La economía sumergida se come 2.000 millones del PIB riojano

Víctor Zurrunero
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Un informe del Instituto de Estudios Económicos revela que un 22,6% de la actividad de La Rioja escapa del control de la Agencia Tributaria, una cifra medio punto por debajo de la media nacional

Cifras de economía sumergida por comunidades autónomas. - Foto: El Día

La economía sumergida mueve en La Rioja algo más de 2.000 millones de euros, lo que equivale al 22,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad, que alcanzó aproximadamente los 8.867 millones de euros en 2019. Así lo señala el informe ‘La competitividad fiscal de la comunidades autónomas’ del Instituto de Estudios Económicos.

Más de una quinta parte del PIBes una cifra nada despreciable y da cuenta del fuerte impacto de las actividades opacas que buscan escapar del control fiscal de Hacienda, lo que supone una merma de ingresos para las arcas públicas de la Administración. 

 A nivel nacional, el porcentaje de la  economía sumergida se eleva al 23,1 por ciento, supone medio punto más que el dato riojano, lo que coloca a la comunidad ligeramente por debajo, del cómputo general.  Si se observan los datos por territorios, Madrid es la región con menor porcentaje de actividad económica opaca, con el 16, 2 por ciento, seguida del País Vasco, con el 17 por ciento, y Navarra, con el 18 por ciento; mientras que cierran la tabla, Extremadura, con el 29,1 por ciento, Andalucía, con el 27,3 por ciento y Castilla La-Mancha, con el  27,2 por ciento.  

Los expertos establecen en el informe que una parte de la presencia de la economía sumergida, «puede estar relacionada con la estructura productiva de las regiones» y apunta que «la economía sumergida tiende a ser más frecuente en sectores, tales como la agricultura, el sector textil o el turismo, entre otros».   

En el caso de la comunidad riojana, el sector de la agricultura representa aproximadamente el 7%  del PIB de la región, según datos del Gobierno de La Rioja. Es el tercer sector en importancia, precedido del de Servicios, con el 60,7% por ciento y la Industria, con el 23,7%. Mientras que el turismo roza el 10% del Producto Interior Bruto.

Pero no sería el único aspecto a tener en cuenta. El informe señala otros factores como la fiscalidad, ya que «una más favorable, desincentiva la presencia de la economía sumergida», unos niveles menores de tasa de paro, un nivel de renta más elevado, así como una mayor competitividad y un mayor dinamismo en el crecimiento económico.