«El 80% de nuestras intervenciones son humanitarias»

Bárbara Moreno
-

El comisario principal Laguna Cencerrado, manchego de 60 años, hasta ahora dirigía la comisaría provincial de Cuenca. Ingresó en la Policía en 1980 y cuenta con una acreditada carrera. Llega a La Rioja con ganas de mejorar aún más la seguridad

Manuel Laguna es el nuevo jefe superior de la Policía Nacional de La Rioja - Foto: Óscar Solorzano

Después de recorrer buena parte de España en diferentes destinos como policía en varias especialidades y mandos, Manuel Laguna va a ocupar una Jefatura Superior de una Comunidad autónoma uniprovincial, con unos datos de seguridad muy buenos ya de inicio, a sabiendas de que esta es una de las regiones más seguras de España, por lo que es consciente de que hay poco margen de mejora en ese sentido. Pero espera superarlo, de la misma forma que viene para poder ofrecer el mejor servicio a los ciudadanos, tanto de seguridad, como de servicios humanos o los burocráticos que tienen que ver con los pasaportes y DNI. De hecho ya está reduciendo la demora en las citas. Con todo, este ciudadrealeno llega a La Rioja con otro sentimiento de vida después de haber estado más cerca de la muerte que de la vida durante tres veces en la primera ola del covid cuando estuvo más de 30 días en coma en la UCI. Hoy, con las energías más que cargadas y con el nuevo servicio que le han encomendado, este hombre de servicio dará todo lo posible por esta ciudad y sus gentes.

Viene de Cuenca como jefe, una ciudad más pequeña y con menos personal. ¿Cómo afronta esta nueva misión?

Sí, aquí hay una plantilla de 285 personas, allí de casi la mitad. Lo primero que  hice aquí fue ver el estado de situación a nivel de delincuencia, personal, servicios más relevantes, con más repercusión, conocer la situación de la plantilla. Que por todo lo que he visto está muy bien respecto al balance de criminalidad. Que está de los más bajos de España y Logroño es de las ciudades más seguras y con menos infracciones por habitante. La situación que me quedó es buena.

Ahora, las mejoras son complicadas, tenemos menos margen de mejora, en una plantilla como la que tenemos aquí, la situación es buena. 

¿Qué es lo primero que se encontró cuando llegó aquí? ¿Qué diferencia vio respecto a Cuenca?

La gente es parecida en cuanto a acogedora por lo que decían y por lo que he ido conociendo ya.

Uno  de los objetivos era superar ese 85% que tiene ahora de plantilla en Logroño.

Sí, aquí hay una plantilla de 285 efectivos. Queremos llegar al 95%, es decir que nos faltarían unas 30 personas. La idea es dar facilidades a los de aquí para promocionarles que asciendan y vuelvan aquí. Lo que queremos hacer es que donde hay menos efectivos,  en escala ejecutiva, o subinspección, propiciar que se cubran las vacantes y lo mejor sería que ascienda gente de aquí, para que después vuelva. En escala básica hay menos carencia, son gente que ha nacido aquí en La Rioja. 

La presencia de la mujer en la Policía Nacional de La Rioja es más alta que la media.

Sí, contamos con un 16,6% de presencia de mujeres en la plantilla, mientras que la media nacional es del 14%. Cuantas más mujeres opositen, y aquí animo a todas las riojanas a ello, habrá más mujeres en la policía. Cuantas más mujeres se presenten, más habrá. No es una cuestión de limitación ni de cupos por sexo. 

Con el covid ha habido un antes y un después. Incluso los niveles de criminalidad han cambiado. En 2020 bajaron los delitos y en 2021 se están recuperando los niveles de 2019. 

La realidad es que los delincuentes tuvieron que estar también en casa. Y estos hoy pueden tener menos ingresos o más deudas y han vuelto a salir. Pero no es que haya cambiado la forma de cometer delitos, sino que, ahora en serio, a la hora de cometer hechos delictivos en 2020,  cualquiera que salía a la calle era más fácilmente detectable por saltarse el confinamiento. 

¿Y cómo han vivido en la Comisaría y en el cuerpo el covid?

