Nace WeLASER, el sistema que quiere acabar con el herbicida

SPC
-

El proyecto se fundamenta en la aplicación de dosis letales de energía en los meristemos de las malas hierbas con un láser de alta potencia

Nace WeLASER, el sistema que quiere acabar con el herbicida

El proyecto WeLASER empieza su andadura con el objetivo de acabar con la utilización de productos químicos en la eliminación de las hierbas no deseadas. Por delante, casi tres años (comenzó el 1 de octubre y finalizará el 30 de septiembre de 2023) en los que se dará forma a un prototipo de solución tecnológica que requerirá un posterior desarrollo para ser comercializada.

En un contexto de creciente población mundial y necesidad de reducción del uso de pesticidas y fertilizantes, WeLASER busca su sustitución. Las soluciones mecánicas contribuyen a deteriorar las propiedades del suelo, dañan sus organismos beneficiosos y proporcionan malos resultados para la eliminación de malas hierbas. Sin embargo, este sistema se enfoca en el manejo no químico de hierbas no deseadas basado en la aplicación de dosis letales de energía en los meristemos de dichas hierbas utilizando una fuente láser de alta potencia. Estos meristemos son los tejidos responsables del crecimiento de los vegetales y eliminándolos se acaba también con la planta en cuestión.

Un sistema de visión de Inteligencia Artificial discrimina los cultivos de las hierbas adventicias y detecta la posición de sus meristemos para apuntar con el láser sobre ellos, utilizando un escáner. Un controlador inteligente coordina estos sistemas y utiliza Internet de las Cosas y técnicas de computación en la nube para administrar el conocimiento.

Un vehículo autónomo conduce de manera eficiente el conjunto de sistemas por la explotación para su correcta aplicación. Esta tecnología proporcionará una solución limpia al problema de la eliminación de malas hierbas y ayudará a reducir significativamente los productos químicos en el medio ambiente, reduciendo los posibles efectos adversos sobre la fauna, los acuíferos o los propios seres humanos.

El proyecto está financiado por la UE y coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Además cuenta con la participación de diversos entidades internacionales, entre ellas COAG. Durante el periodo de ejecución se testará su eficacia en cultivos de trigo, maíz y patata y a finales de 2023 estará disponible un prototipo que requerirá un posterior desarrollo para ser comercializado.