El Ayuntamiento de Logroño instará a los propietarios del edificio de la calle Herrerías 5 que en su día fue la casa del insigne arquitecto Maximiano Hijón a que lleve a cabo trabajos de consolidación, después de que recientemente se desprendiesen fragmentos del alero. La decisión municipal se ha tomado después de conocerse este último episodio en un inmueble que  muestra en su fachada el deterioro y la falta de intervenciones de rehabilitación, algo que ha sido puesto de manifiesto en un escrito dirigido al Consistorio por la Federación de Asociaciones Vecinales de Logroño, en el que solicita que se promueva su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). 

Fuentes municipales explicaron ayer que esa declaración no le compete directamente a la Administración local, sino al Gobierno de La Rioja, además de que el edificio es de propiedad privada. Lo que sí ha hecho la Oficina de Regeneración Urbana de Vivienda, dependiente del Ayuntamiento, es notificar a los dueños de la antigua casa de Hijón la obligación de acometer reparaciones en la fachada, para evitar nuevos desprendimientos. 

Además, el departamento municipal les recuerda las líneas de ayudas que existen para acometer obras de rehabilitación. La Oficina de Regeneración ha incorporado al expediente abierto sobre este edificio el escrito remitido por la Federación vecinal, con toda la argumentación que expone para justificar su declaración de protección. 

En relación con esa solicitud, fuentes municipales recordaron que el edificio diseñado por Hijón, y que fue su casa particular durante sus años de estancia en Logroño, está catalogado en la normativa urbanística con un nivel de protección 3, que obliga a mantener su fachada original y todos los elementos que la componen.

En su escrito, la Federación de Asociaciones Vecinales de Logroño asegura que en los últimos años el edificio ha sufrido varios desprendimientos de partes de la fachada y ha sido objetivo de algunas reparaciones que no respetan los patrones originales del inmueble. 

En la solicitud, que está ampliamente documentada por el vocal de Cultura de la Federación y colaborador de El Día de La Rioja, Bruno Calleja, se resalta la importancia del edificio, diseñado al estilo isabelino imperante en el Madrid del siglo XIX, y la necesidad de preservarlo para honrar la memoria de Maximiano Hijón, que, entre otras cosas, fue arquitecto municipal de Logroño en el siglo XIX y arquitecto provincial de Navarra entre los años 1866 y 1868. 

En esa región, proyectó el edificio de la plaza del Castillo de Pamplona, en cuyos bajos se ubica el famoso Café Iruña. En Logroño, de su mente y de su mano surgieron edificios como la Casa del Pozo o el edificio de Bretón de los Herreros 12. Hijón colaboró también con otros proyectos, como la Beneficencia o el Hospital Provincial.