Donde viven las musas

Bruno Calleja Escalona
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Antigua Escuela de Artes y Oficios, el elegante edificio de la ESDIR mantiene su espíritu artístico fundacional tras algún paréntesis en el que fue sede militar, cárcel y escuela de peritos

Imagen de la antigua Escuela de Artes y Oficios, en una postal de la primera mitad del siglo XX. - Foto: El Día

Enclavado en el centro de la ciudad, la antigua Escuela de Artes y Oficios de Logroño, hoy reconvertida en la Escuela Superior de Diseño de La Rioja (ESDIR), es una de las obras arquitectónicas más señeras del ensanche logroñés. El edificio no ha perdido ni un ápice de su encanto. Su porte, que rezuma ambiente ilustrado, contribuye a dar un toque de elegancia en el epicentro de la ciudad, a caballo entre el instituto de enseñanza Sagasta y el Ayuntamiento. 


El inmueble es una obra ecléctica que sigue la tendencia en boga en las primeras décadas del siglo pasado. La primera piedra se colocó el 21 de septiembre de 1915. 


Era el primer paso para hacer realidad el proyecto presentado por Antonio Rubio y Luis Mosteiro, para acoger una escuela que formase a artistas y artesanos. La Escuela Industrial de Logroño había surgido en 1886 y había ido pasando por muchas sedes, una de ellas, el actual Instituto Sagasta en la Glorieta del Doctor Zubía. En 1925, la institución se asentó en el edificio de la actual Avenida de la Paz, por entonces General Espartero.

 

El parón por la guerra. El éxito que esta escuela alcanzó fue interrumpido con el estallido de la Guerra Civil. El edificio se reutilizó para usó militares y como cárcel. Las herramientas de dibujo, cinceles y demás elementos propios de la Escuela de Artes y Oficios no volvieron a su sede hasta el año 1951. El edificio se encontraba por entonces en un estado deplorable. Había perdido gran parte de su equipación, como sus laboratorios y aulas, entre otros elementos.


Con el fluir del siglo XX, la Escuela de Artes fue recuperando su pasado esplendor y acogió la escuela de peritos y diferentes ciclos y grados. En el año 1992 se sumó a la recién formada Universidad de La Rioja (UR). En 2010, la institución cambió su nombre por el de Escuela Superior de Diseño de La Rioja.


En su interior, el edificio conserva gran parte de su diseño y de su estructura originales, como sus escaleras principales o las baldosas de Talavera, que recorren los pasillos del segundo piso.


Precisamente, en sus pasillos, en la actualidad se conservan los restos del Museo de Reproducciones Artísticas; en concreto, la Gliptoteca, reproducciones en yeso de las más importantes esculturas de la Historia del Arte.