Aitor Calle es desde el sábado un hombre más feliz después de que el Haro haya sumado su primera victoria liguera (4-0 al Izarra) al octavo intento. El triunfo no alivia la mala clasificación blanquinegra pero permite despedir 2020, a la espera de la Copa, con buenas sensaciones

«Es muy importante la victoria por el grupo, por los chavales que lo merecían pero el premio no llegaba», principió el técnico vasco. «Era duro que pasaran las semanas y no llegase la recompensa», agregaba. «Es una satisfacción también por la afición del Haro porque necesitaban una alegría. El fútbol es una válvula de escape y por fin les hemos alegrado aunque contentos no estamos. Llevamos seis puntos de 24 y sabemos que no hemos arrancado de la mejor forma», completaba.

Aunque la competición no volverá hasta el año que viene, el 4-0 ante el Izarra ha de servir como acicate: «Hemos dado un paso. Lo necesitábamos para avanzar. Este triunfo tiene que venir acompañado de una nueva dinámica», apuntaba.

Sin fecha copera. De momento, el Haro seguirá ejercitándose a la espera de que la RFEF determine una nueva fecha para el duelo de Copa entre Haro-Balompédica y Zamora-SDL.  

Ninguno de los dos clubes sabe cuándo se jugará dicha eliminatoria. «Es un contratiempo», agregó, «porque estaban planificadas las vacaciones y los descansos». El viernes será el sorteo de la segunda ronda sin que Haro y SDL hayan debutado.