Siguiendo las instrucciones del Ministerio de Interior. Compartimentando los turnos de trabajo para guardar la seguridad de distanciamiento. La vez que más personal ha estado contagiado ha sido estas navidades con la variante ómicron. 

Precisamente usted ha vivido en primera mano el covid, y estuvo entre la vida y al muerte, ¿qué ha sacado positivo de esto?

Mi mayor objetivo es transmitir esperanza a quienes lo están pasando. Yo pasé el covid en la primera ola. Fui el primero que batió el récord  de estancia en la UCI. Fue en marzo del 2020. Estuve 32 días en coma inducido y en el hospital más de 65. Experimentaron conmigo con diferentes medicamentos, era la primera ola, se estaba muriendo mucha gente. Mi secreta esperanza es que pudiera contribuir en ayudar a otras personas con covid. Después estuve otros dos meses en casa con una máquina para poder respirar.

Lo cuenta con gran alegría y parece que tiene hasta otra forma de ver la vida.

Sí, tengo otra forma de ver la vida. La veo mejor. Quizá quien lo pasó peor fue mi mujer. Porque me desahuciaron tres veces. Eso tiene que ser horrible.

En cuanto a la criminalidad, somos de las comunidades más bajas, pero en los últimos meses hemos vivido 8 truculentos sucesos. ¿Ha sido casual?

Como en La Rioja hay tan pocos ciudadanos y casos, en homicidios el pasar de dos a cuatro es mucho. No soy técnico pero el problema de la salud mental para ciertas personas ha sido peor con la pandemia. Con esto no quiero decir que sea algo justificable.  Pero creo que todos estos casos son meramente puntuales, y en la mayor parte inevitables. 

Respecto a la violencia de género La Rioja también está en niveles por debajo de la media, pero ¿ha subido en pandemia como se preveía? 

La propia víctima tiene miedo. El problema es que si no se denuncia y si no se hace visible este maltrato, no se puede hacer nada. Por eso animamos e incluso pedimos a los ciudadanos y a los vecinos que denuncien cuando se vea algo raro. Queremos dejar claro a las víctimas que hay ayudas no solo económicas sino de acompañamiento. Pero lo que pasa de puertas  hacia dentro de una casa es difícil de investigar. Pedimos que se denuncie, y aunque no quieran dejar nombres, desde la Policía actuamos de oficio y denunciamos nosotros. En cuanto a que si aumentado, no han crecido las denuncias. 

Uno de los delitos más comunes hoy son los referidos a la ciberseguridad, incluso desde Policía han dado datos de que más de la mitad de  las denuncias son estafas que se comenten por la red.

Sí, más de la mitad son delitos por internet. Hay estafas de todo tipo, en especial con las compras on line. Si el comercio electrónico aumenta cada año un 20%, en ese mismo porcentaje aumenta también esta delincuencia. 

Os cansáis de dar consejos...

El tema fundamental es que hay que trabajar o comprar en páginas seguras. Y para ver si son seguras, se recomienda mirar bien todo, si no confiamos, buscar esa web, y seguro que alguien ha escrito o denunciado algo y ha quedado reflejado en la web. Hay que evitar facilitar datos de tarjetas. Y hay que tener mucho cuidado con los chollos. 

¿Y los delitos por drogas y tráfico? ¿Hay menos en Logroño de lo que parece, o es que se les pilla menos?

Hay dos tipos de actuación, las sanciones administrativas de consumo particular o consumo en locales. Y por el otro lado los puntos de venta. Lo cierto es que aquí en Logroño no hay zonas o barrios, que nosotros denominamos puntos negros, como en otras ciudades en los que sepamos que va a haber droga sí o sí. Aquí hay menudeo. Pero las investigaciones son muy largas, y lleva mucho tiempo de vigilancia para poder demostrar el tráfico o la producción. Pero de consumo hay muchas intervenciones, pero tráfico a gran escala no hay.

Cuando en Logroño hay fallecidos en extrañas circunstancias, la investigación es vuestra, pero, ¿cuántos suicidios se encuentran?

