El Atlético de Madrid era el pupas pero en la Asobal hay muchos equipos que van camino de serlo. Aunque ninguno de ellos tiene responsabilidad alguna en esta atribución. El Palacio de losDeportes debería haber reabierto sus puertas el pasado sábado pero la Covid se llevó por delante las previsiones del Balonmano Logroño que concluye la jornada 8 de competición con solo tres partidos disputados.
A su pesar, Miguel Velasco se ha convertido en un visionario. El Logroño no ha sido el único equipo en el que la Covid ha tomado posesión al tiempo que la generalización de la pandemia hará muy difícil que la temporada pueda resolverse tal y como está planificada: 34 jornadas dividas en dos vueltas.
Tras el aislamiento en la plantilla riojana, los positivos se han sucedido en el resto de clubes. El Nava, primer rival de los riojanos, ha confirmado 17 contagios mientras que en el Cuenca han sido once. Bidasoa, Puente Genil, Aranda o Barça también han confirmado casos en esta atípica temporada.
Si todo hubiera sido normal, hasta la fecha se hubieran jugado 72 encuentros pero la crisis sanitaria ha impedido que 24 partidos se hayan resuelto por ahora.
De la primera jornada, resuelta hace menos de una semana, quedan pendientes cuatro citas: Aranda-Puente Genil, Benidorm-Granollers, Bidasoa-León y Nava-Huesca.
La jornada 2 y la 4 se disputaron en su integridad mientras que la 3 está prevista para el próximo 16 de diciembre.
Y, a partir de la quinta jornada, el calendario es un descuadre. El Valladolid-Logroño debería jugarse este miércoles a las 20.30 en el Huerta del Rey. De la sexta fecha son tres las citas por reprogramar: Huesca-Benidorm, Sagunto-Aranda y Logroño-Bidasoa (28 de octubre, 20.45 horas aunque los iruneses están confinados).
De la séptima, son dos los choques por actualizar (Benidorm-Logroño y Aranda-Anaitasuna) mientras que la octava, que debería haberse completado el pasado fin de semana, tiene cinco duelos pendientes: Anaitasuna-Puente Genil, Sagunto-Cuenca, Nava-Benidorm, Guadalajara-Bidasoa y Logroño-Cisne.
Es decir, 24 partidos para reprogramar de un total de 72. Y eso cuando sólo se ha disputado un cuarto de la competición.
Miguel Velasco, técnico del Logroño, fue el primero en advertir que esto podía suceder: «Nos hemos empeñado en jugar como si no fuera a pasar nada pero la realidad nos está atropellando». «Todos sabíamos que esto iba a pasar», lamenta.
El problema, en su opinión, no son los 24 encuentros no disputados sino el hecho que «nadie dice nada». El entrenador del Balonmano Logroño cree que habrá que replantearse la temporada o «jugar tres partidos por semana» y en plena pospandemia será imposible hacerlo.