Con la vuelta de la serie El ministerio del tiempo a Televisión Española, el servicio de préstamo de lectura electrónica de la Biblioteca de La Rioja muestra en su carrusel una selección de libros de historia, o mejor de historias de España, para todos los públicos, de Juan Eslava Galán a Paul Preston o Stanley Payne;con el estreno de la serie sobre Valeria en Netflix, su autora, Elisabet Benavent, ‘pelea’ en el mismo foro por captar el interés de los lectores con el insigne don Benito Pérez Galdós, del que celebramos su 200 cumpleaños. Nombres ilustres y sus últimas creaciones,  como Almudena Grandes y Arturo Pérez Reverte, se codean con otros vendedores de best sellers, como Juan Gómez Jurado; y la Biblioteca, siempre atenta a los avatares de los humanos y sus circunstancias, tampoco olvida los tiempos que vivimos peligrosamente y pone a disposición libros para leer y disfrutar en familia y para los aspirantes a Master Chef;  y ya, como último recurso, una sección en la que se recomienda pinchar solo en caso de apocalipsis. 

Si tu interés se dirige a grandes estrellas del Hollywood clásico o del cine coreano, puedes acceder  a los 10.000 títulos de la plataforma eFilm, -cuyo visionado supone para la Biblioteca de 35 céntimos a casi dos euros, según el título-, que sus responsables tenían previsto estrenar el 23 de abril, coincidiendo con el Día del Libro, pero que la urgencia de la pandemia ha obligado a adelantar. 

Con todo ello, el crecimiento de los usuarios online ha sido «espectacular», resalta el director de la Biblioteca, Josu Rodríguez,  que informa que desde el 18 de marzo se han visto 3.000 películas y se han realizado 18.000 préstamos de libros y revistas, mientras que habitualmente oscilan entre los 3.500 y 4.000 ejemplares al mes.

Convertidas en las primeras dependencias públicas de acceso general que se adentran en el proceso hacia la ‘nueva normalidad’ -el Archivo abrió el día 4, aunque su afluencia es muy limitada-, la Biblioteca de La Rioja ofrece desde  el lunes la posibilidad de devolver los ejemplares prestados antes del 13 de marzo, fecha en la que cerró las puertas una institución que aloja en sus entrañas 200.000 ejemplares.

Son casi 9.200 los documentos, escritos, de audio y video, 20.000 en toda la red pública de bibliotecas riojanas, los que  desde esta semana han comenzado a volver a sus estantes después de permanecer un par de meses en poder de los usuarios. Y sin sanción,  porque no han corrido plazos durante el confinamiento por la pandemia; es más;se han ido renovando plazos hasta el 31 de mayo. 

Esta circunstancia insólita se convierte también en excepcional en el retorno, que  se realiza apenas unos metros superado el umbral de la puerta principal. Ahí se ha colocado un mostrador en el que los lectores, después de haberse lavado las manos con hidrogel, depositan sus préstamos. Los trabajadores de la Biblioteca registran la entrada y los introducen en cajas de cartón, donde han de permanecer confinados 14 días.

Josu Rodríguez explica que las bibliotecas de todo el país, 5.000, ofrecen una respuesta coordinada  para acometer la desescalada, y siguen el protocolo de la Biblioteca Nacional de aislar las devoluciones durante dos semanas, y no por el papel, sino por el plástico que envuelve libros o dvds. «Esta es el primer paso de la vuelta a la normalidad», explica el director de la Biblioteca, que reflexiona que, en este contexto, el proceso habitual de préstamos tampoco se puede reanudar.

Cada cinco minutos.  Por ello, la Biblioteca de La Rioja contará con un programa de cita previa, en el que se encuentra trabajando JIG, con la confianza de ponerlo en marcha la semana que viene para comenzar a prestar ejemplares físicos. El usuario ha de dirigirse al servicio por teléfono o correo electrónico, especificar qué desea, y desde la Biblioteca se le fijará una hora para que pase a recoger el ejemplar solicitado. «Hemos estimado en cinco minutos el tiempo de  transacción de cada préstamo», avanza Rodríguez, que informa de que en este momento solo pueden acudir presencialmente los investigadores que necesiten consultar el fondo patrimonial de La Rioja, a pesar de que gran parte del mismo esta digitalizado. 

Los siguientes pasos se antojan más difíciles: el 25 de mayo, se abrirá la sala de consulta y el 10 de junio, la de lectura, ambas con acceso limitado. La entrada en funcionamiento de la hemeroteca, al igual que la sala infantil, se antojan más complejas, por el perfil de los usuarios, que se sitúan las franjas más altas y bajas de edad.

Balilla, Ricardo y Pirracas tendrán que esperar. La Biblioteca de La Rioja tenía previsto estrenar el 23 de abril, el Día del Libro, la exposición Balilla, Ricardo y Pirracas, en la que se recupera un cómic del logroñés José Manuel Pajares, de 1955. La muestra incluye las páginas originales y las planchas de impresión, que poseían los herederos de la librería Balmes. A la espera de poder disfrutar de la exposición, lo que sí se puede ver en la web  de la Biblioteca Virtual de La Rioja es un documental donde se relata cómo fue localizado el cómic y a su autor.

En la misma web se puede leer alguno de sus tebeos, El gran aral o Balilla, Ricardo y Pirracas en el demonio del mar.

18.000 préstamos electrónicos. Se han realizado durante estos dos meses de pandemia, en el periodo previo al estado de alarma se habían realizado 13.600. El catálogo dispone de 3.391 libros electrónicos, 308 audiolibros, 34 títulos de revistas de temática muy variada, siete periódicos y sus correspondientes suplementos. Ayer mismo, la Biblioteca de La Rioja iba a incorporar más ejemplares adquiridos por el Ministerio de Cultura. El número de usuarios también ha crecido durante la pandemia. Había unos 4.250 lectores dados de alta antes de la pandemia, que también han aumentado.

Los más leídos. Entre los productos, periódicos y revistas; entre los autores, dos mujeres y un hombre. Carmen Sáez, jefa de sección de coordinación y servicios bibliotecarios, cuenta que lo más leído online han sido los periódicos y dos revistas francamente diferentes, Semana y El Jueves. Sorprenden menos los libros más leídos, Elisabet Benvent y Un cuento perfecto; Arturo Pérez Reverte y Sidi; y La madre de Frankenstein, de Almudena Grandes. Los libros electrónicos se compran por licencias; 25 cuestan 10 euros, que durante la pandemia se pueden utilizar simultáneamente; antes había que leer consecutivamente.