Destinan igual suma que otros años a una fiesta descafeinada

Feli Agustín
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Sin degustaciones, pasacalles o fuegos, pero con conciertos, vaquillas o Gorgorito, el Ayuntamiento afronta unas fiestas de transición que costarán 500.000 euros

Grupos de danzas participarán este año en las fiestas mateas. - Foto: Ingrid

Con un contacto continuo y fluido con las autoridades sanitarias, como se encarga de repetir en todas sus intervenciones públicas el concejal de Festejos, Kilian Cruz, la proclamación de los Vendimiadores y la imposición de pañuelos a las siete de esta tarde en la plaza del Ayuntamiento prologa la celebración de las fiestas de San Mateo, que comienzan oficialmente el sábado 18 de septiembre.

Cruz explicó ayer las bases sobre los que se asientan estos sanmateos de «transición», que se prolongan hasta el día 24, con vacaciones escolares durante toda la semana y con un presupuesto aproximado de medio millón de euros, el mismo coste que las Fiestas de la Vendimia en los últimos ejercicios.De hecho, este equipo de Gobierno apartó el año pasado esta cantidad para destinarla a paliar los efectos de la crisis sanitaria y a la organización de los actos de conmemoración del V Centenario del Sitio al no celebrar la fiesta.

Sin degustaciones, pasacalles, desfiles o cualquier otro acto que pudiera derivar en aglomeraciones o multitudes, la ausencia de los principales actividades -lanzamiento del cohete, pisado de la uva, desfile de carrozas, fuegos artificiales o quema de la cuba-, y sin la participación de las peñas, que son responsables de organizar entre el 60 y el 65% de los actos, el Ayuntamiento ha logrado programas alrededor de 130 frente a los 367 con los que contó el de 2019, que se desarrolló del 20 al 27 de septiembre.

Para la organización de estos sanmateos, de «ver y escuchar», el Ayuntamiento ha contado con la colaboración de numerosos colectivos, como grupos folclóricos, de danza, centros regionales o asociaciones de vecinos, que no han emulado la decisión adoptada por las peñas. Ello ha permitido programar, entre otros, 38 actuaciones musicales; 11 teatrales, tanto en el Teatro Bretón como en diferentes calles y espacios de la ciudad; y 15 actividades para el público infantil.

«La idea es contar con multitud de actos de pequeño formato o formato controlado en distintas ubicaciones donde se puedan desarrollar estas actividades, al aire libre, en las zonas lo más amplias posible», apuntó Cruz, quien constató la necesidad de contar con espacios pavimentados, puesto que se han de ubicar vallas, sillas y han de poder responder a los requerimientos de sonido e iluminación.

En total, la «multitud» de actividades de música, teatro, danza, marionetas, magia o folclore se diseminarán por 17 emplazamientos diferentes, donde se colocarán sillas o vallados que los perimetrarán. «Las actividades llegarán a diferentes barrios de la ciudad», insistió el edil de Festejos, que reiteró que la voluntad de su equipo ha sido organizar un programa que pueda cumplir las expectativas de un público variado. «Se ha realizado un gran esfuerzo logístico para proporcionar el mayor número de dispositivos en cuanto a material y personal para que las aglomeraciones en el acceso y salida de los eventos no se produzcan», informó el edil, que especificó que habrá mayor control en  las colas o elementos para que se realicen en zig zag, al igual que en municipios donde se han celebrado fiestas, como Valladolid o Toledo.

 

Invitaciones sí,  programa de mano, no 

El concejal de Festejos, Kilian Cruz, despejó ayer las incógnita sobre cómo se puede asistir a los conciertos que se celebrarán en la plaza delAyuntamiento para los que será necesario contar con invitación. Estos pases podrán ser retiradas en el acceso al Auditorio Municipal con un máximo de tres por persona el mismo día del concierto. Así, para el espectáculo de DJ Alexander Som, que tendrá lugar a las cinco, se podrán recoger el sábado 18 de septiembre a partir de la una de la tarde; mientras que para los conciertos de Hombres G y Nil Moliner, que se celebran a las diez y media de la noche del 20  y el 21 de septiembre, respectivamente, se podrán recoger el a partir de las cinco el día del concierto. Para el resto de actuaciones musicales no será necesario contar con entrada y se admitirá público hasta completar aforo.

Lo que sí será imprescindible es estar sentado para lo que el equipo de Gobierno ha calculado que necesita, en total, 3.000 sillas, de las que 900 pertenecen al Ayuntamiento, a las que suma 200 de las gradas.

Los ayuntamientos de Haro y Calahorra han prestado 400 y 350, respectivamente, lo que  no cubre todas las necesidades, lo que ha hecho necesario alquilar otras 1.500.

Lo que no habrá este año será programa de mano -habitualmente se buzonean alrededor de 100.000-, que se podrá consultar a partir de hoy en la página web municipal, donde se actualizarán los posibles cambios.