La erupción del volcán en la isla canaria de La Palma ha provocado una lengua de lava que devora todo lo que encuentra a su paso mientras desciende por la ladera de la montaña. Un panorama desolador con más de 160 hectáreas afectadas y cientos de casas destrozadas, lo que ha obligado a  la evacuación de miles de personas, muchas de las cuales han perdido todo en apenas unos minutos.

Lola Pérez lleva día siguiendo las noticias desde su casa, en Santo Domingo de la Calzada, con el corazón encogido por las imágenes que muestran el sufrimiento de sus paisanos. Nacida en La Palma, lleva viviendo más de 12 años en La Rioja, pero la mayor parte de su familia vive en la isla. Una hermana suya reside en El Paso, el municipio más dañado por la erupción volcánica.  «Afortunadamente, a ella no le ha afectado, pero lo están viviendo con preocupación y pena», explica Lorena a El Día de La Rioja. 

 «Hay gente que en horas se ha quedado sin nada. Es algo muy fuerte y me da mucha pena», afirma. «Se lleva mal, porque La Palma es un lugar maravilloso», lamenta.

 Por eso, Lorena se ha puesto manos a la obra para organizar diferentes incitativas solidarias con las que recoger fondos, ropa, material escolar y juguetes que irán destinados al colegio ‘Los campitos’, un centro escolar que ha quedado sepultado bajo la lava del volcán, con cuya directora se ha puesto en contacto. 

Tras lanzar la propuesta, «la respuesta y el apoyo de todo el mundo ha sido muy buena», asegura Lorena, que quiere agradecer al Ayuntamiento de la localidad «su disponibilidad para ayudarnos».

De momento, el colegio Sagrados Corazones cuenta con una hucha y una caja para recoger material escolar y juguetes, para los alumnos del centro escolar canario. Además, Lorena ha hablado también con empresas privadas, como Ultracongelados del Oja, donde se ha colocado un punto de recogida para que sus trabajadores puedan donar ropa para todas las edades. 

«Estamos hablando con el Ayuntamiento para organizar un recogida el próximo sábado 2 de octubre», avanza Lorena. Tendrá lugar en la plaza de la  Alameda, «para que todos aquellos que quieran aportar su granito de arena puedan hacerlo».