2O meses de cárcel por simular que su pareja vivía

Europa Press
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La mujer engañó al notario con una persona que se hizo pasar por el hombre con el que había convivido, ya fallecido, para cambiar el testamento. La pena de prisión se suspende durante 5 años, supeditada a que no cometa delitos y pague la multa

El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal - Foto: Clara Larrea

La mujer que simuló que su pareja vivía para modificar el testamento ha aceptado 20 meses de prisión y 3.000 euros de multa por falsedad en documento y estafa. No obstante, en el juicio previsto para hoy se ha suspendido la pena de cárcel "durante cinco años", supeditada a que "en ese período de tiempo no cometa ningún delito y a que pague la multa".

El Ministerio Fiscal pedía cuatro años de prisión y una multa de 3.600 euros, para C.C.T., de 58 años, y nacida en Rumanía, que mantuvo una relación sentimental con un hombre, que falleció en 2014.

Tras el fallecimiento de éste, la encausada - señala el escrito "guiada por el ánimo de obtener un ilícito beneficio económico a costa del ajeno patrimonio"- integró todos los bienes muebles, inmuebles y cuentas bancarias del fallecido, "simulando todavía estaba vivo".

A partir de ahí, a mediados de agosto, concertó los servicios de un notario para que se acercara al domicilio que ambos compartieron, con el pretexto de que "aquél quería otorgar testamento, pero su enfermedad le impedía desplazarse hasta la notaría".

Una vez en la casa, el notario fue recibido por la acusada y por un hombre - que "no ha sido identificado"- que "se hizo pasar por el ya fallecido, presentándose postrado en la cama, portando una mascarilla que le tapaba nariz y boca, y con un parecido suficiente para provocar en el notario, en las mencionadas circunstancias, la confusión en la identidad del causante, a la vista del DNI auténtico del fallecido, del que disponía la investigada".

Mediante este engaño, el impostor otorgó testamento sobre la encausada "instituyendo heredera en todos sus bienes, acciones y derechos a la encausada, y estampando una firma similar a la que figuraba en el DNI del fallecido". El 1 de septiembre de 2014, la persona a juzgar retiró una copia del testamento de la Notaría.

Posteriormente, la encausada no disponía de efectivo para hacer frente al impuesto de sucesiones, por lo que ofertó a los cinco hermanos del fallecido, la entrega de bienes, a cambio de que cada uno le abonara 1.000 euros a ella. Todo ello, teniendo en cuenta que su hermano les había otorgado testamento a ellos en el año 2000.

El patrimonio era de un piso en Logroño, la mitad indivisa de una casa en Rabanera de Cameros (La Rioja), la mitad del saldo existente en cuenta bancaria, que ascendía aproximadamente a 17.726,00 euros, así como un coche, Seat Ibiza.