«No eliminamos el túnel de Vara de Rey por capricho»

Feli Agustín
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Jaime Caballero, concejal de Desarrollo Urbano de Logroño, explica que desde San Antón piden un solo carril, ampliar aceras y mantener aparcamiento

«No eliminamos el túnel de Vara de Rey por capricho»

Urbanismo, dominio público, arquitectura, eficiencia energética, espacios urbanos e infraestructuras, parque municipal de servicios, coordinación de las unidades técnicas, transporte urbano y estación de autobuses, mantenimiento y vías públicas, tráfico, urbanizaciones y ejecuciones subsidiaria. Estas son las competencias que, según la página web del Ayuntamiento de Logroño, tiene atribuidas la concejalía de Desarrollo Urbano, cuya gestión corresponde a Jaime Caballero. Con estudios de delineación industrial FPII, trabajó 25 años en JAE Ingeniería y Desarrollos, donde impulsó una iniciativa que otorgaba diez minutos más de vacaciones por cada día que los trabajadores fueran a trabajar sin vehículo a motor, pudiendo acumular hasta una semana anual. Este debió ser uno de los aspectos que, sin duda, convencieron a Pablo Hermoso de Mendoza, firme defensor de una nueva movilidad y que alberga como uno de sus objetivos de legislatura convertir a Logroño en capital verde europea, para ficharle con el encargo de dar una vuelta al urbanismo de la ciudad. Y, guste o no, a ello se ha aplicado porque, en un año de mandato, ha virado el  rumbo de la obra del soterramiento en Vara de Rey, con la eliminación del túnel; ha firmado la paz con los vecinos de Los Lirios a través de una solución semafórica, después de años reclamando una pasarela;o han enviado al destierro el proyecto de la Casa del Cuento, después llamada de las Letras. El programa Calles Abiertas, «estrategia para adaptar de manera urgente el espacio público y la movilidad durante el alivio del confinamiento provocado por la crisis de la Covid-19», ha sido su última actuación, que no deja de provocar controversias entre vecinos y comerciantes, y las críticas del PP por «falta de accesibilidad e improvisación». De las actuaciones de adecuación del espacio público que se han acometido en esta etapa de posencierro habla esta semana, vía online, en el seminario ‘Más movilidad sostenible para la nueva ciudad poscovid’.

Ha asentado en el urbanismo táctico las actuaciones acometidas a través del programa Calles abiertas. ¿Puede definir de qué se trata?

Se trata de actuaciones rápidas, ligeras, que, en principio, tienen un carácter provisional y pueden ser mejoradas o revertidas. Es una manera de transformar el espacio público de forma sencilla y barata.

¿Era necesario hacerlo tan deprisa?

Por supuesto, estábamos y estamos en emergencia sanitaria; de hecho, hubiéramos querido haber actuado con mucha más intensidad.

No obstante, y es cierto que así lo ha reconocido, que ha faltado información a la ciudadanía.

Esa rapidez en las intervenciones nos ha permitido acometer el proceso participativo y de información que hubiéramos querido, sobre todo en las primeras actuaciones que, además, se definieron de forma muy rápida, como República Argentina o Gonzalo de Bercero. El urbanismo táctico funciona así, se termina de definir la actuación conforme se está ejecutando.

Pero, ¿no se hubiera ahorrado cierto descontento, que lo ha habido, si se hubieran dilatado las actuaciones unos días para facilitar una información más precisa a los ciudadanos?

Nos costó mucho trabajo arrancar esta campaña y, una vez logrado, fue todo muy rápido y no nos dio tiempo a una comunicación efectiva. Pero, durante la emergencia sanitaria, con las fases del desconfinamiento, y 200.000 cuestiones a la vez, además de las calles y las terrazas, el tiempo era limitada;no hemos tenido la capacidad temporal de ofrecer esa comunicación. Lo que hemos dicho en todo momento es que es una propuesta para analizar, mejorar o anular;no es algo definitivo, por lo que entendimos que la provisionalidad y emergencia justificaban, en algunos casos, la falta de comunicación. No obstante, en las actuaciones posteriores, que se han acometido con algo más tiempo, hemos mantenido reuniones con el vecindario, repartido folletos, informado en los medios y la web; seguramente, también con precipitación, porque no olvidemos que hemos actuado de forma inmediata.

