Uno de los ayuntamientos que ha alzado la voz contra la apertura de estas instalaciones es Arnedo. Su alcalde, Javier García, es tajante y se muestra «inflexible». Entiende que «atenta» contra la reactivación económica, al entender que será una «ruina» para las arcas municipales, al asumir más gastos con menos usuarios, y que no garantiza el cuidado de la salud pública, ya que «supone un vector de riesgo innecesario».  «Si el Gobierno de España cree que éste es un servicio esencial, ha da dotarnos de recursos para ejercer control y de recursos para sostener la brecha económica que conlleva», afirma el primer edil, quien considera que también «ha de responsabilizarse de las consecuencias que tenga a medio plazo en la salud»

En la línea del regidor, se han postulado otros ayuntamientos de la región, como los de la comarca del Cidacos, y García espera que se sumen más consistorios.

Las piscinas de Lardero están preparadas para abrir en «cualquier momento», según indica su concejal Marcos García, que está a expensas de que Salud determine cuándo podrán abrir después de que el viernes se denegara su petición. Pero, hasta que eso ocurra, desde el Ayuntamiento están trabajando en la preparación de las instalaciones para abrir, si nada cambia, a mediados de junio con una premisa: que no haya más socios que aforo.

Entre las medidas que se aplicarán están delimitar la zona común y la de agua. Los toboganes, el jacuzzi, el parque infantil y las fuentes estarán cerrados, y se limitará el acceso al vestuario y taquillas. 

Por su parte, desde elAyuntamiento de Villamediana de Iregua también trabajan en preparar la reapertura de sus instalaciones con la empresa que las gestiona. El fin no es otro que proporcionar a las familias un «ambiente seguro y saludable», afirma su alcaldesa, Ana Belén Martínez, quien apunta que a lo largo de esta semana se adoptará una decisión al respecto, siempre atendiendo a los criterios que se marquen por el Gobierno, subraya.

No obstante, pide que la reapertura de estas instalaciones sea coordinada entre todos los ayuntamientos riojanos con el fin de que todos sigan las mismas directrices  a la hora de abrir estos espacios municipales. 

cantabria. En el caso de la Fundación Recreativa Cantabria, la nueva orden ministerial ha pillado con el pie cambiado a esta entidad, que trabaja a contrarreloj en el control del aforo y en delimitar los espacios de uso personal para reabrir, en el mejor de los casos, al final de la segunda fase porque no van a tener tiempo de preparar las instalaciones para el próximo lunes, según explica su gerente, Fernando Ellacuría. 

Con un afluencia media diaria de unas 2.000-3.000 personas en verano, la entidad ha dividido sus siete piscinas en dos áreas para un aforo de 1.300 usuarios en la zona de solarium y 550 bañistas: una que no dividirá las zonas de uso personal y a la que se accederá con una pulsera para controlar el aforo;y otra que se dividirá en parcelas.