Media permanencia en Anduva

El Día
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Un solitario gol de Olaetxea, tras brillante acción de Paulino, permite a la UDL superar al Mirandés y festejar su décima victoria liguera

Nano Mesa fue una amenaza continua para los rojillos. - Foto: CD Mirandés

Ficha técnica:

Mirandés: Lizoain, Víctor, Pablo Martínez, Víctor Meseguer, Letic, Javi Muñoz, Caballero (Vivian, 46), Álex López (Sergio Moreno, 76), Iván Martín (Ezzarfani, 53), Jirka (JUan Berrocal, 46)  y Cristo.

UDL: Roberto Santamaría, Unai Medina, Álex Pérez, Bobadilla, Iago López, Paulino (Gorka Pérez, 78), Andy, Jaime Sierra, Iñaki, Olatexea (Dani Pacheco, 78) y Nano Mesa (Roni, 71).

Árbitro: Sagués Oscoz (colegio vasco). Amonestó a Iago López y Bobadilla.

Goles: 0-1, M. 64: Olaetxea remata a puerta vacía tras gran acción de Paulino.

Incidencias: encuentro correspondiente a la jornada 34 celebrado en Anduva. Sin público.

Paulino, probablemente el mejor jugador blanquirrojo en este 2021, regaló una asistencia para Olaetxea que vale media permanencia. La Unión Deportiva Logroñés sumó en Anduva su segunda victoria consecutiva para someter a un Mirandés inferior en todo a los riojanos.

El derbi se fue para Logroño gracias a la acción del cántabro bien culminada por Olaetxea. Pero antes del tanto del vizcaíno, Nano Mesa percutió una y otra vez contra la zaga burgalesa. Sólo la fiabilidad de Lizoain impidió un triunfo más holgado.

El conjunto riojano suma ya 39 puntos (eran 33 antes del pasado Sábado Santo). Son pocos pero son suficientes para soñar con la salvación en Segunda. La décima victoria liguera certifica el cambio de dinámica comenzado ante el Zaragoza, que continuó en Ponferrada y que se ha consolidado ante Tenerife y Mirandés. Ocho puntos de los últimos doce corroboran que el equipo de Sergio Rodríguez está muy vivo. 

Un Mirandés, con un eje de la zaga de circunstancias, arrancó mandón pero después de que Cristo pusiera en apuros a Roberto Santamaría nada más comenzar el encuentro, los riojanos enfriaron el partido. Lo hicieron para jugar a su ritmo y al de Nano Mesa, el futbolista más desequilibrante en el primer acto. El tinerfeño estuvo en todas pero le faltó la fortuna suficiente, que no determinación, para materializar su segundo gol como blanquirrojo. En el 15, a la media hora y en el 32, no acertó a superar a Lizoan aunque al menos llenó de incertidumbre a la zaga local. Su entendimiento con Olaetxea fue total pero el navarro evitó el gol de los blanquirrojos. El primer acto acabó con la UDL mandando, con Bobadilla, como en Ponferrada, sumándose al ataque.

Sin embargo, fue tras la pausa cuando se vio a un conjunto riojano más incisivo. José Alberto cambió de centrales y la UDL agradeció el movimiento. Tras unos minutos de dominio local, los de Sergio Rodríguez inclinaron el partido a su favor. La tuvo Andy con un cabezazo potente y centrado que mereció el gol. Lizoain se lució para evitar el primero en el 51 y lo volvió a hacer un minuto después con un mano a mano de Nano Mesa que, a la hora de juego, regaló una asistencia de oro a Paulino en una acción que no acabó en gol (aunque debió hacerlo) pero que fue invalidada por fuera de juego.

Sin embargo, fue Cristo con un balón en largo de Letic que desnudó a Álex Pérez y Bobadilla quien estuvo más cerca del 1-0. Su control fue canónico como lo fue la parada de Roberto Santamaría que, sin moverse del sitio, obnubiló al punta rojillo para mandar a córner la ocasión más clara de los locales.  

La intervención de Roberto Santamaría fue clave porque la UDL recuperó el pulso y en su siguiente combinación ofensiva, encontró el premio. Un balón en largo fue peinado en la medular para que Paulino la bajara al piso. El cántabro condujo el esférico y cargó contra tres centrales con la destreza suficiente para filtrar para Olaetxea que, libre de marca. festejó su primer gol de la temporada. Pero el mérito fue casi exclusivo del santanderino.

La sentencia debió llegar en otra combinación infinita con Roni, Iñaki y Andy que Lizoain desbarató cuando el capitán estuvo a punto de celebrar su cuarto tanto en quince días. El Mirandés estaba aturdido y sólo Cristo, siempre asistido por Letic, era el único con las ideas claras.

Roberto Santamaría atajó seguro un remate ajustado de Meseguer en el último conato rojillo. Los riojanos replegaron bien, sin conceder ningún resquicio a un Mirandés siempre a merced de una Union Deportiva Logroñés que estuvo sin ganar noventa días pero que en ocho ha sumado seis puntos vitales hacia la permanencia. El colchón vuelve a ser el de antaño: un partido y medio (4 puntos) con ocho en juego.