El entrenador del Real Oviedo, José Ángel Ziganda, ha eludido hablar de su renovación y se muestra centrado en la vuelta de su equipo a la competición tras dos semanas de parón, una cita (Las Gaunas, 16 horas) ante la Unión Deportiva Logroñés en la que su preocupación es "demostrar" que quieren "ganar y que la ambición se refleje en el resultado".

"Hay que darle una vuelta de tuerca a lo que estamos haciendo, ya hablaremos de renovaciones después y con tranquilidad. El club tiene la primera mano e iremos todos a su ritmo, ahora aún estamos en el camino de ser un equipo de los que obtienen buenos resultados", comentó el navarro en su comparecencia ante los medios.

El técnico oviedista explicó que prefiere ser "realista y objetivo" y que esa postura le lleva a tener que admitir que su equipo está cerca de ganar en muchas ocasiones pero no lo logra siempre, razón por la que ha aprovechado que no tenía compromiso de Copa del Rey para "incidir en patrones ofensivos y dar continuidad a las pautas defensivas que hacen sólido al bloque".

De cara a la convocatoria, el propio Ziganda aclaró que tanto Borja Valle y Borja Sánchez están para jugar de inicio -aunque no para los 90 minutos- y que a Edgar, que lleva desde el miércoles con el grupo, "le faltan entrenamientos, pero puede viajar y echar una mano si se le necesita" a pesar de haber estado tres semanas aislado por su positivo.

Los carbayones se entrenaron con las bajas de Riki -a punto de salir cedido- y de Cedric y Arribas, estos dos últimos por precaución, y completarán este sábado la última sesión de la semana antes de viajar rumbo a Logroño ese mismo día, a primera hora de la tarde.