Con casi cuatro décadas en el olimpo de las estrellas del pop español millones de personas de varias generaciones (y quien diga lo contrario no está siendo sincero) han cantado a voz en grito alguna de sus canciones, de Sufre mamón -su título real es Devuélveme a mi chica- a Voy a pasármelo bien. A pesar de su dilatada trayectoria, el grupo madrileño no atisba le final de su carrera, que añade otro hito el próximo octubre con un nuevo trabajo de estudio, La esquina de Rowland. A las 22.30 de esta noche, la plaza del Ayuntamiento será testigo de nuevo de la actuación de Hombres G, para cuya asistencia habrá que coger entradas desde las 5 de la tarde en el auditorio municipal. 

Ustedes llevan casi 40 años sobre el escenario. ¿Imaginaron alguna vez que actuarían en una plaza sin que los espectadores pudieran ponerse de pie a bailar sus canciones?

Ni en la peor de nuestras pesadillas hubiéramos imaginado tal cosa, pero lo cierto es que después de mas de 20 conciertos ya no nos parece tan extraño, aunque no terminamos de acostumbrarnos a esta situación tan rara. 

¿Les obliga esta nueva situación a hacer un esfuerzo especial para conectar con el público? ¿Son los conciertos diferentes? 

Realmente, nos comportamos como antes de la pandemia. Hacemos lo mismo encima del escenario, pero es difícil ver si la gente está disfrutando o lo está pasando bien, con las mascarillas y eso…aunque luego lo demuestran con aplausos, que nos hacen muy felices. 

¿Y cómo responden los espectadores en esta gira que protagonizan?

La verdad es que la gira, a pesar de las circunstancias, está siendo inmejorable. Hemos agotado las localidades en prácticamente todos los sitios y los comentarios del publico no han podido ser mejores. 

Sin duda, la cultura ha sido uno de los ámbitos más perjudicados por la crisis sanitaria. ¿Cómo les ha afectado a ustedes?

Imagínate, desde marzo del año pasado hemos estado sin poder pisar un escenario, pero la gente mas perjudicada han sido todos los trabajadores alrededor de un concierto.  Ellos han sido, realmente, los más afectados.

‘Nunca hemos sido los guapos del barrio’ es el título que el libro que Javier León ha escrito sobre ustedes. ¿De verdad que en un momento de sus vidas, cuando eran las más jóvenes estrellas del país, no se creyeron los más guapos del lugar?

¡No, qué va! Nos reíamos de esa situación. A nosotros solo nos interesa la música y el circo alrededor nos daba bastante igual. Nos hacía felices poder seguir grabando discos y no el creernos los más guapos del barrio. 

¿Y cómo han cambiado? 

Poco. Seguimos siendo felices pudiendo hacer discos y giras, que es lo que más nos motiva. 

¿Cómo se logra seguir gustando a la generación X y, a su vez, atraer a los millenials?

Sinceramente no lo sabemos. ¿Las canciones? ¿Haber huido de las modas que terminan pasando? ¿Trabajando un montón? ¿Huyendo de la nostalgia? ¿Mirando al futuro? Puede que sea alguno de estos ingredientes.

En la plaza del Ayuntamiento, donde ustedes van a ofrecer un concierto, actúan también Nil Moliner y un dj, Alexander Som. Aunque ninguno haga reguetón, ¿qué opinión les merece la música actual?

La tecnología y las redes sociales están saturando el mercado de montones de producciones de muy mala calidad que hace años se hubieran quedado en meras maquetas en el fondo de un cajón. ¡Se publican de 20.000 a 25.000 canciones al día! La cantidad supera la calidad claramente. De todos modos, hay cosas nuevas atractivas que nos interesan en medio de ese maremágnum. 

¿Cómo se sienten cantando ‘Sufre mamón’ a su edad?

Muy afortunados y agradecidos de haber hecho esa canción. 

Lo que tienen algunas de estas canciones de entonces -y no es solo su caso- es que se alejan de la corrección política imperante. ¿Cómo lo afrontan?

Con total tranquilidad y la conciencia muy tranquila.

¿Siguen teniendo el mismo éxito en América como el que gozaron antaño? 

Afortunadamente tenemos más. En los últimos años hemos ofrecido los mejores conciertos de nuestra vida, especialmente en Estados Unidos.

Publicarán próximo disco el 8 de octubre, ‘La esquina de Rowland’; han estrenado una canción, ‘Antes de ti’. Ya veo que siguen en la brecha. ¿Qué puede decirnos del nuevo disco?

Es un disco inesperado, hecho en pandemia, muy especial por las circunstancias en las que lo hemos grabado. En casa, encerrados los cuatro, disfrutando y centrados al 100% en la grabación. Nos encanta el resultado y puede que sea uno de los tres o cuatro discos esencialmente más Hombres G que hemos hecho.

Se está rodando una película sobre ustedes también.

Sobre nosotros no realmente, nuestra música si va a ser un elemento principal, pero no es una biografía sobre nosotros. Va a ser una gran película, sorprendente por su calidad y presupuesto y por la gran clase de sus personajes y actores. La previsión es que se estrene el verano del año que viene.

Llevan los cuatro juntos 40 años,con una separación por medio, eso sí. ¿Cómo se cimenta una relación tan larga?

Con admiración y respeto a la personalidad de cada uno.  Fuimos muy amigos desde pequeños, antes de Hombres G, y esa relación se consolidó con el trabajo en común de tantos años.

Han recibido la medalla de oro al mérito de las bellas artes. ¿Cómo te sienta una cosa así? 

Con alegría y orgullo de ver que tanto trabajo ha merecido la pena, que se hace justicia a un trabajo hecho con toda la humildad y corazón durante cerca de 40 años.  

¿Qué les queda por hacer?

Muchas cosas, siempre decimos que el mejor concierto, el mejor disco está por venir, aunque cada día el listón está mas alto. 

Fue David Summers quien citó la frase de ‘Chinatown’ «Políticos, edificios viejos y prostitutas se convierten en honorables si duran lo suficiente».¿Se han ganado ya esa honorabilidad?

Por putas y edificios viejos seguro ? jajá... Habría que cambiar esa frase y sustituir los políticos por músicos.

El año que viene cumplen 20 años  desde su reunión tras un periodo separados . ¿Ven el final del viaje?

Sobre el escenario llevamos desde el 85 y el año que viene cumplimos 20  desde que volvimos los cuatro a la carretera y parece que fue ayer. Nunca hacemos planes a largo y de momento no nos va mal.