El juicio previsto este lunes en la Audiencia Provincial de Logroño por un intento de homicidio se ha suspendido, dado que uno de los abogados ha renunciado porque su cliente no había satisfecho los honorarios previstos y, a su vez, este también ha renunciado a este letrado.

Además, otra de las abogadas defensoras ha pedido un aplazamiento del juicio porque no había podido contactar con su cliente hasta hace cinco días, lo que le ha impedido preparar la defensa.

El fiscal, por su parte, ha apoyado la suspensión de la vista para preservar el derecho de defensa de dos de los tres acusados, ya que el tercero no ha planteado ninguna petición para suspender el juicio.

El tribunal ha hecho suyo el argumento del fiscal, ha acordado la suspensión de la vista, para que se fijará una nueva fecha; y ha requerido al acusado que ha renunciado a su abogado que, en el plazo de 5 días, designe letrado, dado que, de no ser así, se le asignará uno de oficio.

También ha indicado que no admitirá más renuncias de letrados por la gravedad de los hechos que se juzgan, con el fin de no dilatar "sine díe" la vista y preservar el derecho a la defensa formal y real.

El fiscal, en su escrito de acusación inicial, pide una pena conjunta de 24 años de cárcel para 3 jóvenes como presuntos autores de un delito de homicidio en grado de tentativa a otro de 26 años, a quien propinaron una paliza y apuñalaron con arma blanca a la salida de una discoteteca de Logroño, en la madrugada del 21 de octubre de 2017.

Califica estos hechos como un delito de homicidio en grado de tentativa, con la agravante de abuso de superioridad; y pide para cada acusado una pena de 8 años de cárcel.

Según el relato del fiscal, hacia las 6 horas del 21 de octubre de 2017, los tres acusados estaban en el exterior de la discoteca, en compañía de otro menor, contra el que se han seguido diligencias en el Juzgado de Menores por esta causa.

Uno de los acusados, que estaba muy agresivo incitando a un conocido a que agrediera a un joven que había en el lugar, al ver que éste se marchaba, se puso a gritar que "iba a matarlo, que era una mierda".

La víctima, que estaba sentada en un banco junto a unos amigos, al oír las amenazas, intentó calmar a los procesados diciéndoles que "ese chaval no es un mierda, que es mi amigo”, momento en que otro de los imputados, sin mediar palabra, le propino un puñetazo en la cara.

Este, para evitar que el imputado volviera a agredirle, le agarró del jersey y se produjo un forcejeo entre ambos, momento en el que los otros dos acusados y el menor acudieron en su apoyo y entre los cuatro le tiraron al suelo y le propinaron patadas y puñetazos por todo el cuerpo.

En el transcurso de la agresión, uno de los acusados sacó una navaja que llevaba en la cintura y, con intención de acabar con la vida de la víctima, se la clavó con fuerza por dos veces consecutivas en el abdomen, mientras gritaba a sus compañeros “que lo mataran” , los cuales, animados por aquel , siguieron propinándole puñetazos y patadas.

Varios de los amigos de la víctima se acercaron a los procesados para intentar apartarlos y ayudarle a levantarse y, cuando esta lo logró, salió corriendo, pero los acusados, al verla salir, le persiguieron hasta alcanzarla y, nuevamente, los cuatro (incluido el menor) volvieron a darle una paliza hasta que vieron aproximarse a un número elevado de personas y salieron huyendo.

La víctima fue trasladada al Hospital San Pedro de Logroño y, como consecuencia de estas lesiones, precisó tratamiento quirúrgico y el ingreso hospitalario 28 días, más otros 275 que estuvo incapacitado para su ocupaciones habituales.