El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado por el preparador riojano Ángel Gómez Alti y finalmente ingresará en prisión en las próximas semanas, tal y como ha podido informar Cadena Ser. Alti, condenado a siete años de cárcel, está acusado de abusar sexualmente de una persona con discapacidad intelectual, un vecino suyo de tan solo 19 años de edad.

Con esta decisión por parte del Supremo se confirma lo expuesto el pasado 16 de marzo de 2019 donde se expuso que Alti se aprovechó, a sabiendas, de que el menor, por aquel entonces, tenía la «edad mental de un niño de nueve o diez años», así como la «capacidad de inventiva muy baja, singularmente en relación a algo que no le hubiera sucedido». Con estos datos, el preparador se acercó varias veces al joven a quién ofrecía dinero a cambio de la realización de diferentes tareas con el fin de «satisfacer sus deseos sexuales», según indica el fallo de la justicia.

Los hechos datan del 25 de marzo del año 2017 donde, tras varios intentos, finalmente el menor accedió a montarse en un vehículo con el acusado para desplazarse hasta la vivienda de la madre de Alti, situada en Logroño. Estos acontecimientos fueron verificados por las cámaras de seguridad que les captaron entrando para terminar saliendo del mismo casi una hora después. Según sostiene el fallo, durante ese tiempo el preparador le enseñó al joven «unos vídeos de contenido pornográfico en la pantalla de su teléfono móvil». Minutos después de este acto, el acusado aprovechó para bajar «los pantalones a la víctima. En esa situación, aprovechándose de la vulnerabilidad que padecía», 'Alti' procedió a realizar diferentes tocamientos en «el pene de la víctima».

Tras la detención y después de varios interrogatorios, el ya condenado expresó a la policía que «no entiendo por qué esto es un delito, ha sido de manera voluntaria y consentida». El caso se destapó por el dinero, un billete de cinco euros, que 'Alti' le suministraba al menor y que fue encontrado en un bolsillo por sus tios que, tras preguntar al chico, obtuvieron la respuesta «que se los había dado un hombre», lo que puso en alerta a sus familiares que, inmediatamente, alertaron al centro y denunciaron los hechos. Con estos datos y tras varias preguntas, el joven accedió a contar todo lo que ocurría y se pudo destapar toda la situación.

El fallo de la justicia riojana decretó que, además de la pena de siete años de prisión, el preparador debía de indemnizar a la víctima con 8.000 euros por daños morales. Asimismo, se ordenó la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio retribuido o no que conlleve el contacto regular y directo con menores o discapacitados por un periodo de tiempo de 7 años, así como la prohibición de acercarse o comunicarse por cualquier medio con la víctima durante 10 años y 6 meses. Además, una vez cumplida la pena, el tribunal le condena a 6 años de libertad vigilada.