco regulatorio estable en materia de agricultura, ganadería y agroalimentación. Queremos que a lo largo de 2021 pudiéramos tener publicada la Ley, que recoja los nuevos retos del sector agrario y agroalimentario, la producción agraria familiar y profesional y que se clarifiquen las competencias autonómicas. Y que tenga especial incidencia en el relevo generacional y de la inclusión de la mujer, así como la mejora de las infraestructuras agrarias, el fomento de los regadíos y el acceso a la tierra para los jóvenes. También contemplará todo lo que tiene que ver con la investigación, con la producción ecológica y las marcas de calidad y un apoyo contundente a la ganadería.

 

¿En qué tramite está el proyecto de construcción de un nuevo laboratorio regional en La Grajera?
Hay una partida de 750.000 euros para este año para el inicio de los trabajos de lo que será el nuevo laboratorio regional. Este año se iniciará la demolición de la antigua bodega y se acondicionará el terreno. Será un  proceso de varios años, porque es una obra de mucha envergadura.

 

La inclusión del lobo en el listado de especies protegidas ha generado un amplio debate. ¿Mantiene su desacuerdo con el apoyo del Gobierno regional a esa protección?
Desde la Consejería de Agricultura siempre hemos mantenido nuestra defensa rotunda a la ganadería extensiva por su implicación para mantener un medio rural vivo, por su contribución al medio ambiente y al asentamiento de población. El Gobierno defiende que deben coexistir la ganadería extensiva con la biodiversidad. La inclusión del lobo en ese listado de especies de especial protección implica que deja de ser especie cinegética, pero no que no pueda realizarse un control efectivo sobre la población de lobos cuando cause daño repetido a la ganadería. Hay que minimizar los daños a la ganadería y articular medidas preventivas y paliativas. Este Gobierno ha sido pionero en establecer un trabajo colaborativo en la Mesa de la Ganadería Extensiva y el Lobo, con la figura de un mediador.  

 

¿Serán necesarias más compensaciones a los ganaderos?
En el plan estratégico de la PAC se definirán medidas, tanto las ayudas básicas a la renta para todos los ganaderos, que ya existen, pero también habrá un ecoesquema relacionado con el mantenimiento de los pastos y desde la Consejería se podrán habilitar medidas que incidan en este modelo y en diferenciar el modelo de la ganadería extensiva de otros para que el consumidor identifique sus productos. Es fundamental dignificar el trabajo de los ganaderos. En cuanto a las ayudas, el año pasado ya se habilitaron ayudas de minimis para el ovino y caprino y a sectores dañados por la covid, y este año también hay una partida.

 

El sector del champiñón y la seta tampoco atraviesa por momentos de bonanza, agravados por el conflicto entre Eurochamp y Riberebro. ¿Cómo ve su futuro?
La Rioja no solo es vino. El del champiñón es el segundo sector productivo. Por supuesto tiene el apoyo de la Consejería. Tiene un enfoque medioambiental muy potente y se está trabajando en colaboración con la Asociación y el Centro Tecnológico en la puesta en marcha de proyectos de investigación. 

 

Otro de los ejes prioritarios de su Consejería es el reto demográfico. ¿La pandemia podría favorecer la opción de vida en el campo?
Una de las pocas cosas buenas de la pandemia es que ha revelado al mundo rural como un espacio seguro donde vivir y estamos viendo que hay familias que deciden trasladarse al mundo rural y hay que aprovechar esa coyuntura. El año pasado empezamos un trabajo en colaboración con la Universidad de La Rioja para definir propuestas que serán la base de nuestra estrategia de reto demográfico, que tienen que ver con digitalización, vivienda, movilidad o la sostenibilidad. 

 

Hay alcaldes que se quejan de que se han hecho inversiones, se prestan servicios, se mejoran infraestructuras, pero la clave está en las oportunidades laborales. 
Hay una cuestión muy importante que es la política de regadíos, que es una magnífica herramienta para dinamizar la actividad agraria y del mundo rural. Este año tenemos un partida de 7,7 millones de euros para regadíos y trabajamos con el Ministerio para conseguir la mayor financiación posible. Tenemos varios proyectos importantes que hemos presentado al ministro para petición de ayuda. En modernización, hay cinco proyectos para 22.000 hectáreas y en para nuevos regadíos hablamos de tres actuaciones que comprenden 7.400 hectáreas. Dentro de estos proyectos, está el del Iregua que afecta a nueve comunidades y se está constituyendo una comisión. Es un proyecto estratégico de región e implicaría poner en regadío unas 10.000 hectáreas. Sería una revolución, un proyecto transformador.