La Rioja, tercera región con menor temporalidad

Feli Agustín
-

Con todo, menos del 9% de los contratos de 2021 fueron indefinidos, un déficit que quiere atajar la reforma laboral

Un operario de la construcción trabaja con una grúa en Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

La contratación temporal, uno de los grandes caballos de batalla en la negociación de la reforma laboral, es uno de los aspectos que más se han visto modificados por un texto que, con la bendición del Gobierno, han consesuado la patronal CEOE y los sindicatos UGTy Comisiones Obreras. En concreto,    desaparece el contrato por obra o servicio y se redefinen el previsto por circunstancias de la producción y para sustitución del trabajador (antigua interinidad);y se endurecen además las sanciones por contratación temporal fraudulenta. Esta circunstancia es bienvenida por los responsables de las centrales sindicales mayoritarias en La Rioja, que confían en que las modificaciones normativas corrijan los principales déficits del mercado laboral, la precariedad y la temporalidad.

Según los datos recogidos por el Servicio Púbico de Empleo Estatal (SEPE), menos del 9% (8,66%) de los contratos firmados en LaRioja el año pasado tuvieron carácter indefinido. Y ello sin perjuicio de que La Rioja es la tercera comunidad con el nivel más bajo de temporalidad de todo el país, según la última Encuesta de Población Activa, correspondiente al tercer trimestre de 2021, que señala que el 77,9% de los trabajadores riojanos son indefinidos. En esta magnitud coincide  el  IX Monitor Anual Adecco de Ocupación, un documento, hecho público a finales de diciembre, que señala que la eventualidad afecta al 22,1% de los trabajadores de esta comunidad, solo por detrás de Madrid y Cataluña en un ránking que encabeza Extremadura, con el 35,2%, y que muestra una media nacional del 26%. La tasa de aumento entre el tercer trimestre de 2020 y el de 2021 ha sido muy leve, del 1,6%, frente al 13% español o el 25% de Canarias.

«Es una modificación tremendamente positiva», afirma el secretario general de UGT, Jesús Izquierdo, que señala que de los 10.000 contratos que se firmaron en diciembre pasado solo 1.000 fueron indefinidos, de los que un 40% lo fueron por obra y servicio y el resto por circunstancias de producción. «El nuevo elemento que introduce esta reforma actúa fundamentalmente en cómo limitar estos contratos eventuales, que van a estar muy definidos y acotados en función de las circunstancias del sector en el que se produzcan», explica Izquierdo, que añade que se va a incidir, en particular, en el contrato de obra y servicio, cuya utilización está siendo «abusiva» en algunos sectores y «nada tiene que ver con el espíritu» con el que fueron concebidos.

Considera que este es el principal problema que corrige el nuevo texto porque, destaca, «hay que tener en cuenta que en nuestro país en el último año solo el 9% de los contratos han sido indefinidos» y el resto tienen carácter eventual «que no obedecen a ninguna justificación determinada».

Su homólogo de CCOO, Jorge Ruano, resalta que el acuerdo tienen en la diana la reducción  de la temporalidad, «algo que nos lleva reclamando mucho tiempo Europa», a quien España duplica la tasa de eventuales. «Es un obstáculo para nuestro crecimiento», asegura quien cree que era necesario intervenir porque todas las reformas que se han realizado en nuestro país desde los años 80 han intentado crear empleo «aumentando la temporalidad», lo que «ha pervertido» contratos como el de obra y servicio, que nació específicamente para el sector de la construcción. «La Justicia ya ha dicho que era abusivo y había que corregirlo», explica el secretario general de Comisiones, que afirma que de este tipo de contratos se «abusa» no solo la hostelería, sino también la empresa manufacturera.

«Es complicado que una empresa afronte procesos de formación y cualificación con plantillas absolutamente temporales, con las que es difícil atraer talento», argumenta Jorge Ruano, que considera que esta es una apuesta «muy importante» y espera resultados patentes a medio plazo.

Temporalidad necesaria. Por su parte, el presidente de la FER, Jaime García-Calzada, valora de forma positiva este acuerdo, que destaca que es fruto del diálogo social entre empresarios y trabajadores, puesto que «en las cuestiones más importantes mantiene la regulación actual y permite a las empresas y autónomos tener la necesaria flexibilidad, si bien su impacto en todos los sectores de actividad no será igual y habrá que ir analizándolo».

En todo caso, destaca la importancia de la contratación temporal para el desarrollo de muchas actividades de empresas y autónomos, que «podemos responder a una fuerte demanda de trabajo, picos de actividad y producción en momentos o épocas determinadas del año».  Por ello, resalta el presidente de la patronal, «es fundamental mantener la temporalidad de la contratación y responde a una necesidad de las empresas».

García-Calzada avanza que el sector más afectado en esta reforma será el agrario, «que reclama una mayor flexibilidad debido a las características de su actividad» y resalta que el acuerdo «proyecta una imagen internacional de España muy positiva». 

Recalca, además,  que «habla también de la capacidad de las organizaciones empresariales y sindicales  para alcanzar acuerdos en beneficio de toda la sociedad y de nuestro país» para seguir creciendo y compitiendo en las mejores condiciones.