La pandemia ha generado entre los docentes un desgaste emocional acrecentado por el sobresfuerzo profesional en la vuelta a las aulas, tras la que algunos sienten que no han recibido el mismo apoyo social y político que los profesionales sanitarios. Así lo ha asegurado el experto en educación Aitor Álvarez Bardón en una entrevista con Efe.
El director del Máster de Neuropsicología y Educación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha aludido al aumento del síndrome del trabajador quemado o "burnout" entre el profesorado debido a las condiciones laborales que ha generado el covid-19. "Esta fatiga o cansancio emocional es una circunstancia laboral que siempre acompañada a la función docente porque es una profesión que sufre una gran presión social, que ha aumentado con la pandemia", ha dicho. "Clases divididas en la vuelta a la educación presencial, preparación de contenidos telemáticos para los alumnos confinados, sustituciones de compañeros cuyas bajas no se cubren, mantenimiento de las medidas de higiene...Este es un momento muy complicado para los docentes".
Álvarez ha asegurado que la vuelta a los centros en septiembre fue dura, ante la incertidumbre de no saber cómo iba a desarrollarse la educación presencial, "que no fue mal", ha puntualizado. "Aunque en esta tercera ola se han producido muchos contagios entre profesores y alumnos", ha lamentado.
"No ha habido palabras de ánimo ni de consideración hacia la profesión docente, que a pesar de estar en primera línea y se expone a contagios en colegios e institutos, no ha recibido un apoyo social y político", ha subrayado. "Aunque los profesores tienen una vocación especial y están acostumbrados a trabajar con entusiasmo", Álvarez considera que, en momentos tan duros como esta pandemia, se ha echado de menos un mayor respaldo social. De hecho, ha añadido, "algunos docentes ya sufren agotamiento físico y cansancio psicológico". Aún así, tienen que compaginar la docencia con un acompañamiento a los niños, "que no lo han pasado bien en el último año con tantos cambios", y a sus familias, "cuyos miembros pueden haber sufrido pérdidas humanas o están sumidos en la incertidumbre laboral, afectados por un ERTE o un despido".
VACUNA PARA LOS DOCENTES. El docente de la UNIR considera que, dado que la educación es una actividad esencial de interés social, "los docentes deberían ser incluidos en el próximo grupo en el calendario de vacunación al estar en primera línea".
Por otra parte, el también doctor en Psicología y Ciencias de la Educación ha augurado que esta crisis sanitaria va a acarrear consecuencias psicológicas entre la población más complejas de que lo que se cree y, entre los docentes, "esa sensación de angustia y ansiedad provocada por la fatiga pandémica se puede ver agudizada". Para evitar estas secuelas, ha recomendado a los docentes que busquen tiempos libres para cuidarse física y psicológicamente, descansar, hacer ejercicio y llevar una buena alimentación para afrontar las diferentes situaciones profesionales. Además, ha aconsejado "tener momentos de desconexión tecnológica, ya que muchos han tenido que hacer un gran esfuerzo para actualizarse en un ámbito que no estaba entre sus competencias prioritarias".
Del mismo modo, considera que los equipos directivos de los centros educativos deben "crear ambientes laborales emocionalmente positivos para generar sinergias entre los docentes y propiciar emociones positivas, que es algo necesario en el proceso de aprendizaje". Si a pesar de seguir estos consejos, la apatía y el desgaste hacen mella en el ánimo del profesor, Álvarez recomienda pedir ayuda profesional de un psicólogo para recibir apoyo.