"Todos llevamos un matemático dentro"

Gustavo Basurto
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Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UR y divulgador exitoso. Dígale usted buenos días y es capaz de traducirlo a números. Todo lo que se puede contar, medir u ordenar, son mates. Y él tiene mucho que contar

Eduardo Sáenz de Cabezón. - Foto: Ingrid

No es un cantante de moda ni un influencer, pero sus vídeos sobre matemáticas tienen audiencias de escándalo. A Eduardo Sáenz de Cabezón (Logroño, 1972) le encanta enseñar y hacer que los números les resulten divertidos incluso a los de letras. En sus charlas se habla de todo, como cuando alguien le puso en aprietos al preguntarle cómo multiplicaban los romanos. Además de Matemáticas estudió Teología, el único ámbito, junto al arte, que escapa a la lógica numérica. 

 

Puntual a la cita. ¿Los matemáticos llevan la exactitud a todos los aspectos de su vida?
A muchos. Como dice Galdaf en El señor de los anillos sobre los magos, un matemático nunca llega tarde ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone. Pero tampoco estamos obsesionados.

 

Le he oído decir que ‘todos llevamos un matemático dentro’. Dígaselo a los que somos torpes por naturaleza para los números.
Todos llevamos un matemático dentro y puede más de lo que pensamos. Estamos más dotados para las matemáticas de lo que pensamos; para las básicas, la dotación es evolutiva; para las más avanzadas nuestro cerebro es capaz de acomodarse a nivel neorobiológico. A veces esa dificultad no se nos acompaña demasiado bien, en la infancia sobre todo.

 

¿Entonces, la culpa es de los profes?
No, me refiero a toda la sociedad. Parece que las matemáticas son difíciles y de raros, y no es así. El colombiano Lucho Recalde dice que las matemáticas son contar, medir y ordenar.  Y eso es cualquier aspecto de la vida. Lo hemos visto estos meses.

 

¿Hay mentes de números y de letras?
No es fácil saber qué pertenece a la dotación con la que naces y a la educación y las influencias que recibes.  

 

El 80% de las ministras y ministros de Sánchez son de letras, y lo más parecido a un matemático es el exastronauta Duque. ¿Así nos va?
Para la gestión política se supone una cierta formación en las cosas cercanas a la legislación, pero una mente científica aporta muchas cosas. Por lo menos ahora hay un Ministerio de Ciencia, que no ha sido muy común en las legislaturas de la democracia. Lo importante es contar con buenos equipos técnicos.

 

¿De cuántos Nobel de ciencias nos ha privado a los españoles la frase de Unamuno ‘Que inventen ellos’?
De muchos. Es como asumir que nuestro papel no es ese, y sí lo es. En España se hace muy buena ciencia. Hay que conseguir que quien quiera inventar encuentre aquí un buen lugar y eso es una asignatura pendiente. 

 

¿Se puede explicar la Novena de Beethoven, Las Meninas o un poema de Neruda con una ecuación?
Se pueden explicar con mates muchas cosas de Beethoven, de Velázquez y de Neruda; pero no todo, porque ahí está la mente del artista que es otra forma de acercarse a la realidad. Hay cosas que no se pueden medir, contar ni ordenar y ahí es donde está el artista.

 

A cada paso vemos comportamientos poco lógicos, intuitivos. ¿Cómo traducir eso a números?
Hay comportamientos sociales que no son lógicos ni esperables y que se pueden medir y predecir, y de hecho es una de las líneas de investitación más en boga, la ciencia de los datos unida a la inteligencia artificial.

 

Su canal Derivando, en Youtube, supera el millón de suscriptores. ¿Se siente un telepredicador científico?
Estaría bien, podría fundar una iglesia fractal o algo así (risas). No, no me veo como un telepredicador, pero sí me sorprende y me agrada que lo siga tanta gente, porque no es un canal que te ayude a aprobar asignaturas, sino que de alguna manera expone las matemáticas como cultura.

 

¿Algún nuevo proyecto divulgativo en ciernes?
En otoño saldrán un par de proyectos y luego está Órbita Laika, que presento en La2, y que vuelve en octubre con la sexta temporada. Y si no pasa nada , en otoño impartiré la Cátedra Cortázar en México, y hablaré de matemáticas y cultura.

 

Matemático y teólogo, menudo currículum. ¿Pueden explicar las matemáticas la existencia de Dios?
Ha habido intentos, pero eso es confundir dos ámbitos de acercamiento a la realidad distintos.  Por una lado está el camino científico, por otro el artístico y por otro el de las creencias. Para mí las creencias y las matemáticas no tienen nada que ver.

 

Para algunos alumnos aprobar las mates es un milagro. 
Sí, eso sí; algunos deberían cumplir más penitencia. 

 

¿Qué pueden hacer las matemáticas para combatir el coronavirus?
Muchísimo más de lo que la gente imagina y, de hecho, están haciéndolo. Quizás lo que vemos son los modelos de dispersión de epidemias, esa famosa curva con la que sufrimos tanto en abril. Pero también desde cómo influyen las medidas de confinamiento en la economía o cómo repartir equipos de protección a modelizar el propio virus.

 

Pero la pandemia nos pilló desprevenidos, pese a que veíamos el panorama en China. ¿Fallaron los cálculos?

Hasta cierto punto, porque creo que los fallos no han sido culposos. Había muchos factores que no se podían prever del todo. Quizá falto valor y también valor social, porque ahora que sabemos lo que hay el comportamiento social no es siempre el que debería. Nos falta asumir la propia fragilidad y reaccionar.

 

¿Es más fácil manipular a la sociedad con números o con verborrea?
Sín números se puede manipular más. Ahora que hemos estado estos meses rodeados de gráficos a veces veías que no estaban bien y que quizás se utilizaban de manera manipulativa. La verborrea y el mal uso de los números son la tormenta perfecta. Hay que protegerse de eso.

 

¿Cuántos matemáticos se han hecho ricos acertando la Primitiva?
Ninguno, porque ese tipo de juegos son pura suerte. Hay otros en los que se pueden hacer estudios probabilísticos, como historias famosas en casinos en los que algunos matemáticos aprendieron sistemas para contar y ganar; y los casinos tuvieron que cambiar sus formas de proceder. En los juegos en los que el azar no lo es todo, las matemáticas sí tienen algo que decir.

 

¿Por qué no te caes cuando vas boca abajo en la montaña rusa? Es el título de uno de sus vídeos. ¿Cuál es la curiosidad matemática preferida por su público?
El que más interés suscita es el de cuál es la fila buena en el supermercado. Y es verdad que hay buenos estudios de eso y sistemas mejores que otros. El mejor sistema es tener una sola fila y en cabeza distrubir a la gente en las cajas. 

 

¿Se enseña mejor matemáticas en un aula o en un bar?
En el aula, porque tienen la ocasión de estar tranquilo. En el bar puede que te echen o que te quedes solo.Pero quizás no estaría mal preparar una ruta matemática por la Laurel. Podría ser (risas). Los científicos tenemos que acudir a donde está la gente.

 

¿Y el rollo matemático va bien para ligar?
Fatal. Bueno...quizás no tan mal; hay un libro muy famoso que se titula Las matemáticas del amor. Y hay un matemático que jaqueó el algoritmo de Meetic y encontró pareja. 

 

¿Una fórmula matemática para despedir la entrevista?
Que entre todos tenemos que sumar más y dividirnos menos.