Comerciantes de República Argentina exigen el segundo carril

Feli Agustín
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Reclaman la reversión de las nuevas disposiciones de tráfico, que «provocan pérdidas» en sus negocios

Los comerciantes resaltan que la mayor parte de los peatones transita por las aceras y no usa los nuevos carriles - Foto: Clara Larrea

Las nuevas  medidas de movilidad  puestas en marcha por el Ayuntamiento de Logroño para garantizar el cumplimiento de la distancia de seguridad obligada por la crisis sanitaria, que no han dejado de levantar ampollas, han superado un nuevo listón en República Argentina, donde más de una veintena de establecimientos comerciales, «muy descontentos» con el equipo de Pablo Hermoso de Mendoza, exigen al Gobierno municipal una reconfiguración de los espacios de circulación.

Fue esta vía la que, junto a Gonzalo de Berceo, estrenó hace seis semanas el proyecto Calles Abiertas que, basado en la filosofía del urbanismo táctico, ha facilitado la intervención en varias calles de la ciudad, como Sagasta o Fundición, además de en Vara de Rey o el desarrollo de un proyecto integral en Madre de Dios, donde ahora se está actuando.

En el tramo entre Gran Vía y Pérez Galdós de esta céntrica calle se ha duplicado la superficie de ambas aceras, se eliminó una fila de aparcamientos y uno de los dos carriles de circulación, circunstancia que ha provocado el enfado de los comercios de distintos gremios que se ubican en dicha manzana.

«Estamos muy disgustados con la situación actual de la calle», explica uno de esos comerciantes, Ricardo Ruiz, de Carnicería Sofi, después de que este martes la práctica totalidad de los propietarios de los establecimientos de este tramo mantuvieran una reunión para elevar al equipo de Gobierno sus propuestas con el fin de intentar solventar los perjuicios que, en su opinión, están causando las medidas de movilidad.

Los comerciantes de la zona, de alimentación minorista, un supermercado, textiles o deportes, muestran su malestar por la nueva situación que impiden cualquier tipo de parada. «Si a nosotros nos quitan aparcamientos, la gente no puede venir a comprar», argumenta Ruiz, que critica la eliminación de un carril, lo que ha provocado el aumento de los atascos,  circunstancias que, en conjunto, les hacen estar «muy disgustados» con el Ayuntamiento.

Eliminar bolardos. Los comerciantes de República Argentina aseguran que son conscientes de la crisis de la covid y «aguantan» lo que haga falta;pero no están «dispuestos» a que esta situación se perpetúe. «Si esto lo van a dejar como está, que al menos nos quiten una fila de bolardos para que la calle sea de dos carriles para agilizar el tráfico», solicita Ruiz.

Los comerciantes argumentan que el ensanchamiento de las aceras, habilitado para que los peatones caminen, no está siendo efectivo, porque los viandantes no circulan por el tramo de calzada añadido.  «Estamos disgustados», reitera el  propietario de Carnicería Sofí, que resalta que «así no podemos estar».

Informa de la dificultada que esta nueva movilidad entraña para que los camiones efectúen maniobras de carga y descarga -en ese tramo de la calle se encuentra un supermercado BM-, ya que apenas disponen de espacio. Avanza, además, el temor que les genera el reinicio de la actividad lectiva el próximo septiembre y el considerable aumento del tráfico, lo que les hace prever «un desastre».

Resalta, no obstante, que la próxima semana reabren los centros de día, lo que exigirá la parada de los vehículos que transportan a los mayores varios minutos, «y con el tráfico que hay aquí se va a preparar una tremenda».

Así las cosas, remitirán sus propuestas al equipo de Gobierno, tal y como les emplazaron la semana pasada en un reunión mantenida con el Consistorio, porque su intervención es alcanzar una solución consesuada. Ahora bien, avanza que «si tenemos que tomar alguna medida, lo haremos, aunque no es nuestro deseo», afirma Ruiz, quien añade que, de la misma manera, «no queremos que nos hundan los negocios». Y es que, asegura, los perjuicios son evidentes porque la nueva configuración del espacio urbano retrae a los vecinos de otras calles de Logroño a acudir a los establecimientos de República Argentina. «Les planteamos dos carriles y quitar los bolos, que no tiene ningún sentido, solo entorpecen», señala Ruiz, «abierto» a cualquier propuesta municipal encaminada a mejorar la calle».