Los riojanos recuerdan con flores a sus difuntos

Efe
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El cementerio de Logroño cuenta con miembros de los Hermanos Fossores de la Misericordia, cuya misión es cuidar y mantener las instalaciones

Entrada al Cementerio de Logroño. - Foto: Ingrid

Los riojanos han cumplido este lunes, festividad de Todos los Santos, con la tradición de visitar los cementerios para recordar con flores a sus familiares y amigos.

En el caso de Logroño, a pesar de que este primer día de noviembre ha amanecido lluvioso, el sol ha lucido a lo largo de la mañana y ha animado a cientos de logroñeses a desplazarse hasta el camposanto.

Este día de Todos los Santos ha sido muy diferente al de 2020, cuando la pandemia de covid-19 obligó a realizar un estricto control de acceso al cementerio logroñés, donde había aforo restringido y toma de temperatura.

Además, la alta incidencia registrada en el otoño pasado motivó el cierre perimetral de Logroño y Arnedo del 30 de octubre y hasta el 30 de noviembre, por lo que muchos riojanos no pudieron desplazarse a visitar los camposantos de otras localidades.

Este 1 de noviembre, los logroñeses han podido depositar ramos de flores, macetas y coronas ante las tumbas, nichos y panteones de sus allegados, y, además, han podido utilizar el agua de las fuentes para adecentar las lápidas, algo que no pudieron hacer el año pasado para evitar contagios.

Los cementerios de Logroño y Guadix (Granada) son los dos únicos de España que cuenta con miembros de los Hermanos Fossores de la Misericordia, una orden religiosa católica dedicada al cuidado de los camposantos.

El cementerio civil de La Barranca, en Lardero, también ha celebrado un acto para recordar a las personas enterradas allí, la mayoría republicanos asesinados durante la Guerra Civil.