El mayor incendio forestal de los últimos 30 años en La Rioja ha sido en el Monte Yerga, afectando a casi 370 hectáreas de cuatro términos municipales diferentes: Quel, Autol, Villarroya y Grávalos.

El último incendio forestal de importancia por su magnitud en La Rioja fue en 2017, en noviembre, en un paraje denominado Gutur, en el término municipal de Aguilar del Río Alhama, que arrasó 101 hectáreas en el barranco del Regajo de matorral, cultivos abandonados, y pequeñas repoblaciones de coníferas. Ese mismo año solo un mes antes, en octubre, hubo otro incendio en Posadas, en el término municipal de Ezcaray, el que calcinó 98 hectáreas, y todo apuntó a que había sido intencionado. Los incendios en Ezcaray, o en sus inmediaciones no eran ajenos a los guardas forestales, ni a los bomberos riojanos, y tampoco eran ajenos a la misma Guardia Civil, ya que en 2009 se vivieron una serie de episodios con incendios en varios puntos en esa misma zona. De hecho en agosto de ese año hubo un incendio con hasta 5 focos diferentes entre Ezcaray y Valgañón calcinando 45 hectáreas de coníferas, hayas y matorrales. Y un mes más tarde, en septiembre, otro incendio quemó otras 40 hectáreas de matorral prácticamente por la misma zona. Todo apuntó a que había sido intencionado y se buscó al causante sin resultado. 

Pero, el gran incendio que recuerdan aún algunos de los agentes forestales en activo en La Rioja fue el de 1987 en el Valle del Alto Najerilla, que quemó más de 1.500 hectáreas de masa forestal. Y el de Ezcaray en 1985 cuando se quemaron más de 600 hectáreas. Pero desde entonces las actuaciones de limpiezas y toda la política medioambiental, de limpieza y de prevención de incendios ha cambiado en La Rioja, afortunadamente.

En cualquier caso, la mayor parte de los agentes forestales en activo en la comunidad no recuerdan un incendio como este de Monte Yerga por sus dimensiones.

Respecto al origen de los incendios en La Rioja,  más de nueve de cada diez se deben al factor humano.  En realidad, la mayor parte de los incendios o conatos que se producen en región tienen su origen en las prácticas agrícolas inadecuadas, como la limpieza de terrenos, ribazos y acequias de riego con el uso de fuego, y la quema incontrolada de residuos agrícolas. Pero también por la negligencia de muchos que hacen fuego en zonas recreativas (lo que supone más del 20% de los orígenes). Y los incendios por causas naturales, como los rayos, suponen un 3%. Y por otro lado, en alrededor del 6% de los siniestros no llega a determinarse la causa del origen.

Con todo, la media de los últimos diez años es que se quemen al año en La Rioja unas 160 hectáreas en unos 80 incendios. El último año con más incendios fue 2015 cuando se quemaron 281 hectáreas o en 2017 con la quema de 249 hectáreas en 81 siniestros.