«En el contexto actual, es urgente reforzar la inversión pública y privada para reorientar el modelo productivo, impulsando la descarbonización, la eficiencia energética, el despliegue de las energías renovables, la electrificación de la economía, el desarrollo del almacenamiento de energía, la economía circular, las soluciones basadas en la naturaleza y la mejora de la resiliencia de todos los sectores económicos». Así figura en uno de los cuatro ejes, España verde, en los que se sustenta el  Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con el que el Gobierno de Pedro Sánchez aspira a recibir 140.000 millones de euros -70.000 en ayudas directas y la misma cuantía en créditos blandos- de los fondos europeos Next Generation.

De hecho, una  de las 10 políticas palanca de dicho documento, ‘Transición energética, justa e inclusiva’, apunta específicamente que nuestro país puede liderar el «despliegue masivo del parque de generación renovable dirigido al desarrollo de energía».

En estos planes, la energía solar ha de jugar, sin duda, un papel importante en un país con 2.500 horas de luz al año -en Logroño hay alguna más, 2.700-, cuya instalación también ha despertado interés tras la reciente subida de la luz.

Con un coste estimado que oscila entre los 4.000 y los 10.000 euros, dependiendo del consumo, la potencia contratada, las dimensiones de la vivienda, el modelo elegido o el número de paneles a instalar, su ubicación en todas las viviendas de La Rioja supondría un ahorro de 777 millones en 25 años,  que es, con carácter general, la vida útil de los paneles.

Según un estudio del portal Idealista, el elevado coste de su colocación, que en La Rioja ascendería a 519 millones de euros, se amortizaría en una década y, a partir de entonces, el ahorró iría directamente al bolsillo de los ciudadanos.

Ahorro medioambiental. Pero, además, los beneficios serían palpables para el medio ambiente, ya que se dejarían de  emitir 155.901 de toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a no realizar 912 millones de kilómetros en coche y más de 3,1 millones de horas de vuelo de un avión. El beneficio sería equivalente a plantar unos 31, millones de árboles en territorio riojano.

Según el estudio, hay 110.862 tejados en La Rioja, de los que el 73%, esto es 80.929, son viables para instalar placas solares, de tal manera que se contabilizan 1.140 hectáreas de espacio útil para generar energía solar. La inclinación óptima para ubicar los paneles es de 33 grados, aunque la de la mayoría de los tejados, la mitad, aproximadamente, oscila entre 15 y 30 grados;el 25% está entre 30 y 45.

La herramienta, que ha estudiado el tamaño de todos los tejados españoles, su orientación, gradiente (inclinación) y horas de sol recibidas, calcula la capacidad energética de cada inmueble y puede estimar el número paneles que serían necesarios y, por tanto, calcular cuál será el ahorro que generaría.

 A través de este mecanismo, el informe explica que el ahorro en nuestro país alcanzaría más de 115.000 millones en 25 años;el coste aproximado de su instalación sería de 78.504 millones, que se amortizaría en los 10 primeros años de vida de las placas. 

El ahorro energético en España sería el equivalente a dejar de quemar 25 millones de toneladas de carbón, a no realizar 147 billones de kilómetros en coche o a no realizar 500 millones de horas de vuelo de un avión; sería igual que plantar 380 millones de árboles en nuestro país.