La CEOE acelera la negociación con una contrapropuesta laboral

Agencias
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CCOO amenaza con «movilizaciones de alto voltaje» si se acepta el plan de la patronal, que apuesta por un contrato único y rechaza limitar la temporalidad

El líder de los empresarios se muestra abierto a negociar con planteamientos que permitan una mayor flexibilidad. - Foto: A. Pérez Meca

Las negociaciones entre la patronal, los sindicatos y el Gobierno para aprobar una nueva reforma laboral antes de que finalice este año como exige la Unión Europea dieron ayer un nuevo giro después de conocerse la propuesta que presentó el pasado martes la CEOE en la que apostó por un contrato único, rechazó fijar límites a la temporalidad y que se suban las cotizaciones sociales.

 El documento de los empresarios se mostró rotundo en el rechazó a limitar la temporalidad, los despidos colectivos y la prevalencia de los contratos de empresa sobre los sectoriales y, de hecho, llega apenas unas semanas antes de que cumpla el plazo marcado por el Ejecutivo con Bruselas para tener publicada la reforma laboral en el Boletín Oficial del Estado.

La CEOE se mostró abierta a negociar los planteamientos de todas las partes pero pidió que se respetara la flexibilidad en la contratación y, además, defendió un único contrato con seis causas de producción y cuatro de sustitución, que coinciden en este caso con la visión del Ejecutivo, como son la reserva del puesto de trabajo, las vacaciones, la reducción de jornada y la cobertura de vacante.

En cuanto a la fórmula de fijos discontinuos, la CEOE introdujo la posibilidad de canalizarlos a través de las ETT y pidió que no compute todo el tiempo de estos contratos para la antigüedad o para la representación de los trabajadores. La propuesta contempla también que la falta de incorporación será considerada causa de extinción.

La propuesta de la patronal se topó de frente con CCOO y su secretario general, Unai Sordo, que urgió a la CEOE a retirarla de la mesa de diálogo social porque, de lo contrario, el sindicato convocará movilizaciones «de alto voltaje».

Sordo advirtió de que si una de las partes, en referencia al empresariado, se resiste y continúa con su actitud de «bloqueo», el Ejecutivo «tendría que tirar para adelante».

A su juicio, las últimas exigencias de la CEOE buscan meter «presión» y «tensión» a un diálogo social abierto para derogar la reforma laboral que puso en marcha el PP en 2012. «No se puede permitir cambiar el perímetro de negociación», afirmó Sordo, para quien la patronal actúa de una forma «agresiva» contra los derechos de la clase trabajadora.

En este contexto, y con el tiempo a contrarreloj, la mesa de diálogo social sobre la reforma laboral volvió a citarse ayer por la tarde para continúar negociando sobre  la contratación temporal y los contratos fijos discontinuos, que quedan ahora a la espera de una nueva redacción para obtener el visto bueno de las partes, según informaron fuentes sindicales tras el encuentro.

Al parecer la cita se habría desarrollado con «un buen clima de trabajo», después de las tensiones del pasado martes entre la CEOE y CCOO que no se sabe si han acercado puntos de encuentro.