Los forestales mantienen la vigilancia en Yerga

El Día
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El incendio se da por perimetrado y controlado, pero el Gobierno quiere asegurarse de que el fuego no se reavive para declararlo extinguido. Los investigadores siguen las pesquisas en el área recreativa donde se iniciaron las llamas

Dos miembros de los equipos de extinción, en el incendio del monte Yerga este verano. - Foto: Óscar Solorzano

Las alarmas se desactivan en el monte Yerga, pero la prevención y la vigilancia se mantienen para evitar sustos y que las ascuas que ha dejado el fuego pudieran reavivarse y convertirse en llamas. El incendio más devastador de las últimas décadas en La Rioja por superficie calcinada quedaba ayer perimetrado y controlado, pero por precaución el Gobierno regional tomó la decisión de no declararlo extinguido hasta no tener la certeza de que no hay riesgo de que se reavive.

Así lo comunicaba el Ejecutivo regional en el último parte informativo sobre la situación de este siniestro, que se iniciaba en la tarde del pasado domingo y ha arrasado unas 360 hectáreas de monte, 190 de ellas de arbolado, lo que le convierte en el peor incendio en décadas en la comunidad autónoma riojana.

Para asegurarse de que el fuego no rebrota en la zona afectada, dos retenes, con un total de 25 trabajadores, han permanecido durante la noche sobre el terreno efectuando labores de control y de vigilancia para cerciorarse de que el fuego no vuelve a aparecer entre los rescoldos que han quedado en este espacio natural, en el que han resultado afectados terrenos de los municipios riojabajeños de Autol, Quel,

Grávalos y Villarroya.

Además de la presencia continua de los retenes forestales desplegados en el monte, en el puesto de mando avanzado, habilitado junto a las piscinas municipales de Grávalos, permanece un vehículo con una técnico de extinción de incendios.

A primera hora de este miércoles, el Gobierno regional prevé realizar una valoración de la situación, de acuerdo a la evolución de la noche.

La presidenta del Ejecutivo riojano ya anunció el lunes, durante su visita a las zonas afectadas, que se convocaría una reunión extraordinaria del Consejo Asesor de Medio Ambiente para evaluar los daños provocados por el fuego y analizar la necesidad de abordar tareas de limpieza del sotobosque en la región.

 

Todo empezó en el asador.

De forma paralela, avanza la investigación sobre el origen del fuego, aunque desde un principio las sospechas se han dirigido hacia el área recreativa Fuente del Prado, en el término municipal de Autol, donde se tiene la certeza de que comenzó el fuego. En esa zona, en estas fechas no se permite hacer fuego en el asador. Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil están a cargo de la investigación, junto con miembros de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) de los agentes forestales.

Por su parte, los 54 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en Zaragoza, que se habían desplazado hasta el monte Yerga para colaborar en las labores de extinción del fuego, abandonaron en la noche del lunes esta zona de La Rioja Baja, una

vez que el incendio estaba perimetrado y estabilizado.

Concha Andreu informaba a los periodistas a mediodía de este martes que si las previsiones meteorológicas, que eran buenas, se mantienen, el incendio podría darse por

extinguido en breve.

Pese a que la situación estaba este martes controlada, los más de 30 grados que se registraron a mediodía en Grávalos mantienen en alerta a los 40 profesionales que trabajaban

sobre el terreno, informó Efe.

El incendio, con un perímetro de 11 kilómetros, ha dañado sobre todo a encinas, pinos y coscojas; el resto es monte bajo y cultivos.