Altuna se cita con Artola

M. A. G-S.
-

El guipuzcoano disputará su tercera final del mano a mano tras superar por un contundente 22-8 a Zabaleta

Jokin Altuna, en acción en un partido en el Adarraga. - Foto: Clara Larrea

El Miribilla acogerá el 13 de junio la gran final de la pelota. Como el año pasado, o más exactamente hace seis meses, dos guipuzcoanos pelearán por la txapela más prestigiosa: Jokin Altuna, que disputa su tercera final del Manomanista, e Iñaki Artola, que se cuela por vez primera en su gran cita.

El delantero de Amezketa superó por 22-8 a Zabaleta en un encuentro que siempre supo gestionar. Artola, por su parte, tiró de garra, una de sus características más reconocibles, para superar a Rezusta, que cayó 22-16 en un gran partido. Jaka, baja por una periocarditis, tendrá en dos semanas sucesor. Su reinado en la distancia habrá sido de lo más efímero.

La capital vizcaína acogió un estelar con sabor a final anticipada. Zabaleta se había quitado de en medio a Arteaga II y a Darío Gómez. Entre ambos sólo pudieron hacer siete tantos. Uno menos de los que consiguió el zaguero de Etxarren ante Altuna.

Con su disparo inicial, como quien dice, el guipuzcoano se apuntó doce tantos. Este parcial resultó definitivo porque el navarro ya no pudo sobreponerse.

Altuna hizo daño con su saque, que se le enquistó a Zabaleta. Cuando el zaguero logró dominar el tanto, el delantero le aguantó el peloteo, con el acierto suficiente, que no fortuna, para cerrar el intercambio con una dejada, un sotamano insidioso o un gancho al ancho que desmontaron la defensa del pelotari de Etxarren.

Zabaleta se apuntó su primer tanto con una dejada a la altura de un esteta. A continuación botó un saque cargado de plomo y después la  dejó al txoko.

Pero no tuvo más continuidad. Altuna se rehizo con un dos paredes al que llegó de milagro Zabaleta para rendirse a continuación. Altuna se fue hasta el 16-3, momento en el que estrelló un gancho contra la chapa. No cambió el decorado porque el guipuzcoano resolvió a su favor, como casi siempre, el intercambio más duro del partido: veintiséis pelotazos. Tras este castigo, ajustó a la chapa para irse al descanso con casi todo resuelto (18-4).

Zabaleta tuvo tiempo de maquillar el resultado (18-8). Su último tanto fue una dejada canónica. El epílogo lo puso Altuna que busca su segunda txapela manista.