Al igual que el coronavirus, la gripe española azotó con fuerza Brasil hace un siglo. Entonces, la Caipirinha, el cóctel más famoso del país, fue considerado un potente remedio para enfrentar la temida enfermedad. La bebida popular, a base de miel, ajo y limón, se usó para combatir este mal en 1918 e, intentando que el remedio casero tuviera un mayor «efecto terapéutico», se complementó con cachaza, un aguardiente de caña de producción nacional.

Según el profesor Jairo Martins da Silva, un estudioso de la cachaza con más de 25 años de experiencia en el tema, la prescripción de fármacos caseros a base de hierbas, frutas y alcohol formaba parte del recetario de la medicina popular de la época y los doctores no se oponían a utilizarlos. «Durante el período de la gripe española fue un remedio bastante usado, tanto que hasta hoy en día se emplea mucho el limón, la miel y el ajo para frenar los resfriados», apunta.

Más o menos dos años después, cuando la pandemia de la gripe española acabó, la miel se reemplazó por azúcar y se cambió al ajo por hielo, debido al clima cálido de Brasil.

El nombre que hizo popular al cóctel brasileño por excelencia también llegaría por esa época inspirado en los habitantes de la zona rural de Sao Paulo, donde fue inventado -Caipirinha, viene de caipiras», como son conocidos los campesinos en esa región del país-.

«Cuando la enfermedad dejó de hacer estragos entre la población, mas o menos en 1920, comenzó a llamarse Caipirinha, un nombre que se consolidó en febrero de 1922 durante la Semana de Arte Moderno», explica el profesor Martins.

Varias versiones coinciden en que la culpable de la popularidad de este cóctel carioca fue la artista brasileña Tarsila de Amaral, reconocida mundialmente por ser una de las principales exponentes de las corrientes modernistas en Latinoamérica.

A la artista y a su marido, el poeta y escritor Oswald de Andrade, les gustaba promocionar en sus viajes elementos de la gastronomía típicos de su país, como la Caipirinha.

Amaral no pudo asistir a la también llamada Semana del 22, pero la Caipirinha fue exaltada allí por su esposo y varios de los participantes, que ya habían experimentado las bondades de esta bebida en la capital francesa donde comenzó a ser popularizada la artista.

La cachaza

La cachaza, alma de la popular Caipirinha, es actualmente la bebida destilada más consumida en Brasil y la tercera en el mundo, según los datos del Instituto Brasileño de la Cachaza (Ibrac).

Existen seis tipos de cachaza: pura, azucarada, almacenada, añeja, premium y extra premium. Sin embargo, como se cuenta con casi 40 tipos de maderas de envejecimiento y almacenamiento, se habla de más de 150 clases de este destilado.

Además de Brasil, Alemania es uno de sus mayores consumidores, pues compra el 25 por ciento de la cachaza exportada por el país sudamericano.