¡Olés! en cuatro plazas diferentes

El Día
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El coso taurino de La Ribera ha tenido tres antepasados a lo largo de la historia. Además de corridas de toros, sus ruedos han dado cabida a obras de teatro, festivales y hasta una cárcel durante la guerra

Plaza de toros de La Manzanera, en una imagen de una postal. - Foto: El Día

Logroño ha contado con tres plazas de toros a lo largo de su historia anteriores a la actual. En ellas, se han celebrado corridas de toros, obras de teatro, festivales...La primera de ellas se ubicaba en la actual Plaza del Coso, en las proximidades del Hospital Provincial. Sabemos de su existencia desde el siglo XVIII. Permaneció en uso hasta que en 1858 se trasladó a otra ubicación, extramuros, al lugar donde hoy confluyen la calles Fundición y Gran Vía. Con el derribo de las murallas y la llegada del ferrocarril, se hizo necesario trasladar el coso taurino a una nueva ubicación. Ésta llegó el 5 de octubre de 1863, momento en el que se inauguró la nueva plaza de toros ubicada en el cruce de las actuales calles Duquesa de la Victoria y avenida de Colón. Los materiales de este nuevo edificio fueron las piedras de las murallas en derribo. El nuevo coso taurino logroñés tenía un doble palco y recibió el nombre de La Victoria.  Pronto empezó a usarse en las fiestas de San Mateo para acoger los populares toreros de la época.  Tristemente, un 9 de julio de 1914, un incendio arrasó la plaza al completo, dejando en pie, únicamente sus robustos muros.

Es en ese momento cuando se hace necesaria una nueva plaza. El seis de mayo de 1915, comienza la construcción de La Manzanera. Que será inaugurada el día de San Mateo de ese mismo año. Costó terminarla 104 días, dadas las nuevas técnicas de construcción.

Se edificó en estilo neomudéjar, con una puerta monumental en la fachada de la calle Doce Ligero. El arquitecto encargado de su construcción fue Fermín Álamo. La nueva plaza contaba con enfermería, palcos, despachos, e incluso un reloj mecánico, que debía
ser puesto en hora antes de cada corrida. Durante la Guerra Civil, la plaza de toros de La Manzanera fue usada como cárcel. Los presos dibujaron un mapa de España en el que se reflejaba el avance de las tropas franquistas. Tras la guerra, la Manzanera recobró
su función de ruedo, teatro, circo y otros usos durante las fiestas. En el año 2000, se propone la construcción de una plaza cubierta, con mayor capacidad, en el nuevo Parque de la Ribera.

 

El 26 de septiembre de ese año La Manzanera acoge su última corrida. Dos años después es derribada para dar paso a una zona residencial y un parque. La actual plaza de toros fue inaugurada el día de San Mateo de 2001.