El gran año de la UDL

M. A. G-S.
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Tras la pandemia y la despedida del Voley Logroño, el conjunto blanquirrojo tocó el cielo el pasado 19 de julio

Los futbolistas blanquirrojos festejan el ansiado ascenso a Segunda. - Foto: Álvaro Cabrera

2020 es casi historia. En el deporte, como en el resto de órdenes de la vida, este año que se nos escurre entre las manos ha sido para olvidar. Resulta muy difícil pensar que 2021, o los que vengan después, puedan ser peor.

El año cambió nuestras vidas a partir del 14 de marzo, cuando el estado de alarma se instauró en toda la geografía, se paralizó toda la actividad no esencial y nos recluimos en nuestra casa a esperar a que escapampara el chaparrón.

A efectos deportivos, todas las competiciones se pararon a partir del 8 de  marzo. Fue la fecha en la que tuvieron lugar las últimas jornadas en fútbol, baloncesto, balonmano o voleibol, entre otras.

Salvo Primera división, Segunda, ACBy los ‘play off’ de ascenso a Segunda y Segunda B, el resto no se volvieron a jugar.

Hasta septiembre, la competición estuvo en barbecho aunque prácticas deportivas como la pelota arrancaron. De hecho, la pelota fue la primera modalidad que arrancó con público con Medrano como el primer frontón en acoger un encuentro con público. Después le siguieron el Palacio de los Deportes, Adarraga, etc.

Este año pandémico quedará para siempre en el recuerdo de los aficionados de la Unión Deportiva Logroñés. En la madrugada del 18 al 19 de julio, el conjunto riojano, con Sergio Rodríguez al mando, eliminaba al Castellón en la tanda de penaltis, logrando el ansiado ascenso a Segunda.

Veinte años después, La Rioja se reencontraba con el fútbol profesional de la mano de los logroñeses que, tras once temporadas compitiendo en la ingrata Segunda B, alcanzaban su objetivo.

El ascenso en La Rosaleda no pudo ser festejado ni en la ciudad costasoleña ni en la capital riojana. La situación sanitaria no invitaba a concentraciones masivas. Los aficionados, con razón denuncian que la Covid-19 les ha quitado un ascenso. 

De hecho, desde el 8 de marzo, fecha en la que la UDL empató con el Amorebieta (1-1) en el último partido con público celebrado en Las Gaunas, que estrenará este sábado nuevo césped, no ha habido público en las gradas. 

El 12 de septiembre, en El Molinón, el conjunto riojano estrenó su condición de nuevo equipo de Segunda y lo hizo perdiendo 1-0 con el Sporting de Gijón. Un gol de Djuka en el 87 puso fin a la resistencia de los blanquirrojos.

Una semana más tarde, David González ‘Roni’ marcaba el primer gol de la UDLen Segunda. Valió el primer punto en la categoría (1-1 con el Castellón). La primera victoria se demoró hasta el 10 de octubre. Un gol de Andy bastó para derrotar al Almería, en la victoria de mayor prestigio de los logroñeses que entre el 29 de octubre y el 28 de noviembre enlazaron su mes mágico con seis victoria consecutivas. Un hito impensable para un recién ascendido.

La Unión Deportiva Logroñés avanza, poco a poco, hacia la permanencia. De momento, el estreno en Segunda ha permitido que tres jugadores de la región (Pablo Bobadilla, Álvaro Arnedo y Víctor Pradas) debuten en Segunda con un equipo riojano.

Ascenso de la SDL. La UDL, sin lugar a dudas, ha escrito la mejor noticia de este 2020. Una semana después de que los blanquirrojos consumaran su objetivo, la SDLdecía adiós  a Tercera. El conjunto de Albert Aguilá empató a uno con el Varea en Las Gaunas. La mejor clasificación de los blanquirrojos en liga (líderes al tener el goalaverage a su favor con el Varea, con el que empataba a todo) les permitió decir adiós, seis temporadas después, al grupo XVI de Tercera.

En su regreso a la división de bronce, los blanquirrojo están cuajando una buena temporada. El objetivo es la permanencia pero la Pro (competición que nacerá el próximo verano y que ocupará el tercer escalafón del fútbol) no es una locura. La misma meta comparte el Calahorra, que cierra 2020 como líder del subgrupo 2B.

La otra gran noticia deportiva de 2020 fue la clasificación, el pasado 7 de octubre, del EDF Logroño para la final de la Copa de la Reina. Las riojanas, tras empatar sin goles con el Athletic, tumbaron a las vizcaínas en los penaltis.  Ahora tienen un reto más complicado y doblemente importante: lograr la permanencia en la elite del fútbol femenino.

La última alegría de nuestro deporte lo protagonizó Darío Gómez que se coló en las semifinales del Manomanista de Primera, competición que desde 1953 no ha vuelto a reconocer a ningún riojano. El riojalteño dejó por el camino a Peio Etxeberria, Zubizarreta e Irribarria para doblegarse ante Altuna el pasado 22 de noviembre (22-15).

Luto el 8 de junio. Con todo, la peor noticia la comunicó Carlos Arratia, presidente del Voley Logroño, el pasado 8 de junio. Ese día se anunció la renuncia a competir en la elite del equipo logroñés, el c lub hegemónico del voley nacional. 

En sus vitrinas figuran seis Superligas Femeninas, seis Copas de la Reina y seis Supercopas. La Superliga 2019-20 aún no ha sido asignada. El Logroño, con Esther López a la cabeza, dijo adiós a la competición el 7 de marzo, derrotando por 3-1 al Haris, su víctima preferida. Nadie podía sospechar entonces que ese iba a ser el último partido del club más laureado de la historia deportiva riojana.