No tenemos estadísticas, solo conocemos los que intervenimos nosotros, y sí, hay unos cuantos, más que en otras épocas. Pero tampoco somos científicos como para hablar de si la pandemia les ha podido afectar o no.

En 2020 se abrió una oficina para expedir pasaportes y DNI en Calahorra, ¿hay intenciones de abrir otra en Rioja Alta?

Se puede estudiar. Pero se abren oficinas en relación a los habitantes que hay en la población o del número de extranjeros que hay, que generan un buen número de documentos, no solo la tarjeta de residencia. La intención es mejorar la oficina de Calahorra con más plantilla. Y también contamos con la unidad móvil del DNI que va por pueblos.

Su intención es bajar la demora en las listas de espera para expedir estos pasaportes. 

Eso es, ahora mismo funcionan todos los puestos en la comisaría de Logroño, ha sido una de mis primeras actuaciones al llegar. Se han reforzado la plantillas también con policías y la cita previa se ha adelantado mucho, está a pocos días de espera. Y en breve estará al mínimo. 

Pero esos puestos también se están cubriendo con los nuevos policías de prácticas que preferirían estar en las calles, ¿no?

Pero tienen que estar en todos los puestos, en científica, en patrullar, seguridad, en la oficina de denuncias. Tienen  tasado el tiempo límite que tienen que estar en cada puesto. Así que pronto saldrán a la calle, tienen que hacer de todo.  Yo la verdad que si fuera policía de prácticas también quisiera estar en un Z, pero hay un tiempo de formación con tiempo tasado. 

¿Hay menas en La Rioja?

Hay menores extranjeros no acompañados (chicos y chicas menores de 18 años) en todos los sitios. Pero comparativamente con otras ciudades y comunidades aquí hay menos. 

Uno de sus objetivos es reforzar las relaciones con los demás cuerpos policiales. ¿Cómo están ahora?

Cada uno tenemos unas competencias y las relaciones son buenas, hay buena coordinación. Quiero fomentarlas también con cuerpos vecinos. No me consta que haya ninguna disfunción. Yo no he hecho más que llegar, pero por lo que he visto hasta ahora, las relaciones con Policía Local y Guardia Civil son excelentes  y también con las vecinas, como la foral de Navarra o la Ertzaintza. Iremos viendo y si hay algo que se pueda mejorar, se hará. 

¿Cree que la sensación en el ciudadano es que el cuerpo de la Policía Nacional causa más respeto? ¿como más autoridad?

No. La gente tiende a pensar que somos más represivos, pero el 80% de las intervenciones que hacemos en la calle son humanitarias. Lo que más hacemos en las calles son servicios humanitarios. Pero cierto es que según las estadísticas la Policía Nacional es el cuerpo más valorado en España. 

¿Y no será porque no ponen multas de tráfico ni de aparcamiento como los otros?

(Ríe), no, no. Además, en La Rioja, la mayor parte de la plantilla ha nacido aquí y eso nos hace estar más integrados en la sociedad.

¿Hay relevo generacional en la Policía Nacional?

La plantilla es joven. Ha influido mucho la oferta de empleo público. La oferta es de 2.500 policías al año. Supone un relevo generacional importantísimo. Ha habido años que no se ofertaban ni 200. Ahora hay muchos más relevos. Y la dinámica es seguir ofertando 2.500 plazas. 

¿Hay mucha tradición familiar de continuar en la policía de padres a hijos?

Pues sí que hay algunos, pero no tantos, más en la Guardia Civil.

¿Su mayor reto al venir a La Rioja?

La policía está para ayudar. Es servicio público. Y no se podría hablar de un solo reto. Una de mis primeras medidas será la de mejorar los datos de criminalidad, o al menos igualar el buen dato que hay. Pero también está el reto de mejorar la plantilla, la incorporación de mujer policía en la jefatura;potenciar el grupo de protección e investigación en menores y en mujeres violencia de género. Y por otro lado, potenciar el grupo de delitos tecnológicos, porque la incidencia respecto a las denuncias es cada vez mayor.

¿Y de La Rioja a dónde?

Para tener un destino mejor que la Rioja hay que invertarlo (ríe).