La hostelería prevé perder hasta un 60% de la facturación

Feli Agustín
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El presidente de los hosteleros confirma su pesimismo y estima que el inicio del curso «meterá a la gente en casa»

Aspecto de una terraza de el Espolón en la tarde de ayer. - Foto: Clara Larrea

Según las estimaciones de Hostelería de España, la caída de la demanda que sufre el sector se traduce en que el 20% de los negocios no han abierto sus puertas, y calcula que hasta final de año unos 65.000 establecimientos cerrarán definitivamente, dejando sin empleo a entre 900.000 y 1,1 millones de trabajadores, sumados directos e indirectos.

Aunque el presidente de los hosteleros riojanos, Francisco Martínez Bergés, no se atreve a vaticinar el número de negocios y empleos que el coronavirus puede destruir,   sí que augura que la facturación del sector puede sufrir una merma del 60%, lo que conllevará graves consecuencias, no solo para la hostelería, sino para el conjunto de la economía regional. Con un verano sin pena ni gloria, el miembro de la Federación de Empresas de La Rioja señala que el impacto económico global no se puede calcular, sobre todo «cuando día a día nos cambian normas», con lo que no es posible prever «si dentro de cuatro días van a estar cerrados la mitad o podrán abrir todos». No obstante, sí que afirma que fines de actividad «se ven todos los días», una circunstancia que se agudiza en el ocio nocturno, para el que prevé casi la desaparición total «si esto no se remedia».

«Lo peor está por llegar», augura el hostelero, que piensa que el final de las vacaciones, el inicio del colegio y la reanudación de la actividad meterán a la gente en casa. «Lo vemos todo un poco negro», afirma el propietario del café Ópera, que critica la falta de respuesta a sus reclamaciones sobre las medidas que han cerrado el ocio nocturno y obligan a todos los establecimientos a cerrar a la una de la madrugada y dejar de servir bebidas a medianoche, unas limitaciones que prevé que no se suavizarán tras el continuado aumento de contagios.

La asociación que preside y los bares de noche han presentado un recurso ante la Sala de lo contencioso - administrativo del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR), reclamando la suspensión de estas medidas cautelares, tal y como ha sucedido en otras regiones españolas, donde el ocio nocturno mantiene su actividad.

Al respecto, el hostelero, con la expresividad que le caracteriza, afirma que el ocio nocturno «no es que esté perjudicado,  está machacado», y recuerda que esta normativa «arrastra al resto de establecimientos, «que pagamos las consecuencias de que todo esté cerrado a la una de la madrugada».

Martínez Bergés destaca la incertidumbre que reina en un sector que trabaja conforme a estimaciones «a largo plazo» cálculos que no pueden realizar en el momento presente porque «de una semana a otra las cosas y las normas han podido cambiar».

 

Agravio comparativo. El presidente de la Asociación Hostelería Riojana es muy crítico con la actuación de las administraciones y resalta que «siguen sin entender por qué deben cerrar los establecimientos del sector en cuanto se produce un contagio, algo que no se realiza en el resto de gremios», lo que entiende como un claro agravio comparativo respecto a otras actividades y sectores. «No nos parece razonable que tengamos que cerrar y sigan sin vigilancia botellones o reuniones en merenderos, donde se han constatado la mayoría de contagios», apunta Martínez Bergés, quien destaca, al respecto, la incidencia de las celebraciones familiares. Al respecto, destaca que los locales de hostelería mantienen medidas de vigilancia, sanitarias o de limpieza, al contrario de lo que sucede en chamizos o merenderos particulares.

Se confiesa pesimista, constatando el claro abatimiento que se detecta en un sector muy castigado  y destaca que intentan reunirse con las autoridades «para intentar, entre todos, poner las cosas claras, y nos damos cuenta de que no hay posibilidades»;es más, añade, «cada vez que pedimos una explicación, echan balones fuera y se pasan la pelota de una administración a otra».

Avanza que están preparando diversas movilizaciones y actos reivindicativos, como la concentración de todas las juntas directivas de las asociaciones españolas de hostelería que tendrá lugar el día 9 frente al ayuntamiento de Madrid.  «Cada día, cada uno se inventa nuevas normas y parece que van a boleo», critica Martínez Bergés, que reitera que sus trabajadores «no pueden estar dependiendo de lo que se diga de un día para otro».

 

Las consecuencias de dejar de servir a medianoche

Colo Cortés, propietario del café Bretón, resume el sentir general que ha provocado dejar de servir bebidas a medianoche, cuanto menos un par de horas antes que el horario habitual, que está conllevando graves consecuencias económicas.  «Se nota mucho», afirma el hostelero, que muestra su incomprensión ante una medida que afecta a establecimientos adaptados para cumplir la normativa de seguridad. «Contagios los puede haber a las 11 o a la una», afirma Cortés, que estima que la repercusión de esta medida puede recortar la facturación más de un 30% respecto a las semanas anteriores. «Son las dos horas donde sale la gente a tomar un café o una copa, y ya no pueden hacerlo», apunta el hostelero, que declara su incertidumbre ante lo que pueda suceder, con clientela de mayor edad o de fuera de Logroño que ha dejado de acudir.