Con un acto sobrio, Logroño conmemoró este jueves la festividad de su patrón, san Bernabé, que se abrió con un video en el que se agradecía a la ciudadanía su comportamiento durante la pandemia del coronavirus, caracterizado por el sacrificio y la renuncia,y se cerró con otro montaje audiovisiual mirando a la celebración del V centenario del sitio de Logroño, en 2021.
En el centro de la celebración, el presidente del pleno municipal, Francisco Javier Pérez, leyó la declaración institucional que habían consensuado los 27 ediles y en la que se reconoce la responsabilidad ejemplar de la ciudadanía logroñesa, al tiempo que muestran su agradecimiento y reconocimiento a los trabajadores que han estado en primera línea, especialmente al personal sanitario, «por su entrega, profesionalidad y sacrificio». «Si algo ha puesto de manifiesto este virus es nuestra fragilidad, la vulnerabilidad de una sociedad preocupada por lo urgente, cuando quizá lo urgente ahora es encontrar la normalidad», reza el acuerdo plenario, que insiste en el valor de los servicios públicos y, especialmente, resalta la importancia de la ciencia. El texto apela también al optimismo como forma de resistencia a las consecuencias de la Covid, «optimismo que pueda generalizarse en todos los ámbitos de nuestra vida para que dé luz a tantos y tantos interrogantes que nos surgen en estos momentos», como el de las personas vulnerables, de quienes sufren un ERTE, de comercios o empresarios que ven con dificultad su futuro.
«Honrado, emocionado y comprometido», Bernardo Sánchez, guionista, autor teatral y profesor de la Universidad de La Rioja, premios Max y Rafael Azcona, lució la medalla de la Cofradía de san Bernabé durante su intervención, centrada en Logroño, una ciudad a la que han sitiado las circunstancias. «Nos encerramos con lo que teníamos, y la paradoja de que tu ciudad sea tan cercana como inaccesible provocó que todo se ordenara por dentro», señaló, a la vez que confesó cómo le habían venido todos sus logroños, que le reportaron desde consuelo hasta tristeza.
«La cabeza, como la ciudad, va por barrios, es necesario en algún momento llevarse la ciudad para dentro, esta es la prueba definitiva de que formas parte de elle», cree Sánchez, que recordó los epítetos que glosan la figura de san Bernabé, el entusiasta, el esforzado o el animoso, para resaltar que son «superpoderes» que nos han hecho y nos van a seguir haciendo falta.
Unidad. El obispo de la Diócesis, Carlos Escribano, durante la misa de celebración del patrón, apeló a trasladar el sentimiento de unidad de los logroñeses que lucharon contra los franceses en 1521 a la situación actual. Recordó que este año se vive la fiesta «con un tono distinto», pero la ciudad ha acudido «confiada» a su patrón para conmemorar que «hace casi 500 años y, después de unos días de sufrimiento y heroísmo, se alcanzó la paz». «Algunos gestos que surgieron fruto de la audacia de un pueblo que se preparó para resistir el asedio, relatan la decisión de unos vecinos de luchar unidos contra un poderoso enemigo. Y lo que es más importante, de salir victoriosos apoyados en ese sentimiento de unidad que debe seguir hoy entre nosotros», añadió. Informó que Bernabé significa «hijo de la consolación», el que anima y señaló que a él «acudimos para que interceda por todos los que sufren y lleve el consuelo a los corazones de quienes siguen sufriendo».