Darío derroca al campeón

M. A. G-S.
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El ezcarayense supera 22-13 a Irribarria, se clasifica para semifinales y se asegura un puesto en el próximo Manomanista

Darío Gómez, listo para retar a Irribarria

El mano a mano tendrá un nuevo campeón y, atención, noticia, un riojano, Darío Gómez, podrá conseguirlo. El ezcarayense derrocó al actual monarca de la distancia y lo hizo a base de saques sibilinos, dos paredes precisos y mucho ritmo. Por utilizar el argot ciclístico, Darío  sacó de rueda al pelotari que lucía, por derecho, el maillot colorado. Irribarria nunca se sintió cómodo. Su pegada, tantas veces demoledora, se quedó inerme. El ezcarayense le devolvió todo,demostrando que cuando al de Arama le falla su pegada, no tiene plan B.

 

Altuna o Ezkurdia será su rival por la final. Casi nada. Pero Darío ya ha hecho historia. Está a dos partidos de coronarse campeón de la distancia reina. Sólo un riojano, Barberito, lo consiguió y ya va siendo hora que haya un segundo. La misión se antoja titanesca pero gracias a sus victorias ante Peio Etxeberria, Zubizarreta e Irribarria, el delantero riojalteño se ha ganado un billete para el próximo mano a mano de Primera. Un premio ya de por sí mayúsculo.

 

Irribarria arrancó con fuerza, desarbolando a Darío (2-0), que pese al chaparrón no tardó en subirse a las barbas del campeón. Volteó el marcador y avisó al guipuzcoano que esto no iba a ser un paseo. Igualó a cuatro con un resto de saque y a cinco y se puso por delante (6-5) obligando a Iker a encontrar el colchón lateral en su afán por superarle por arriba.

 

Así se ganó un primer mini break. De la igualdad inesperada  se pasó al insólito 12-5. Una paradita, dos saques cargados de cicuta, un resto de saque mal interpretado por Iker y otro nuevo error insospechado del delantero colorado provocaron este marcador.


Se vio entonces al campeón del mano a mano, al delantero con más pegada en los 36 metros. Iker cosió a golpes a Darío que resistió y resistió, obligando al vasco a fallar para cortar el acercamiento (13-9).

 

La solvencia de Darío desquició a Iker. Un remate placentero se le fue al ancho, a continuación mandó a Francia (golpeó desde Irún) un resto y en el 16-9 se le volvió a atragantar el saque de Darío.

 

El campeón estaba desnortado aunque con una gran defensa, recuperó la iniciativa. No lo entendió así Darío que se desmarcó con un dos paredes fulmíneo (17-10). El segundo mini break, por abusar de la jerga tenística, estaba al llegar. Lo hizo con un nuevo dos paredes made in Ezcaray (18-11).

 

Las semifinales se intuían en el horizonte. Había que descontar cuatro tantos. El primero cayó otra vez de saque (19-11), el segundo después de que el bote atropellara al guipuzcoano (20-12), el tercero tras una felina defensa (21-13) y el cuarto y definitivo con el último saque, su sexto, del ezcarayense.

 

El mano a mano tendrá nuevo campeón y Darío Gómez será uno de sus cuatro aspirantes. Limitar su gesta en Irún a una noche errática de Iker Irribarria, que perpetró doce fallos, sería demasiado reduccionista. Diez tantos, seis de ellos de saque, y una defensa inquebrantable le permiten entrar en el selecto grupo de aspirantes a la txapela más prestigiosa.


El campeón está desnudo. Toca arropar a uno nuevo.