La Asociación de Hostelería y Restauración de La Rioja (Arbacares) sostiene que no es partidaria de la instalación de equipamientos de aislamiento y prevención excesivos en este tipo de locales, pero "cada uno debe valorar su eficacia y rentabilidad".
Arbacares ha remitido una comunicación a sus asociados ante la previsión de que la segunda fase de la desescalada del confinamiento declarado por la pandemia de la COVID-19 comience el próximo día 25.
"Seguimos sin noticias del Ayuntamiento de Logroño, que ha restringido la comunicación con el sector hostelero exclusivamente a la FER", precisa Arbares, que realiza una serie de observaciones generales ante la actual fase primera y la segunda.
Ha indicado que "la vorágine normativa y su complejidad hace que las decisiones se adopten de forma tardía o in-extremis", lo que dificulta la toma de decisiones empresariales y, además, en otros casos, se producen "vacíos y dudas que cada autoridad administrativa o policial interpreta de la mejor forma".
Entiende que el mayor problema es la transmisión de esta información a los afectados, quienes no reciben de la administración ninguna información directa, lo que fuerza una búsqueda, "muchas veces frustrante", por canales diversos y de "dudosa" fiabilidad.
Arbacares ha citado como ejemplo la instrucción de terrazas aprobada por el Ayuntamiento de Logroño, que, por su propia naturaleza, no se ha publicado en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR) y que tampoco se ha hecho llegar a varias asociaciones hosteleras.
"Si a ello unimos el cierre del Ayuntamiento y su deficiente sistema de comunicación, la incertidumbre se acrecienta", ha incidido Arbacares, que desconoce el contenido de la campaña de generar distintivos de salubridad ante el coronavirus para establecimientos hosteleros.
Sus datos indican que los primeros hosteleros que han comenzado a trabajar han señalado que "la clientela se está portando excepcionalmente bien, tanto a nivel de consumo como de afabilidad y guardando las medidas de seguridad"; mientras que "los agentes de la autoridad, sin excepción, están teniendo un comportamiento exquisito y respetuoso con nuestra situación".
También ha afirmado que se estima que, en la fase uno, de las 600 licencias de terrazas para locales de hostelería, han empezado a funcionar unas 60.
El Ayuntamiento de Logroño se ha comprometido a deducir de la tasa de terrazas el periodo no disfrutado, lo que Abarcares ha considerado "claramente insuficiente".