En consonancia con los últimos paneles de expertos y del Banco de España, que están enfriando las expectativas del Gobierno sobre la recuperación, los empresarios riojanos entienden que el afianzamiento de la economía tras la crisis pospandemia no será rápida y la demoran hasta 2023.
Así lo dijo ayer el presidente de las organizaciones empresariales riojanas, Jaime García Calzada, que analizó las conclusiones de la Encuesta de Coyuntura Empresarial correspondiente al tercer trimestre del año, que ha acabado con buenas cifras, gracias, principalmente, a turismo e industria, una tendencia que prevén que se mantenga hasta finales de año.
Sin embargo, señaló el presidente de la Cámara de Comercio, los empresarios riojanos en «un porcentaje muy elevado», del 72%, equiparan su capacidad de recuperación a la de la economía española y piensan que no va a ser rápida;de hecho, un 66% estima que no se alcanzarán los niveles precrisis antes de 2023.
«La recuperación pierde fuerza y obliga a replantearse las previsiones de crecimiento», argumentó el también presidente de la FER tras analizar un informe que apunta que construcción y otros servicios han sido los sectores que han arrojado datos más pesimistas.
Así las cosas, los empresarios riojanos valoran la actuación del Gobierno en cuanto a las medidas adoptadas para tratar de limitar los efectos económicos de la crisis sanitaria y, así, cerca del 75% resalta a los ERTE como la actuación más eficaz, calificación positiva que también alcanzan -aunque no de manera tan relevante- las líneas de financiación ICO y las ayudas directas.
«Equivocado». Si la acción gubernamental en este aspecto obtiene los parabienes de los empresarios, la acción del equipo de Pedro Sánchez no escapa a las valoraciones negativas del máximo representante de la patronal riojana, muy crítico con algunas de las actuaciones presentes y por venir.
Así, considera que una política económica «equivocada», con la reforma laboral, la del Salario Mínimo Interprofesional y la de las pensiones, ceban la incertidumbre. «No hay que olvidar que el aumento de las cotizaciones de la Seguridad Social es un impuesto», afirmó el empresario, que señaló que más de la mitad de los encestados no considera adecuada la subida del salario mínimo. De hecho, el 37,5% de ellos opina que esta alza puede afectar a nuevas contrataciones
García Calzada, no obstante, reconoció, que la práctica totalidad de los empresarios estima que en el incremento de los costes de las materias primas y de la energía radican sus principales preocupaciones, al igual que en los costes laborales. «El aumento de la inflación, problemas logísticos y la falta de personal cualificado son aspectos que alimentan la incertidumbre entre los empresarios», aseguró García-Calzada, que, al respecto, indicó que 78,5% de las empresas manifiesta tener dificultades para contratar personal en el área de producción y operaciones mientras un 64,3% las presenta en ventas y marketing. En torno a la mitad de los encuestados tiene estas dificultades en el área de logística (53,6%) mientras un 68% las manifiesta en internacionalización y un 62,1% en digitalización. «Estas deficiencias son la prueba de que hay un verdadero problema con la formación, que constatan tanto empresa como estudiantes», afirmó.
Tampoco son muy optimistas respecto al desempeño de los fondos europeos:un 85,6% considera que no se ejecutan de forma ágil y un 80% desconoce cómo se puede acceder a los mismos.