Hay quien les acusa, el PP lo ha hecho, de que utilizan estas actuaciones poscovid para peatonalizar o cambiar las bases de la movilidad en la ciudad. ¿Es cierto?

No, no hemos peatonalizado nada. Sí que es cierto que las medidas que se requieren ante la emergencia sanitaria se alinean con nuestro objetivo de recuperar el espacio público, pero ha sido una coincidencia de la que hemos sacado ventaja. A la vez que se recuperan las aceras para los peatones, se da cumplimiento a los criterios que teníamos establecidos.

Los colores con los que se ha pintado el asfalto han generado confusión. ¿Puede recordarnos que simboliza cada uno?

El código que se ha empleado en Fundición y en Madre de Dios implica que el rojo representa el nuevo espacio ganado para el peatón; el naranja suma este con el que ya utilizaban los viandantes; y el azul supone el empalme de este espacio más la banda de rodadura, que recuerda a los coches que deben ir más despacio, porque son calles de prioridad peatonal, en las que el paseante puede ocupar el lugar por el que circulan los coches.

¿Y los círculos?

En Sagasta se ha utilizado una tipología diferente, con círculos. También es de prioridad peatonal, en la que la señalización reglamentaria no era suficiente para recordarlo. Se ha utilizado un diseño con la intención de crear un entorno más amable.

Un informe de la Policía Local ha detectado, y es textual, anomalías en algunos de estos dibujos y hay expertos en circulación que también los discuten. ¿Qué tiene que decir al respecto?

Lo que hay que preguntarse es cómo un informe interno de la Policía llegó a los medios [lo filtró el PP], un documento muy general que, de manera concreta, solo menciona señalizaciones que parecen pasos peatonales en Fundición y Sagasta. 

¿Se van a cambiar?

Lo que haya que arreglar, se mejorará; estamos reconociendo que como vamos muy rápido podemos cometer errores. Con esos seudopasos peatonales hemos pretendido incrementar la seguridad, teniendo en cuenta que la velocidad para los coches es de 20 kilómetros por hora, una velocidad bajísima. Están, además, en calles calificadas S-28, que permiten a los niños jugar, y que se pueden pintar como se desee. Además, el Código de Circulación está obsoleto, algo que los expertos reconocen, y hay aspectos que no están reglamentados; hay uno nuevo, pendiente de aprobación, que ya incluye velocidad a 30 en ciudad o la reduce a 10 km/hora en S-28. 

República Argentina se ha reducido a un carril y, de hecho, los comerciantes ya les han elevado sus protestas. ¿Se va a quedar así?

No podemos sacrificar el espacio de los peatones para tener tres metros de calzada más por si alguien quiere parar en doble fila. Lo que hablamos con representantes de las calles República Argentina o Gonzalo de Berceo es atender las necesidades logísticas del comercio sobre aparcamientos, zonas de carga y descarga… No obstante, es pronto para concretar cómo quedará, de manera definitiva.

Y en Vara de Rey, con un tráfico de 20.000 vehículos al día. ¿Será suficiente un carril en cada dirección?

Debe serlo. Las vías acogen el tráfico según su capacidad; si añadimos un carril en vez de eliminarlo, aumentaría la intensidad del tráfico; al contrario, se reducirá. No obstante, siempre había vehículos en doble vía, con lo que la capacidad de circulación ya estaba mermada.

¿Y la que queda en medio, San Antón, sobre la que se han barajado diferentes propuestas?

Seguimos en contacto con comercio y vecinos para una intervención.

¿De qué tipo?

