La SDL respira en Tudela

M. A. G-S.
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Un gol de Mario Soberón y la sentencia de El Haddadi acercan a los riojanos a la salvación tras un partido de gris

La SDL no brilló pero ganó en Tudela. - Foto: SD Logroñés

Ficha técnica:

 

Tudelano: Pellegrino; Cavafe, Aveldaño, Royo, Luna (Iván Elena, 79); Gastón (Agus Alonso, 63), Alain Ribeiro, Aranzabe; Yasin (Cabellud, 79), Caballero y Cedenilla (Aitor, 63).

SDL: Víctor Vidal; Cubero, Caneda, Xiker, Jaime Paredes; Albisua; Calderón (Zarrabeitia, 73) (Ander el Haddadi, 90), Arnedo (Ledo, 73), Javito (Emilio Lozano, 67), Soberón; y Jon Ander.

Árbitro: Etayo Herrera (colegio vasco). Expulsó por roja directa a Alain Ribeiro en el 21 y a Nacho Zabal en el 79 en el banquillo. Amonestó a I´van Elena, Luna, Pellegrino y a Gastón así como a Arnedo y Emilio Lozano.

Goles: 0-1, M. 34: Mario Soberón penaliza a Pelligrino que se quedó bajo palos en una gran asistencia de Cubero; 0-2, M. 90: Ander el Haddadi, a la contra.

Incidencias: 500 espectadores en el Ciudad de Tudela con un buen número de aficionados riojanos.

 

Soberón, asistido por Cubero, puso fin a la mala racha riojana. Un gol del cántabro, el sexto del curso, alivió a una Sociedad Deportiva Logroñés que suma ya 26 puntos, a veinte de la virtual salvación. Con todo resuelto, Ander el Haddadi, recién salido, se estrenó. Los blanquirrojos, con más fe que fútbol, y con la dosis de fortuna que le fue esquiva en otras situaciones, hunden al Tudelano para recuperar el aliento.

No fue la mejor tarde de los blanquirrojos aunque bastó para sepultar al Tudelano, rival directo que se queda a quince puntos. Dos meses después, la SDL respira. Salva su primera final y afronta con optimismo la fiesta del fútbol popular del sábado ante Unionistas. Los de Llona demuestran que aunque estén espesos también saber entenderse con el otro fútbol.

La SDL salió mandona pero la primera ocasión fue navarra, en una desafortunada acción que pudo costar el primero. Un centro medido desde la izquierda, fue repelido por Jaime Paredes con un acción que no fue despeje ni cesión. Casi acaba en gol. Víctor Vidal se rehizo para deshacer un entuerto. Los nervios se adueñaron de una SDL que quiso sentirse dueña pero se sabía insegura.

Las buenas intenciones blanquirrojas se diluyeron. Los locales se apropiaron del balón y la SDL dejó de sentirse cómoda. En el 15, una falta en la frontal, a punto estuvo de ser ajusticiada por Gastón. Víctor Vidal desbarató el disparo. Segundo susto del colista. Los riojanos se sentían desnudos sin el esférico.

En el 21, llegó la acción desafortunada del partido, en un balón dividido en el que Alain Ribeiro impactó en la cara de Haritz Albisua. El navarro fue expulsado y el centrocampista blanquirrojo, recién intervenido requirió asistencia médica. Por fortuna, el vasco se repuso y el Tudelano se quedó con diez durante setenta minutos.

La coyuntura no cambió la dinámica del encuentro en el que el Tudelano tenía las ideas más claras, ganando todas las disputas y acabando, con dispar fortuna, todas sus llegadas. La SDL reclamó el balón pero sin tino.

Sin embargo, en la primera combinación larga y con sentido, Soberón acabó con el gafe riojano. El mérito fue del de Unquera, el más listo para penalizar a su marcador y castigar la indolencia bajo palos de Pellegrino, pero los coartífices del gol fueron Calderón, el que dio sentido a la jugada, y Cubero, el que puso la asistencia. En la peor situación posible, la SDL salía a flote. Aunque le quedaban 55 minutos para rescatarse.

Aunque los de Carlos Pérez no se amilanaron, intimidando por alto a los riojanos, el equipo de Llona buscó la sentencia en una conducción un tanto accidentada que se resolvió con un cabezazo de Jon Ander. El vitoriano, al minuto, se plantó solo ante Pellegrino en acción invalidada por fuera de juego. Los logroñeses, con poco, sembraban el pánico en el área blanquinegra. El '9', a continuación, falló en la puntilla en una nueva combinación fabricada por Calderón y Cubero. Los riojanos querían resolver por la vía rápida ante un Tudelano que llegó al descanso atolondrado, sitiado por una SDL que en los últimos minutos creó situaciones suficientes como para haber liquidado la contienda.

El encuentro era ya blanquirrojo. Faltaba la puntilla y Jon Ander, negado, la tuvo en el 50. Se revolvió en el área pequeña y remató contra Pellegrino. Por mucho que reclamara mano, al delantero le faltó colmillo. En la primera vuelta, con menos, hizo un gol y una asistencia.

El Tudelano empató de forma irregular. Sirvió para alertar a la SDL que sabía que el final de la crisis pasaba por vencer en Tudela.

Aunque a los de Llona les faltaba claridad en el último pase, el encuentro se resolvía en el campo navarro. La inferioridad le pesaba al Tudelano, obligado recorrer muchos metros para recuperar el cuero. Para rescatar algo positivo le quedaba media hora y el recurso a alguna pelota parada. En el resto de lances, los logroñeses eran superiores. 

En el 67, el motor de Javito, el primero en la presión, un incordio en la salida local, se gripó. Ante el  Celta B y Racing, su salida significó el desmoronamiento de los riojanos. En Tudela, Llona quitó músculo por el oxígeno de Emilio Lozano.  Y, poco después, cuando los navarros comenzaban a intimidar por garra y no por juego, el preparador puso más cemento en el verde. Hizo debutar a Zarrabeitia por un exhausto Calderón y puso a Ledo como tercer central por Arnedo. Fue un cambio contranatura, justificado por el estado de ansiadad que asola al equipo tras el 6 de noviembre.

Sin embargo, en un desafortunado despeje, el Tudelano pudo empatar, en una acción con ecos de lo sucedido el pasado sábado con Jon Ander y el meta racinguista. No fue penalti y no lo concedió y, en la réplica, Soberón, de vaselina, estrelló el balón en el poste.

Los riojanos se condenaron a diez minutos de resistencia porque los blanquinegros, con uno menos, sometieron a una SDL que hizo lo único que podía hacer. Protegerse, congelar el reloj y estirar el reglamentario al máximo, virtudes que no adornan al equipo de Llona pero que fueron necesarias para acabar con dos meses de depresión. Por si acaso, Ander el Haddadi, recién entrado por el debutante Zarrabeitia, marcó en el tiempo añadido. A la contra, como en la primera vuelta.

La victoria, tan justa y merecida como gris, devuelve a la SDL a la senda justa. El fútbol no fue excelso, el equipo no fue virtuoso pero los riojanos cruzaron el Rubicón. Nadie se salva con 26 puntos aunque la crisis, de resultados, parece ya sofocada.