El Calahorra es, definitivamente, el gran animador del mercado futbolístico a escala riojana. El club rojillo va a fichaje por día y si el domingo con Yurrebaso se apuntó un buen tanto, ayer redobló su apuesta con la llegada de Miguel Martínez de Corta (Logroño, 1980). El portero logroñés regresa, veinte años después, a La Planilla, equipo con el que disputó la fase de ascenso a Segunda. Lo hizo en calidad de cedido, a la sombra del navarro Urroz y con Emilio Remírez al frente del banquillo.

Dos décadas después, Miguel ya no es una promesa sino una firme realidad que se niega a dejar de hacer lo que mejor harce: parar. Se trata probablemente del jugador riojano con una trayectoria más constante, por encima de los Ubis, Royo o Fran Sota que también tienen un nombre propio en la división de bronce del fútbol nacional.

Miguel Martínez de Corta  militó la pasada temporada en el Ejea, rival del Calahorra en el subgrupo 2B. El logroñés fue de los mejores de un conjunto, el ejeano, que partía con el mismo objetivo que los rojillos: el ascenso a la Pro.

Esta temporada regresa a casa y lo hace en un camino a la inversa que el iniciado hace veinte años. En el verano de 2000, dejó el juvenil del Barça para recalar en Calahorra. Doce meses después, se comprometía por el filial del Zaragoza en un periplo futbolístico que le ha llevado por Zamora, Lleida, Huesca, Albacete, Alavés y Ejea. Los dos clubes donde ha echado raíces han sido el Zaragoza, en un camino con múltiples idas y vueltas, y la UniónDeportiva Logroñés, en la que ha estado siete temporadas aunque la última (2019-20), sin ficha en el equipo.

El Calahorra no sólo ficha un portero de sobradas garantías sino que se hace con un símbolo de la UDL, de la que fue capitán y jugador en activo con más partidos. Todo se torció para él el 4 de mayo de 2019, en Gobela, el campo que un año antes torció la carrera de Arnedo. El portero, en vísperas del ‘play off’ y en el que iba a ser su último partido de liga, se lesionó de gravedad. No volvió a jugar con el equipo de Sergio Rodríguez que abandonó el pasado verano.

Miguel tiene un reto por delante ya que compartirá portería con Julio Iricíbar, el primer fichaje rojillo de la temporada, y con el sub’23 AdriáCollet. Tres guardametas para cubrir uno de los puestos más sensibles de toda plantilla.

Con su llegada por una campaña, el Calahorra tiene ya a doce jugadores a las órdenes de Eduardo Docampo. A las renovaciones de Tarsi Aguado, Fran Rodríguez Gaitán y Cristian Fernández hay que sumar los sub’23 Marcen, Jesús Álvarez y Adriá Collet que tienen contrato en vigor. A estos se suman los fichajes Iricíbar, Yurrebaso, Ugarte, Zabaleta, ManuRamírez y el citado Miguel Martínez de Corta.