Primer borrón del curso para el Logroño

Efe
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El Logroño, tras un mal arranque de partido, sucumbe ante un Valladolid mucho más entero desde el inicio

El Valladolid fue muy superior al Balonmano Logroño. - Foto: Atlético Valladolid

Ficha técnica:

32- Recoletas Atlético Valladolid (15+17): César Pérez (Carlos Calle, ps), Nico López (2), Dani Pérez (3), Patrianova (2), Roberto Pérez (-), Serrano (5,2p), Víctor Rodríguez (1), Adrián Fernández (3), Miguel Martínez (8), Ugarte (8), Diego Camino (-), Manu García (-), Miguel Camino (-), Turrado (-).

25- BM Logroño La Rioja (9+16): Da Rosa, Dorado (-), Serradilla (1), Ceretta (1), Moreira (6), Eduardo Cadarso (1), Hackbarth (-), Sánchez-Migallón (1), Oswaldo (3), Balenciaga (7), Agustín Casado (5).

Parciales cada cinco minutos: 3-0, 6-2, 9-2, 12-4, 13-5, 15-9 (descanso); 18-12, 21-16, 25-17, 27-21, 31-24 y 32-25 (final).

Árbitros: Sergio Rodríguez Estevez y Andrés Rosendo López (Federación de Galicia). Excluyeron dos minutos a Víctor Rodríguez (m.13), Nico López (m.24), Turrado (m.49 y 53), del Recoletas Valladolid y a Oswaldo (m.35), Ceretta (m.38), del BM Logroño.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de Liga Asobal -que fue aplazado en su día-, disputado en el polideportivo Huerta del Rey ante unos 700 espectadores.

El Logroño mostró en Valladolid su rostro más humano en la que fue su segunda derrota liguera ante un Valladolid mucho más entero y que, desde el inicio, pasópor encima del cuadro de Miguel Velasco. El recital de juego que ofreció el Valladolid noqueó por completo a un Balonmano Logroño que nada pudo hacer para frenar a un rival muy seguro y efectivo en todas las facetas y que mostró un altísimo nivel durante los sesenta minutos. El 32-25 final hizo justicia a lo exhibido en el Huerta del Rey.

Sin mascarillas finalmente, tras la rectificación de la Junta, el partido comenzó siendo dominado, de manera clara, por el Recoletas, que aprovechó cada error visitante para establecer un parcial de 4-0, que obligó a  Velasco a solicitar el primer tiempo muerto en el minuto 6.

El juego con el pivote daba buenos réditos a los vallisoletanos, que siguieron ampliando la renta (12-4), ante un errático y desconocido Logroño, que se mostraba incapaz de superar la barrera defensiva local y a un intratable César Pérez en la portería y que, por tanto, solo pudo recortar dos goles al descanso (15-9).

Los riojanos mejoraron sus prestaciones ofensivas, con Balenciaga y Casado, pero aun así, no supieron romper la dinámica de juego del Valladolid, que halló en Miguel Martínez a su principal referente en ataque. Esa entrega grupal permitió a los vallisoletanos seguir controlando el marcador de manera holgada (27-20).

Los de David Pisonero funcionaban como una máquina perfectamente engranada, apenas dejaban resquicios en defensa y, cuando ofrecían un hueco, aparecía la figura de César Pérez. Del mismo modo, cuando en la segunda mitad Logroño anuló a Ugarte en el pivote, en el Recoletas surgía el joven Miguel Martínez, Adrián Fernández o el efectivo extremo Jorge Serrano. Con un encuentro prácticamente perfecto, los locales mantuvieron el mismo ritmo hasta el final, para hacerse con una nueva victoria, en este caso, ante un fuerte rival, con objetivos más ambiciosos.

Los riojanos piensan ya en su próxima visita a Aranda.