El consejero delegado del Grupo Ryanair, Michael O'Leary, vaticinaba hace unos días que, tras un buen verano, las nuevas restricciones que se están aplicando en varios países de Europa hacer prever un invierno lleno de turbulencias para la navegación aérea, que ya ha atravesado duros momentos debido a la crisis sanitaria.
De estas graves dificultades no se ha librado la industria aeronáutica, representada en La Rioja por MASA, una empresa que proporciona «empleo cualificado, formación continua, innovación, valor añadido, internacionalización y excelencia en la gestión», según dijo el expresidente José Ignacio Ceniceros en una visita que realizó a la planta de una compañía que se sitúa entre las 10 empresas riojanas que más facturan, con 128 millones en 2019.
Mecanizaciones Aeronáuticas, que ha sorteado este año un ERE que afectada a 63 personas de los 300 trabajadores con los que cuenta, distribuidos en tres empresas, MASA, Premasa Formatos Aeronauticos y TPA (Tratamiento y Procesos Finales Aeronáuticos), se enfrente ahora a renovación del convenio, unas negociaciones que se presagian duras, con el vaticinio de que conlleven movilizaciones y concluyan sin acuerdo.
Carlos Alfaro, responsable de Industria de UGT, informa de que en la ya abierta mesa de negociación la dirección de la compañía planea rebajar un 20% los salarios y aumentar las horas de trabajo a 1.750 al año, 90 más que en la actualidad.
«Pretenden rebajar la nocturnidad del 50% al 25% del salario base; en resumidas cuentas, quieren aplicar el convenio de siderometalurgia como antaño, cuando MASA lleva alrededor de una década con un convenio propio, que es mucho mejor», constata Alfaro, que recuerda que los sindicatos «siempre» han puesto a la compañía como ejemplo «de salarios y trabajo digno con profesionales cualificados».
«La empresa alega que tiene pérdidas», relata el líder ugetista, que destaca que de esta envidiable situación se va a ir « a peor», contradiciendo las recomendaciones de salarios más elevados para incentivar el consumo.
ERTE agresivos. En este contexto, recuerda que los trabajadores llevan desde mayo de 2020 realizando «importantes esfuerzos» con ERTE agresivos y «despidos incentivados» para no tener que «llegar a esto».
«Creo que la empresa no está obrando de buena fe», razona Alfaro que argumenta su afirmación en el hecho que cuando «se abre una mesa para negociar un convenio se hace para mejorar o mantener lo ya conseguido, pero no para esta modificación tan brutal a la baja».
Asegura que, «entre comillas» hubieran llegado a entender que no se hubiera subido el IPC, «pero que vengan ahora con lo que intentaron hace ocho meses, pues no puede ser». Alfaro destaca los duros momentos que ha atravesado la plantilla, «que ya se ha cansado de hacer esfuerzos», sometida a ERTEdesde hace año y medio;el último, acordado el pasado marzo fue de 87 días tras retirar la empresa el EREque amenazaba a al 20% de los trabajadores.
«Hay que tener en cuenta que la empresa retiró el ERTEhace dos meses», destaca el sindicalista al hablar de una empresa «que se ha hinchado a tener beneficios y ahora no puede pretender que lo paguen todo los trabajadores».
Hoy se abre el periodo de consultas en MASA, que nació en 1983 como una firma auxiliar de la industria aeronáuticai para el ámbito aeroespacial y que hasta la pandemia ha tenido un desarrollo en facturación y exportación muy destacados.