La sexta ola del coronavirus ha frenado la leve recuperación que había logrado el comercio riojano hasta el pasado mes de noviembre y la campaña de Navidad está resultando peor de lo esperado por los empresarios del sector.

«Se puede decir que la campaña de Navidad está siendo compleja y está muy desanimada», asegura el director de la Cámara de Comercio e Industria de La Rioja, Florencio Nicolás, que destaca que se trata de una época del año en la que los comerciantes multiplican las ventas,  «pero no está siendo así». 

Atendiendo a los datos de coyuntura económica del pasado trimestre «la situación prometía unas espectativas que parecían buenas; el tercer trimestre fue bueno y los comerciantes pensaban que se iban a incrementar las ventas». De hecho, más del 55% de los comerciantes consultados contaban con unas espectativas de venta positivas. La previsión era continuar la reactivación del comercio que hubo en noviembre, «con el impulso de los bonos con el Ayuntamiento y el black friday». 

En noviembre el Instituto Nacional de Estadística reseñaba un crecimiento del 7,2% de venta en el comercio al por menor en La Rioja. Un aumento incluso por encima de la media nacional, que fue del 5,5%, aunque eran cifras que aún así distaban mucho de la venta de los meses previos a la pandemia. 

«Pero se estaba apreciando una reactivación ya». Reactivación, que según la Cámara de Comercio se ha frenado en Navidad «por el nuevo rebrote de la covid, con esta sexta ola inesperada de tantos casos, por la inflación y por el crecimiento del precio en los costes». «Todo esto está suponiendo una auténtica pesadilla para el comercio», explica Nicolás, que detalla que esa «tendencia se empezó a ver tras el puente de la Constitución». 

 Hay sectores, como el textil, que se han visto más afectados. Alimentación resiste mejor, aunque el confinamiento de personas afectadas por el covid resta ventas. «Iba la cosa bien, pero esta ola ha afectado de forma brutal», añade Nicolás, que cita el ejemplo de los productos perecederos. Los comercios de alimentación hicieron acopio de mercancía, con la expectativa de que la presente Navidad sería la del reencuentro, con más celebraciones familiares, a lo que se sumó el anuncio de huelga de transportistas. Y ahora temen quedarse con demasiado stock. Tambien han sufrido el empeoramiento de la pandemia restauración y hostelería, con cenas y cotillones anulados.  

rebajas en el aire. Con todo, las rebajas podrían ser la clave para salvar la campaña, «pero hay mucha incertidumbre», porque la sexta ola no ha llegado a su fin. 

Los primeros días de enero son tradicionalmente un buen momento para las ventas, y habrá mucho producto en los comercios, «porque la campaña de Navidad se ha ido desinflando», apunta Florencio Nicolás, que advierte de que los comerciantes son conscientes de que hay mucha gente confinada y mucha incertidumbre.

 La Cámara de Comercio reitera su propuesta de recuperar la fecha del 7 de enero, justo después de lafestividad de Reyes, como inicio de las rebajas de invierno, para no debilitar más al pequeño comercio.