Un bastión contra el fuego

L. R. de la Torre (EFE)
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La base aérea que se construirá con fondos europeos en Verín aspira a convertirse en un referente hispanoluso en la lucha contra los incendios forestales que golpean cada año el sur de Galicia y regiones del norte de Portugal

Un bastión contra el fuego - Foto: Brais Lorenzo

Es un proyecto fraguado el pasado mes de marzo y tiene un presupuesto de 9,1 millones de euros. La idea es construir una base aérea con fondos europeos en la localidad de Verín. Un enclave que aspira a convertirse en el referente hispanoluso en la lucha contra los incendios forestales que golpean cada año con dureza el sur de Galicia y el norte de Portugal. El plazo de ejecución finaliza en 2022.

Los fuegos en parcelas de bosque y matorral que azotan esta zona, el apoyo de los fondos comunitarios a estas regiones deprimidas, una buena orografía y la proximidad al río son algunos de los incentivos que han llevado a las administraciones involucradas a apostar por levantar esta base aérea en la provincia de Orense.

Basta analizar los preocupantes datos de incendios para comprender el por qué de esta ubicación: en la última década, el territorio gallego y en particular el orensano han liderado todas las listas de España tanto en número de fuegos intencionados como de superficie quemada. Galicia superó en este período las 200.000 hectáreas calcinadas, y Orense registró la mitad de los grandes siniestros de la comunidad y casi la mitad de superficie quemada total. De las 35 parroquias que el Gobierno gallego identifica como las de mayor actividad incendiaria, 27 pertenecen a esta provincia.

Un bastión contra el fuego Un bastión contra el fuego - Foto: Brais LorenzoCon esta nueva base, la Xunta confía en poder dar «una mejor y más adecuada respuesta» a los fuegos, cada vez más virulentos, gracias a su emplazamiento estratégico y operatividad.

A escasos tres kilómetros de Portugal y a unos 18 de la localidad lusa de Chaves, el enclave, que tendrá categoría dos de aeródromo, impresiona sobre maqueta.

Comprende 23 hectáreas de superficie y dispondrá de una pista de 1.200 metros desde la que podrán despegar tanto las aeronaves como los aviones de carga en tierra, helicópteros e, incluso, aviones anfibios. Estará dotada de varios tanques de combustible con una capacidad mínima de 40.000 litros y una motobomba para un caudal mínimo superior a 350 litros por minuto, además de tres depósitos de agua y bocas de incendio.

Un bastión contra el fuego Un bastión contra el fuego - Foto: Brais Lorenzo«Es la primera base que se hace en Galicia de esta magnitud», explica el director general de Defensa do Monte de la Xunta, Manuel Rodríguez, quien sitúa esta instalación al nivel de otras tan importantes como la del aeródromo de Rozas, en Lugo. Según los plazos del Gobierno, el objetivo es que las obras puedan arrancar a finales de este verano, una vez culminada la expropiación de los terrenos.

Una de sus características diferenciales es «su carácter mixto híbrido». Por especificaciones técnicas, longitud de pista y ubicación, la base permitirá operar no solamente a aviones de mayor magnitud, sino hacerlo «simultáneamente», algo que hasta ahora «era impensable» en Galicia.

Esto «da una capacidad de respuesta de choque contra los incendios brutal», afirma el responsable de Montes, quien resume el proyecto en tres palabras: «transversalidad, potencia y conocimiento».

Actuación conjunta   

Rodríguez explica que el proyecto incluirá protocolos «de actuación conjunta» con Portugal y las comunidades de Extremadura y Castilla y León, y que fructificará el año que viene en un «congreso internacional» que contará con la participación de los ocho socios implicados.

En definitiva, se trata de «centralizar, coordinar recursos y aprender de otros», resume este experto, quien reivindica la oportunidad que supone conjugar sinergias y promover la formación conjunta de los distintos operadores y de la población civil.

Por el momento, los alcaldes de las zonas gallegas que cada año sufren en primera línea la lacra de los incendios ven con buenos ojos esta iniciativa.

«Nos pondría en condiciones de atacar en origen los grandes fuegos que se producen en toda esta zona, que abarca Monterrei, Oímbra, Cualedro o Laza, y que se repiten cada año», observa el alcalde de Verín, Gerardo Seoane.

Hasta ahora estos municipios se encuentran «a expensas» de la intervención de medios aéreos procedentes de otros puntos de Galicia «que, a veces, por condiciones climatológicas tardan en llegar», una circunstancia que se solventaría con la creación de esta base única, pues los fuegos «se combatirían desde el minuto uno y su extinción sería mucho más fácil».