La peatonalización no salió adelante; ellos han presentado otra propuesta, que estamos valorando,

¿Cuál?

Ganar aceras, dejando solamente un carril de circulación, el de salida, manteniendo aparcamientos.

¿Hay más intervenciones previstas?

Sí, claro. No podemos adelantarlas, pero en cuanto se acaba una, se inicia otra. Tenemos que ver cómo proseguimos implementando la estrategia, que contempla itinerarios peatonales, ciclistas, áreas pacificadas, puntos calientes… La emergencia sanitaria continúa y necesitamos seguir ganando espacio para los peatones.

Habrá que evaluar el éxito de Calles Abiertas que, ya han anunciado, mantendrán algunas actuaciones y otras no.

Eso es. Lo que hemos hecho no deja de ser una propuesta cuyo resultado deben analizar los ciudadanos; no obstante, el espacio ganado para el peatón, una vez que la ciudadanía se apropie de él y lo disfrute, pienso que es difícil que vuelva a la situación anterior.

Los vecinos de Avenida de Burgos también andan quejosos por el estado de la calle. ¿Se prevé actuar?

Está en nuestro foco, figura en presupuestos y en Calles Abiertas; ahora bien, es muy complicado. La calle está condicionada por los PERI de reconversión y otras cuestiones urbanísticas.

Pero habrá que intervenir...

Cuando hemos llegado al Ayuntamiento, hemos comprobado que no había proyecto, que es necesario redactar. Podemos realizar actuaciones tácticas, pero una actuación de envergadura exige un proyecto.

 Y en esta estrategia de ganar espacio para el peatón, ¿hay prevista la peatonalización de alguna calle?

Ahora mismo no. Hay calles de estar y otras de pasar y, en cada una de ellas, se analizan los usos y se aporta la solución que requieren. Peatonalizar por completo es casi imposible, porque hay que garantizar usos, como de recogida de basuras o de carga y descarga.

Logroño se ha adherido a la red europea Ciudades que caminan. ¿Cuál es su filosofía y su intención al unirse a ella?

Estamos ya en la red de Ciudades por la bicicleta y, ahora, la de Ciudades que caminan, que promueve lo que queremos conseguir, recuperar del espacio público, y nos pone en contacto con ciudades que están trabajando en la misma línea que nosotros, aportan experiencias y cuentan con una oficina técnica desde la que nos apoyan en la consecución de nuestros objetivos.

Los vecinos y comerciantes de Vara de Rey están recogiendo firmas por una solución para las obras hace un año paralizadas. El alcalde y usted mismo han apuntado que enseguida tendrán respuesta de LIF, pero lo cierto es que toda la zona anda muy desatendida, con la maleza creciendo en el cruce con Duques de Nájera.

Sí, hemos requerido que se limpie; espero que se haga de manera inmediata. Respecto a la solución del proyecto, espero que concluyan todos los trámites administrativos para que LIF adopte una decisión. 

Y después de tantos años, idas y vueltas, dinero, proyectos, llegaron y eliminaron el túnel, que sustituyen por un semáforo. ¿Era tan sencillo solventar el tema?

Las cuestiones de la sociedad LIF (Logroño Integración del Ferrocarril) se alargan mucho porque competen a tres administraciones (Gobiernos de España, La Rioja y Ayuntamiento de Logroño), y todos los trámites administrativos son muy largos.  Y no estoy de acuerdo en que llegáramos y elimináramos el túnel. Cuando accedimos al gobierno municipal nos encontramos un debate que no estaba cerrado…

Este Ayuntamiento había aprobado en pleno la alternativa C.

