Los Lirios pide paso

Nuria Pajares
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Cada viernes, la Asociación de Vecinos se manifiesta junto a la rotonda que da entrada al barrio para pedir más seguridad vial. La pasarela peatonal es una demanda histórica, pero hay otras reivindicaciones, como un colegio y más servicios

Varias personas aguardan en el paso de cebra a que el semáforo se ponga en verde. El trasiego diario de viandantes por este punto en muy intenso. - Foto: Ingrid

Accesos seguros', 'Dotaciones ya', rezan las pancartas que, cada viernes desde hace cuatro años, sustentan representantes de la Asociación de Vecinos de Los Lirios, en Logroño. A las 8:40 y con el apoyo de la Policía Local, que corta el tráfico durante quince minutos, se sitúan en los pasos de cebra anexos a la rotonda que conecta su barrio con Avenida de la Paz y la autovía A-13 con un objetivo claro: demandar al Ayuntamiento la construcción de una pasarela peatonal que les garantice seguridad y esquivar el flujo de vehículos;más, si cabe, a esa hora, en la que familias con niñas y niños cruzan los pasos camino al colegio.

Fue a finales de 2019 cuando el Ayuntamiento de Logroño anunció que incluiría dos semáforos con un pulsador para el peatón en cada uno de los pasos de cebra. A día de hoy y con una vuelta a la vida escolar tras la Navidad, sólo uno está instalado, de manera que el paso de cebra que discurre por la carretera que da acceso a la autovía no tiene esa regulación semafórica. 

«Es peligroso el segundo cruce», alerta Francisco Herce, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Logroño, que se manifiesta en compañerismo con Los Lirios. «Pasan una barbaridad de vehículos y camiones de gran tonelaje. Hoy hacemos la reivindicación», señala, enfatizando que este punto peligroso marca el día a día del vecindario. «Si vas a la farmacia, al colegio…tienes que pasar por este cruce, con el riesgo que conlleva, porque no hay ningún servicio en este barrio». 

Como alternativa, muestra el «gran rodeo» para acceder a Avenida de la Paz a través de la pasarela del Centro Comercial Berceo. Mientras, una vecina de la zona acompañada por su hija apunta que solían rodear el barrio, en dirección La Estrella, para acudir al colegio.

José Antonio Fernández, actual presidente de la Asociación de Vecinos de Los Lirios, pancarta en mano, apoya a Herce respecto a la instalación del semáforo. «Sabíamos que era un parche, pero  es mejor que nada; estamos viendo que no es la solución. Desde el Ayuntamiento dicen que están trabajando por encontrarla». 

Aun así, no se muestra confiado en que la pasarela se construya a corto plazo. En septiembre de 2019, la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible estimó, como explicó en un comunicado en referencia a un estudio sobre la viabilidad de esta instalación, que «no parece imprescindible la creación de otro paso elevado en la zona, dada la cercanía de los citados pasos (la pasarela del centro comercial Berceo y al paso bajo la LO-20 que enlaza con Lobete), ya que no se mejoraría los accesos peatonales al barrio, tanto en la longitud de los recorridos, como en la comunicación con los distintos puntos de la ciudad». 

De esta manera, acordó la instalación del semáforo con pulsador y la vigilancia policial en ambos cruces a las 8:45 en días laborables. «Si estas medidas no fueran suficientes para resolver el problema, el Ayuntamiento de Logroño evaluará la necesidad de adoptar medidas posteriores que incluyen la posibilidad de construir una pasarela peatonal», detallaba el comunicado.

La instalación de esta infraestructura no se contempló por primera vez en esta legislatura, sino que se lleva demandando desde años atrás. De hecho, Herce explica que «hubo un anteproyecto durante la alcaldía de Cuca Gamarra», en el que se pensó en colocar la pasarela hacia la izquierda de los actuales pasos de cebra en forma de 'u' y aprovechando el desnivel de la autovía. «El carril bici está muy bien, pero aquí casi es excesivo y nadie lo ha pedido», completa Fernández, con lo contrapone a la pasarela, reclamada desde 2012.

Y es que esa rotonda de acceso al barrio es uno de los puntos negros en el mapa logroñés. En la presente década, dos personas han perdido la vida en sus inmediaciones, ambas en 2011. Las víctimas fueron un anciano de 86 años y una mujer de 44 años. En 2003, antes de la construcción de la A-13, falleció un hombre en un atropello. 

Durante la protesta, varias familias se dirigen al colegio Obispo Blanco Nájera, el más cercano al barrio, rozando los diez minutos andando. De ahí que, junto a la pasarela, la Asociación demande un centro de Educación Infantil y Primaria como solución al temido paso. 

Un colegio en el olvido. En 2015 se presentó la propuesta, que resultó aprobada por unanimidad del pleno. En marzo de 2021, el pleno actual volvió a acordarlo sin votos en contra y en septiembre se acordó una moción para instar al Gobierno de La Rioja a incluir una partida para su construcción en los Presupuestos de 2022.

Fernández lamenta no haber recibido noticias. «¿Por qué si en su día votaron a favor, ahora no se hace? ¿Tanto habéis cambiado? ¿Tanto ha cambiado el barrio? Indiferencia, les da igual, hacemos este pequeño ejercicio de 15 minutos cada viernes para hacernos notar un poquito», explica. En 2019, según el Banco de Datos y Observatorio de la Ciudad, en Los Lirios residían 404 personas de entre 3 y 12 años.

 

Sin centro de salud ni farmacia.

Entre las demandas de Los Lirios a las administraciones está la construcción de un centro de salud propio, dado que ahora deben acudir al Joaquín Elizalde, a más de 20 minutos caminando. También adolece el barrio de falta de farmacia, con la más cercana a un cuarto de hora, en Avenida de la Paz. «Esto no va de que es una autovía, va de creerse que la ciudad puede ser justa y accesible para todos», reflexiona Enrique Cabezón, vecino de Los Lirios, asiduo en la manifestación semanal y antiguo presidente de la Asociación. No tener en cuenta los condicionantes sociales en la movilidad con el acceso a los servicios públicos es una tara gravísima; viniendo de un Gobierno presuntamente socialista, mucho más», apostilla.