Si todo hubiese sido normal, Sergio Cordovín (Mendavia, 2000) hubiese jugado este domingo, en Merkatondoa, su primer partido como titular en Segunda B. Sin embargo sus expectativas se fueron al traste el pasado jueves cuando el atacante blanquirrojo se lesionó de gravedad en Pradoviejo.

Su pierna izquierda se quedó clavada, la rodilla se le flexionó hacia dentro y notó un chasquido. «Pensé que me había roto el ligamento interno pero ha sido el cruzado», lamentaba el futbolista desde Mendavia, donde guarda reposo.

El fútbolista de la SDL será operado en unas tres semanas de esta grave lesión que, en principio, le tendrá apartado de los terrenos de juego «seis o siete meses». El navarro aún no quiere decir adiós a la temporada aunque será muy difícil que vuelva a jugar esta campaña.

Las lesiones nunca vienen en buen momento pero Cordovín apuntaba a jugador revelación de una SDL que ha  regresado con fuerza a Segunda B. El atacante debutó ante la Mutilvera en la segunda mitad aunque su buen rendimiento en los entrenamientos no pasaron desapercibidos para Albert Aguilá.

«Tenía muchas expectativas en este año», lamenta un jugador que, formado en las categorías inferiores de Izarra y Osasuna, el pasado año despuntó en el Varea.

El objetivo del blanquirrojo es «recuperarme al cien por cien» y tirar de optimismo. Desde el jueves no para de recibir mensajes de apoyo, especialmente de sus compañeros de vestuario: «Me dan muchos ánimos. Me han dicho que volveré más fuerte y la verdad es que no lo dudo».

De momento, y a la espera de que pase por el quirófano, la SDL confía en dedicarle este domingo (Mundial 82, 17 horas) la victoria ante el Tarazona. Es el mejor regalo que le pueden hacer sus compañeros.