Sí, se aprobó, se dijo que había un consenso que, cuando nosotros llegamos, comprobamos que no existía, como hemos dicho una y otra vez. Ni lo apoyaban los técnicos municipales, ni el redactor del proyecto, ni LIF; había urbanistas y arquitectos denunciando que era un despropósito… Entonces, nos preguntamos, ¿alguien en esta ciudad está de acuerdo con ese túnel? Los vecinos no lo querían y nosotros tampoco. No lo paramos porque fuera un capricho, sino porque a nadie le gustaba. En su día, con unos criterios determinados se optó por esa solución, pero, años después, cuando se ha ido urbanizando la zona y se han abierto viales nuevos, se ha visto que el túnel no tenía sentido.

La estación de autobuses concluye a mediados de septiembre. ¿Cuándo se abrirá?

El año que viene; una vez concluida es necesario equiparla.

¿Y cuál es el futuro de la estación antigua?

Pues hay que hacer un proyecto,  que figura en el presupuesto de este año, aunque se retrasará; se han hecho varias propuestas y siempre se ha mantenido que debe contemplar necesidades sociales del barrio.  

El parque Felipe VI, un gran logro para la ciudad, se ha descuidado. ¿Se va a intensificar su cuidado cuando esté todo listo?

Esperamos que con la cúpula, y al tener continuidad el parque, sea mucho más fácil su mantenimiento y cuidado. Sí es verdad que hasta ahora ha habido mucho vandalismo, que confiamos en solucionar. De hecho, en la actual actuación, también está prevista la mejora y reparación del parque actual, el que se sustenta sobre la estación del ferrocarril.

Habrá que invertir en tiempo y recursos.

Los parques de la ciudad muestran una tipología muy diferente; hay parques con mucho césped, y los hay con mucha flor, y cada uno requiere una actuación diferente. El de las estaciones requiere mayor cuidado.

El año  próximo hay que abonar el ‘balloon’ del crédito del soterramiento, que asciende a 30 millones. ¿Cómo se van a pagar si en los últimos ejercicios se ha ido abonando a razón de unos 9,2 millones al año?

Hay un remanente preparado para ello, que se guarda en un fondo; otra parte habrá que financiarla.

Los terrenos están para eso. ¿En qué situación se encuentran?

Nos hemos encontrado con que no estaba iniciado el expediente de expropiación de los terrenos, que da paso al convenio de gestión, paso previo a la puesta a la venta. La idea es que puedan salir al mercado el año próximo.

¿Y qué previsiones maneja?

Hay buenas expectativas de promoción en la ciudad, y así se ve. Este entorno de la estación, muy próximo al centro es espectacular; si se están promoviendo en otros lugares, con peores salidas, entiendo que habrá interés.

Hay un asunto así que ninguna de las corporaciones pasadas ha podido solventar y ha condicionado una obra de ciudad, la subestación de Cascajos. ¿No hay manera?

Creo que, al igual que en el caso del  nudo de Vara de Rey, se ha utilizado  políticamente, lo que ha provocado un alargamiento en el tiempo y soluciones inviables, como la promesa de llevarse la estación, que costaba ocho millones de euros y creaba ineficiencias y pérdidas de carga tremendas. Estamos en contacto con Iberdrola y LIF, mirando todas las soluciones para ver qué ubicación es  la idónea  y técnicamente posible.

¿Habría que trasladarla?

Se contempla el traslado a ubicaciones concretas, dejarla como está o soterrarla. Ahora hay modelos más compactos, que permiten soluciones nuevas que antes no se podían aplicar.

Para concluir con el soterramiento, ¿qué futuro les aguarda a las fases dos y tres?

Nuestro principal foco es concluir la fase uno;la dos y tres no se pueden realizar como estaba previsto porque nos hemos gastado todo el presupuesto, a lo que se suma el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, con lo cual los suelos no valen lo que se creía. Es una prioridad para nosotros la conexión de Portillejo con el Cuarto puente. Estamos en contacto con LIF porque las técnicas, en materia de soterramiento, han evolucionado, se ha aprendido mucho en fase uno y es evidente que hay que mejorar el proyecto para hacerlo más viable y económico. Trabajar en otro modelo que haga posible las fases dos y tres, aunque, obviamente, no se acometerán a corto plazo.