El Ciudad de Logroño resiste ante el Sagunto

Efe
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El conjunto riojano se impone por 31-28 y sigue vivo en la carrera hacia Europa

Puño en alto del portero riojano. - Foto: Juanjo Acobi

- Ficha técnica:

Ciudad de Logroño: Jorge Pérez (p), Delcio Pino (5), Mario Dorado (2), Agustín Casado (10, 6p), Tomás Moreira, Eduardo Ortiz (2), Eduardo Cadarso (5), Rangel (p), Goñi, Sánchez Migallón (3), Balenciaga (3), Oswaldo y Hackbarth (1).

Puerto Sagunto: Bengivenga (p), Miravalle (5, 3p), Querin (2), Carou, Alegre Llopis (3), Diogenes Cruz (4, 2p), Pomeranz (4), Pau Guitart (p), Miguel Miralles, Camacho (2), Corzo (4), Aizen (1), Pozzer (1), Blazquez (1), Alejandro Gil (1) y Daniel Martínez (p).

Parciales: 3-3, 5-5, 7-6, 10-8, 13-10, 17-10 (descanso), 21-13, 22-17, 24-19, 27-21, 30-25 y 31-28 (final)

Árbitros: Fernanda Espino y Víctor Navarro. Excluyeron por dos minutos a los locales Sánchez Migallón y Goñi; y a los visitantes Querin, Carou y Pomeranz.

Incidencias: Partido de la jornada 32 de la Liga Asobal disputado en el Palacio de los Deportes de La Rioja ante unos 600 aficionados. 

 

El Ciudad de Logroño se ha impuesto al Fertiberia Puerto Sagunto por 31-28 en un choque dominado en todo momento por los locales, aunque con un juego a ráfagas, que permitió a los valencianos "maquillar" el marcador final y evitar la derrota abultada que hubiesen recibido de no ser por el bajón final de su rival.

El Logroño necesitaba un buen partido tras los dos últimos, para seguir vivo en la lucha por Europa, y en sus mejores minutos demostró poder hacer un balonmano de alto nivel; pero su estado físico no le da para mucho, y por eso careció de continuidad y cuando se marchó en el marcador dejó espacio para que se le acercara un rival con menos argumentos y, sobre todo, menos fe en su juego.

El equipo riojano tardó diez minutos en dominar el partido ante un Sagunto poco interesado en correr, que aguantó ese tiempo gracias a su ritmo, pero en cuanto los locales empezaron a marcar el suyo ya no respondió.

Enfrente el conjunto valenciano, que se jugaba mucho, trató durante casi un cuarto de hora de ser duro en defensa y de atacar con pausa y seguridad; y le salió bien durante ese tiempo, pero en cuanto el Logroño le dio una marcha más al partido perdió la fe y se vio arrollado por minutos.

El 7-6 subió al marcador en el minuto 14 en el primer contraataque riojano, culminado por Eduardo Cadarso, que fue uno de los protagonistas del "acelerón" junto al portero Jorge Pérez y a Erik Balenciaga.

La conexión entre los tres rompió el partido en diez minutos, no por la diferencia en el marcador, en torno a los tres goles, sino por la sensación de que solo un equipo tenía capacidad para ir a más, el Logroño, mientras que el Sagunto deambulaba por la pista.

Para completar las noticias positivas en el equipo riojano, el brasileño Oswaldo Maestro tuvo minutos de juego tras casi medio año de lesión, y el ánimo que dio a sus compañeros les permitió acabar el primer tiempo a un nivel alto y con siete goles de ventaja.

El Sagunto trató de ser otro equipo tras el descanso, consciente de lo que se jugaba; cambió de cara, corrió más y mostró una defensa contundente, como se espera de un equipo tan obligado; ante esto el Logroño tardó en reaccionar y cuando lo hizo vio que el Sagunto se había metido de nuevo en el partido (22-19).

Pero el equipo valenciano estaba a su máximo nivel y el riojano todo lo contrario, con lo que tras un toque de atención de su entrenador el Logroño recuperó su personalidad y reabrió el hueco en el marcador, con lo que el partido quedó sentenciado con el 28-21 a menos de diez minutos.

Sin embargo, el Ciudad de Logroño volvió a dar un paso atrás y a pensar que todo estaba hecho. En realidad, era así, pero ese bajón le privó de un marcador más holgado y dio la posibilidad al Sagunto de "maquillar" el resultado y dejar Logroño con una corta desventaja, aunque, en cualquier caso, queda "tocado" en la zona baja de la tabla.