En todas las salsas

Feli Agustín
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«Me hice edil para plasmar lo que quería desde los colectivos», dice Eugenio de la Riva, Chiqui.

Eugenio de la Riva, Chiqui. - Foto: Clara Larrea

1.Villanueva de Cameros. Es, sin duda, uno de los lugares más queridos por Chiqui. Unido indudablemente a sus recuerdos infantiles y a su primera esposa, Montse, natural de ese municipio y que falleció con solo 40 años, víctima de un tumor cerebral. «Construimos un chalé, fruto de nuestros cariño y con vistas al futuro», relata el exconcejal, que pasó allí sus mejores años.

Natural de Logroño, acudía a Villanueva por su parentesco con el último de los tres fabricantes de sillas y tresillos que entonces había en el pueblo. «Ha sido donde más he disfrutado», insiste.

2. Maristas. Fue en el colegio San José donde transcurrió su infancia y juventud. «Todavía uno a los compañeros de aquellos años el último sábado de noviembre, nos juntamos cuarentaytantos», presume Eugenio de la Riva, que guarda un gran recuerdo del colegio. Tal es así que su hija, Elena, fue de las primeras niñas en estrenar la línea femenina. Además, Chiqui fue el primer Hermano Mayor de los Maristas, que fundó mientras estaba en la Asociación de Padres. «Cuando era concejal, encontré un paso abandonado en el parque de servicios, y pedí a la concejala del ramo, Margarita López Molviedro, que nos lo cediera». Y así fue.

3.Federación de Pelota. La antigua, la que estaba en la plaza del Mercado en 1993, cuando coincidió un doble acontecimiento, ocupó su presidencia y la Federación riojana cumplió 50 años. «Coincidieron grandes pelotaris, como Juan Pablo, Daniel, Garrido, Gorostiza, Titín, de aficionado; fueron años muy bonitos», relata.

4.Escuela de Peritos. Donde cursó su carrera, que inició en la Escuela de Maestría -ahora Esdir- y concluyó en el actual recinto universitario. «Celebramos el último paso del ecuador», recuerda De la Riva, que relata que, ante la imposibilidad de contar como madrina de fin de carrera con la hija de Fraga, estuvo presente la del entonces director general de Carreteras, Pilar de Areitio. «De paso, pagaron la carretera del Seminario a la Escuela», recuerda el vicepresidente de la Federación de Pelota, que señala que Areitio volvió hace tres años a celebrar el 50 aniversario del fin de la carrera. «Cuando la acabé,  me eché de novia a mi mujer; fueron años muy bonitos», recuerda el primer decano del Colegio riojano de Peritos, antes dependiente de Zaragoza, quien fue, junto a otros compañeros, artífice de su ‘independencia’.

5.Cantabria. Miembro de Acción Católica, como responsable regional norte que fue durante una época, cada dos meses solía acudir a Madrid, donde coincidió con  Adolfo Suárez o Joaquín Ruiz Jiménez. Como integrante de Acción Católica, pertenencia a la junta directiva de la sociedad deportiva Cantabria, y «en mis tiempos se hicieron las únicas cuatro verbenas que se organizaron». «Más de una vez me dijo el obispo, Abilio del Campo, procura poner muchas luces en la verbena», narra con una sonrisa.

6.Pradillo.  Uno de los recuerdos más tristes que guarda, el accidente de Pradillo, donde murieron más de 40 chavales. Siendo de la Junta de Cantabria, se organizaba la Pascua del Deportista, en la que jóvenes bajaban desde Valvanera una antorcha encendida hasta Cantabria. Coincidiendo con una de ellas, se produjo el grave accidente, en el que tuvo que ayudar como miembro de Acción Católica. «Estuvimos durante dos o tres meses llevando flores y acompañando a familiares y amigos al hospital», recuerda con tristeza.

7.Iglesia de Santiago. Como «muy logroñés» que se siente, dos de las cosas que más feliz le han hecho han sido su elección como miembro  de la Cofradía del Pez y ser cofrade de honor de la Virgen de la Esperanza, que mora en Santiago. «Ha sido para mi un orgullo», relata este Insignia de San Bernabé, que compartió con su nieta.

8.Ayuntamiento. Fue concejal 16 años consecutivos; la primera legislatura estuvo en la oposición, «y ganando, pero Pilar Salarrullana le dio el voto al PSOE».  «Llegué al Ayuntamiento cuando pertenecía a 18 colectivos y lo que quería que se hiciera cuando pertenecía a ellos, lo pude desarrollar siendo concejal; disfruté mucho», confiesa el exconcejal de Festejos, que trajo a Logroño a  Joe Cocker o Mark Knopler.

9.Ermita del Cristo. Fue una corta temporada responsable, como concejal, de la zona de El Cortijo, cuando se rehabilitó la ermita de El Cristo. «Un orgullo», presume.

10.Federación de Casas Regionales. Fue donde, hace 19 años, conoció a su mujer, María José. «Sin ella no hubiera superado el confinamiento», confiesa Chiqui, orgulloso de haber tenido a su lado «dos grandes mujeres».