Los niños aprenden historia al ritmo de los gigantes

Víctor Zurrunero
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A falta del tradicional pasacalles, los gigantes y cabezudos celebraron un acto en la plaza del Ayuntamiento donde mostraron su trabajo y quiénes eran los personajes que representan las figuras

En la imagen, el gigante que representa a Nieves Sáinz de Aja baila durante el acto de que se celebró ayer en la plaza del Ayuntamiento. - Foto: Ingrid Fernández

La plaza del Ayuntamiento fue el escenario ayer del reencuentro de los gigantes y cabezudos con los logroñeses, especialmente con los más pequeños. 

El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, destaco la buena aceptación de un acto que ha tenido que adaptarse, como el resto de actividades, a la pandemia. Este año, no han podido recorrer las calles de la ciudad y, como alternativa, organizaron un acto, con aforo y  público sentado, en el que quisieron mostrar su trabajo con los gigantes y cabezudos, así como explicar la historia de los personajes que hacen bailar en las fiestas, como el general Espartero o el gaitero Serafín Abeytua. Una lección de riojanismo, a la que los niños asistieron entusiasmados. «Desde hace algunos años organizábamos un día de puertas abiertas pero este año ha sido más a lo grande», recuerda el secretario de la Escuela Asociación de Gigantes y Cabezudos de Logroño, Chema Pérez.

Como siempre, la alegría y la emoción se desbordaba cada vez que alguno de los gigantes o el grupo de cabezudos danzaba, recorriendo la plaza. «Al final ha quedado bonito y dinámico», afirma Pérez, y recuerda que con «los mocetes», esa mezcla de miedo, admiración y curiosidad «siempre funciona».

Entre el numeroso público congregado, María y su hijo Alejo disfrutan de la música y el baile de estos personajes. Es la primera vez que vienen a verlos, explica y apunta que este año, tiene «una sensación rara, ya que con la pandemia no puedes acercarte o tocarlos», explica. Algo que parece no afectar al pequeño Alejo, de tres años, que asegura que le gustan mucho, mientras no aparte la mirada de ellos. 

A Martina, de 4 años, también le encantan los gigantes y cabezudos,  especialmente uno, explica, señalando hacia la figura del personaje que representa a la riojana Nieves Sáinz de Aja. Además, en los sanmateos a Martina le gusta mucho ir a las barracas. Sentada sobre las rodillas de su madre Marta y junto a su padre Adrián, se anima a dar palmas al ritmo de la música tradicional, a cargo de los dulzaineros de Logroño, Gaita y Tambor. 

«Solemos venir todos los años», afirma Adrián, quien echa de menos poder disfrutar de ellos por la calle. «Nos gusta más cuando van en el pasacalles y les vamos acompañando». Las fiestas con niños se viven de una manera particular, condicionada por los gustos de los más pequeños. «Son diferentes pero muy enriquecedoras», señala, «más que cuando éramos jóvenes». 

Por su parte, Flor y su marido han venido desde San Adrián, donde viven, para pasar un día con sus nietos, que residen en Logroño. «Después de ver a los gigantes iremos a tomar un vermú», detalla, «mientras mi hija trabaja». Aleix, uno de sus nietos, afirma que le gustan mucho, especialmente los gigantes y asegura que se lo pasa muy bien con sus abuelos. 

La entrada en escena de los cabezudos fue uno de los momentos más divertidos de la jornada. Estos simpáticos personajes se mostraron cómplices con los pequeños espectadores. Debajo de uno de ellos iba Juan. Con apenas siete años, es un apasionado de los Gigantes y Cabezudos,  desde que empezó a bailarlos con tres, gracias a un simpático muñeco que le hicieron sus padres. Juan representa la futura generación ya que le gustaría seguir con ellos cuando sea mayor y explica que su preferido es el personaje del General Espartero.