Unos Oscar más inclusivos

Europa Press
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La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas anuncia que exigirá a partir de 2024 estándares de diversidad en las cintas candidatas a mejor película en sus prestigiosos premios

Unos Oscar más inclusivos

El pasado mes de junio, los medios dieron a conocer la decisión tomada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas norteamericana para implementar nuevos estándares de representatividad e inclusión que influirían en la elegibilidad de los largometrajes a la hora de ser nominados al Oscar a la mejor película, con el objetivo de «asegurarse de que todas las voces son escuchadas y celebradas».

Poco más de dos meses más tarde, la institución desveló al fin ayer los detalles de esta normativa, que entrará en vigor en la 96 ceremonia de entrega de los Oscar del próximo 2024, y que busca dar un paso más en su apuesta por la diversidad. En este sentido, la institución anunció que exigirá estándares de inclusión en las aspirantes.

Estas medidas se enmarcan en la llamada Academy Aperture 2025, iniciativa que persigue que las producciones se ajusten tanto delante como detrás de las cámaras a los nuevos modelos de representación, diversidad e inclusión si quieren optar a la nominación a mejor película cada año.

La intención de la Academia estadounidense es que estos requisitos vayan implementándose de forma progresiva a partir de 2022 hasta su cumplimiento riguroso en 2024, en la que será la 96 edición de los Oscar. Será entonces cuando una cinta no podrá ser candidata en la categoría reina si no cumple al menos dos de las cuatro nuevas normas.

La primera de ellas, el Estándar A, se refiere a la representación en pantalla a través de las temáticas y narrativas. Para cumplir este requisito, al menos uno de los protagonistas o varios secundarios deberán ser asiáticos, hispanos, negros, indígenas, originarios de Oriente Medio o del norte de África, nativos hawaianos o de otras islas del Pacífico o pertenecer a otra etnia minoritaria.

Además, el 30% por ciento de los intérpretes tendrán que ser mujeres, miembros de un grupo racial o etnia, LGBTQ+ o discapacitados. 

Esta medida también afecta a la trama, que tendrá que estar centrada en la historia de uno de los colectivos mencionados anteriormente.

El Estándar B hace referencia al departamento creativo y al equipo del proyecto. «Al menos dos de los puestos creativos (director de casting, director de fotografía, compositor, diseñador de vestuario, director, editor, peluquero, maquillador, productor, diseñador de producción, decorador, editor de sonido, supervisor de efectos especiales, guionista) debe pertenecer a un grupo con escasa representación», reza la nueva medida. Asimismo, al menos uno de esos puestos deberá estar ocupado por un miembro de una raza o etnia minoritaria.

En el caso de la parte técnica, este número de empleados asciende a seis. En total, al menos el 30 por ciento del equipo deberá ser mujer, miembro de un grupo racial minoritario o etnia, LGBTQ+ o ser una persona discapacitada.

El Estándar C hace hincapié en el acceso a la industria y sus oportunidades, y exige que las distribuidoras o productoras ofrezcan prácticas pagadas y oportunidades de trabajo a grupos con escasa representación social. 

Las grandes empresas deberán tener un número «sustancial y continuo» de estos trabajadores, mientras que las compañías pequeñas deberán incluir al menos dos de estos becarios en sus plantillas.

El Estándar D busca alcanzar el desarrollo de la audiencia apostando por la diversidad en las áreas de marketing, publicidad y distribución. Los estudios deberán contratar empleados de grupos sociales o raciales con escasa representación en estos ámbitos, y también en el rol de ejecutivo senior.

Estos cuatro estándares solamente afectan a la categoría de mejor película, mientras que el resto de candidaturas mantendrán sus criterios de elegibilidad. «Creemos que estos estándares de inclusión serán un motor para un cambio esencial y duradero en nuestra industria», señalan en un comunicado el presidente de la Academia de Hollywood, David Rubin, y su consejera delegada, Dawn Hudson.

Polémica

El anuncio llega al calor de las protestas raciales en EEUU y tras varios años en los que la Academia de Hollywood ha recibido críticas por la falta de diversidad entre sus nominados, que por otra parte reflejaba la dinámica de trabajo en la industria audiovisual estadounidense. Según los directivos, se trata de una «apertura» para «reflejar a la población global diversa», tanto a la hora de crear filmes como a la hora de presentarlos a la audiencia.