El último brindis de Penélope

Feli Agustín
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El logroñés Andrés Pascual pone hoy a la venta 'El beso del ángel', un 'thriller' que se inicia con un asesinato ocurrido en una bodega de su ciudad natal y con el que cierra su visita narrativa a La Rioja

El escritor logroñés Andrés Pascual. - Foto: Clara Larrea

Como cada año, los miembros de la Cofradía del Pez se habían juntado para conmemorar el fin del asedio francés que los logroñeses soportaron gracias al pan almacenado en los graneros, el vino que reposaba en sus calados subterráneos y los peces capturados de forma furtiva aprovechando la oscuridad    de la noche y los  pasadizos que desembocaban en la ribera del Ebro».  E l pan, el pez y el vino. Tres emblemas de Logroño y del carácter de sus gentes, tres elementos que articulan de manera simbólica El beso del ángel, el segundo thriller del narrador logroñés Andrés Pascual,  que hoy sale al mercado con un retraso de casi dos meses, a consecuencia del estado de alarma. «Representan claramente cómo somos, nuestra gastronomía y nuestros caldos, que se encuentran presentes en la novela, porque es un cóctel de vino y sangre», resume el autor.

 La celebración de los actos programados para recordar el V Centenario del Sitio de Logroño durante el verano de 2020 es el escenario donde transcurre esta novela,  que se inicia con el asesinato de una poetisa local, de nombre Penélope y popular gracias a instagram, durante la inauguración de una bodega, denominada 1521, que se ubica cruzando el río, al pie del Monte Cantabria. A ese evento acude Camino, una periodista en horas bajas cuyo hermano es acusado del homicidio, y  cuya inocencia lucha por demostrar. 

La Casa de la Ciencias, las Murallas del Revellín, la Plaza del Mercado ola Cocina Económica son enclaves elegidos por el autor logroñés para ubicar los hechos, algunos terribles, que suceden en esta novela. «Me he servido de lugares maravillosos  de Logroño, que es una ciudad llena de luz, para mostrar las sombras que todos llevamos dentro», explica el autor de El guardián de la flor de loto, que argumenta que, a menudo, la sociedad nos obliga a mostrar nuestro rostro amable, «aparentar que todo va bien, cuando por dentro se va enquistando este lado oscuro, escondiendo nuestros instintos más primitivos y deseos más terribles».

«Todas las capitales de provincia tienen su historia y su por qué y forman parte de todos nosotros», cree Pascual, que reflexiona que los sucesos de 1521 contribuyeron a conformar el carácter «luchador y hospitalario» de los logroñeses. Y por eso quería que formara parte de la novela, junto a escenarios emblemáticos y a esos rincones de la ciudad «que componen el alma de Logroño», como la Cofradía del Vino o la cafetería del parque Gallarza, donde el autor ha pasado largos ratos.

Andrés Pascual, cuya anterior novela, A merced de un dios salvaje, transcurre, principalmente, en Rioja Alta, ha utilizado en esta, su segundo trabajo en su tierra, la misma estructura narrativa:presente y primera persona para vivir la historia como propia; y, al mismo tiempo, saltos temporales al pasado para asistir a la vida de Logroño de hace unas décadas para consolidar el argumento y el carácter de los personajes.

La Familia y la ciudad. Los miembros de una familia sustentan el peso de la trama, al igual también que en su anterior historia ubicada en esta región. «La familia es un pilar insustituible en La Rioja» y, como tal, resalta Pascual, tenía que ser el centro de la novela. «El beso del ángel parte de una familia rota, que se ha venido abajo tras haberlo tenido todo y, cuando parece que nada puede ir peor, el hermano es acusado de un asesinato salvaje», relata el escritor, que  explica que la protagonista, «como nos ha ocurrido a muchos en una capital de provincias», llevaba tanto tiempo intentando estar a la altura de los demás que se había olvidado de si misma. 

«El beso del ángel es una mancha que la protagonista tiene en el cuello y que siempre se ha querido quitar para ser como todo el mundo, pero cuando sucede este acto terrorífico se da cuenta de que tiene que encontrar su propia identidad para salir adelante y enfrentarse a los convencionalismos», relata Pascual que reconoce que, tras haber vivido 45 años en Logroño, ha transmitido a este texto parte de su manera de sentir las calles o de respirar el ambiente.

Traza un paralelismo ente los sucesos de la novela con la actual pandemia y señala que en su ficción se muestra cómo se comienza a comportar una ciudad después de una «tragedia terrorífica y la amenaza de una bestia que anda suelta», a pesar de que por las venas de sus vecinos corra la sangre de la hospitalidad.

Esta novela completa, junto a A merced de un dios salvaje, el fresco social y vitivinícola riojano y Pascual cierra con ella su periplo narrativo en su tierra.  «La primera se ubicaba en La Rioja más tradicional, de calados centenarios; esta se centra en la cara más sofisticada e innovadora del enoturismo», concluye.